PARA PERMANECER AL LADO DE RA
Yo soy Ra y mi radicación rodea la Noche.
Todo hombre que le sigue, sigue a Thoth y participa de la Vida eterna…
Será igual a Horus
que, adornado con una diadema, recorre la Noche.
Yo soy uno de esos Seres cuyos amigos fueron destruidos
por el Príncipe de los dioses, y mi corazón se alegra.
Recorro la ruta junto a Ra habiendo recibido su arma de hierro.
Es así que vengo hacia ti, ¡Oh Ra, mi Padre divino!
Llego con los rayos de Shu e invoco a la diosa poderosa.
Yo soy mi subsistencia al dios Hu.
A través de mi presencia aparto del camino de Ra al demonio Nebt.
Yo soy un Espíritu santificado. Llego hacia los confines extremos del Cielo
donde habita el Príncipe de los dioses.
Encontré a la poderosa diosa.
Yo reanimé tu valor,
para que mi Alma viva
por el poder y el terror de tu Nombre.
Porque cuando en el Cielo se escucha la voz de Ra;
¡El que aquí da las órdenes soy yo!…
¡Salve, oh gran divinidad en el Oriente del Cielo!
¡Permitidme ocupar un lugar en tu Barca!
¡Permitidme bajar hasta ella planeando
bajo las plumas de un Halcón divino
!¡Permitidme que pronuncie las palabras de mando!
¡Es sí que golpeo con fuerza
me hago dueño de mi viña!
Permíteme, pues, subir a tu barca en paz, ¡oh Ra!
navegar en paz por el bello Amenti.
Ahora Tum me dirige la palabra y dice:
«¿Quieres entrar? Como la diosa Mehen[173], su duración
es de incontables años, sí, ¡muchísimos e incontables años!
Vive en Urt cerca del Lago-de-los-Incontables-años…
He aquí que los ejércitos del Cielo están en marcha
junto a la diosa y los dioses que la rodean.
El dios del fraccionamiento del Universo
también está al lado de ella.»
Yo digo: «Cualquiera sea el camino que se tome,
durante los incontables años que vendrán,
por todas partes no se descubrirá sino a Ra, nuestro Amo y Señor.
Su camino es el camino del Fuego
tras él marchan todos los Ejércitos del Cielo.»