Conjuro CLXXIV

PARA HACER FRANQUEAR LA GRAN PUERTA AL ESPÍRITU SANTIFICADO

¡Oh Osiris! Yo soy tu hijo Horus y satisfago tus necesidades!

¡Los poderosos tiemblan en verdad,

cuando sales del Duat

con el gran cuchillo en la mano!

¡Salve, oh diosa Saa, hijo de Keb,

venido al Mundo por las Jerarquías divinas!

¡Aquí está Horus, que mora en su Ojo divino!

¡He aquí, en medio de sus emanaciones, a Tum!

Los dioses del Este y del Oeste descansan en el seno de este gran Ser

de innumerables Metamorfosis…

En el momento en que nací, en verdad, en el Mundo del Más Allá

nació una nueva divinidad: ¡era yo!

Ahora, puedo ver con mis ojos…

Observo alrededor de mí, existo.

Mi vista es clara y penetrante.

De pie, vuelvo a tomar el hilo interrumpido de mi vida…

Cumplo con lo que me fue ordenado por los dioses

pues la torpeza y la somnolencia me aterran.

Estoy de pie en Nedet;

mis ofrendas me las traen de Pe

yo las recibo en Heliópolis.

En verdad ha cumplido

con lo que le fue ordenado por su Padre;

seth, el Señor de las Tempestades, le enderezó hasta ponerlo de pie.

Yo también te he enderezado y te he puesto de pie,

a través de la Palabra mágica de Tum.

Avanzo y mis piernas no rehúsan obedecerme;

¡Las Jerarquías celestes me han engendrado!

Fui concedido por la diosa Sekhmet

traído al Mundo por ella al lado de sirio,

el gran espíritu estelar

que muestra cada día a la Barca de Ra el camino,

atravesando el Cielo a grandes pasos.

Heme aquí que llego a mi sitio predestinado;

en la cabeza llevo la doble corona real y franqueo la Puerta…

Tú, oh dios de la Doble Pluma y cuyo Nombre es misterioso,

entérate: ¡Yo soy el Loto Sagrado!

¡El Cielo infinito está invadido por mi radiación!

Me recibe en su seno el Reino de la Pureza

en él permanezco para siempre

al lado de las ventanas de la nariz de la divinidad todo poderosa.

Porque yo he permanecido ya en el Lago de Fuego

recibí allí mi retribución

por el Mal que causé en la Tierra.

Protejo a Isis y a Neftis

durante la Noche del Derrumbamiento de los Mundos

siendo el Guardián de la Vestidura Sagrada…

Heme aquí coronado dios Nefer-Tum[232],

porque soy la Azucena sagrada al lado de las ventanas de la nariz de Ra,

cuando, como es costumbre,

surge en el Horizonte.

Su mirada purifica a los dioses…

Heme aquí que festejo mis triunfos

en presencia de los Dobles etéricos…

En tomo de mí, yo reúno los corazones

gracias a mi sabiduría;

yo, que soy favorito de los dioses Saa y Amenti-Ra.

Voy hacia el sitio preparado para mí

cerca de los Dobles etéricos.

Reúno a mi alrededor a los corazones,

gracias a mi gran sabiduría, en el seno de los dioses Saa y Amenti-Ra;

mi talismán Djed me da su protección.

Yo pronuncio entonces las Palabras de Potencia que guardo en mi corazón

en Nombre del Señor de la Vestidura Ansi…

Yo soy, en verdad, yo mismo, ¡el dios de la sabiduría, Saa!

¡Yo soy Amenti-Ra! ¡Con fuerza entro

me zambullo en los abismos del Cielo!…