Conjuro CLXII

PARA PRODUCIR UNA SENSACIÓN DE CALOR EN LA CABEZA DEL DIFUNTO

¡Salve, dios-León, poderoso Señor

de la doble Pluma adornando tu Diadema

del temible Látigo, señal del mando!

¡Oh Tú, Macho poderoso, cuya magnificencia

se irradia desde lo profundo del Cielo!

Desde que naciste, tienes ocultas

en el Ojo solar

tus Formas múltiples y tus Metamorfosis.

Tú acudes, ¡oh poderoso corredor a grandes pasos!

Cuando se te invoca cuando te piden ayuda

tú cuidas al que está en desgracia, del que lo apremia.

¡Escucha, pues, mi grito desesperado!

¡Acude en mi ayuda! ¡Verdaderamente, yo soy la Vaca Sagrada!

¡De mis labios no se aparta tu Nombre divino!

Escucha, pues, cuando grito:

¡HAKAHAKER es tu Nombre!

¡AURAUAAKERSA-ANK-REB ATI es tu Nombre!

¡KHERSERO es tu Nombre!

¡KHARSATA es tu Nombre!

Debes saber, ¡oh dios! que yo venero todos tus Nombres,

pues yo soy, verdaderamente, ¡la Vaca Sagrada!

Oíd, pues, ¡oh Señor! mi ruego:

¡Dígnate, dios, proteger al difunto frente a la Puerta celestial,

cuando hagas salir el calor de la Vida

bajo la cabeza de Ra en Heliópolis,

para que llegue a ser como los que moran en la Tierra!

Verdaderamente, ¡él es tu Alma que tú no la reconoces!

¡Ven hacia mí, pues yo soy Osiris!

¡Haz que el calor de la Vida surja bajo mi cabeza!

Pues yo soy el alma viviente

del Cuerpo inmenso muerto de un dios.

Este Cuerpo descansa en Heliópolis y su Nombre es:

kHU-KHEPER-URU-BARKHATA-DJAUA…

¡Acércate, pues oh dios! ¡Conviérteme en un Espíritu de tu Corte divina!

Pues, verdaderamente: ¡Yo soy Tú[210]!

RÚBRICA

Estas fórmulas son para ser recitadas sobre la figura de una Vaca Sagrada de oro fino y colocada en el cuello del difunto. Además, hacer al siguiente inscripción en un papiro nuevo y puesto sobre su cabeza. Es así como el difunto sentirá gran calor en todo su ser, del mismo modo como cuando vivía en la Tierra.

Este talismán posee un gran poder para proteger, ya que fue creado antiguamente por la Vaca Celestial para su hijo Ra, para ser usado cuando su fuerza vital se debilitada y su morada se encontraba cercana por los Espíritus del Fuego. Así el difunto llegará a ser una divinidad en el mundo Inferior y no será rechazado su Cuerpo Glorioso ante ninguna de las Puertas del Duat. Aquí tenéis las palabras que debéis pronunciar mientras se pone la imagen de la diosa en el cuello del difunto: «¡Oh Amón! ¡Amón! ¡Tú que observas,

Desde lo alto del cielo a la Tierra!

¡Mira, con tu rostro radiante a tu hijo bienamado!

¡Ha que se vuelva fuerte y vigoroso y temible en el Mundo Inferior!»

Esta fórmula es un gran Misterio. No dejes que nadie la vea. Sería tremendo que todos la llegasen a conocer. Escóndela cuidadosamente. Su nombre es:

«La-Fórmula-de-la-Mansión-escondida».