Conjuro CXXXI

PARA PERMANECER AL LADO DE RA

Yo soy Ra y mi radicación rodea la Noche.

Todo hombre que le sigue, sigue a Thoth y participa de la Vida eterna…

Será igual a Horus

que, adornado con una diadema, recorre la Noche.

Yo soy uno de esos Seres cuyos amigos fueron destruidos

por el Príncipe de los dioses, y mi corazón se alegra.

Recorro la ruta junto a Ra habiendo recibido su arma de hierro.

Es así que vengo hacia ti, ¡Oh Ra, mi Padre divino!

Llego con los rayos de Shu e invoco a la diosa poderosa.

Yo soy mi subsistencia al dios Hu.

A través de mi presencia aparto del camino de Ra al demonio Nebt.

Yo soy un Espíritu santificado. Llego hacia los confines extremos del Cielo

donde habita el Príncipe de los dioses.

Encontré a la poderosa diosa.

Yo reanimé tu valor,

para que mi Alma viva

por el poder y el terror de tu Nombre.

Porque cuando en el Cielo se escucha la voz de Ra;

¡El que aquí da las órdenes soy yo!…

¡Salve, oh gran divinidad en el Oriente del Cielo!

¡Permitidme ocupar un lugar en tu Barca!

¡Permitidme bajar hasta ella planeando

bajo las plumas de un Halcón divino

!¡Permitidme que pronuncie las palabras de mando!

¡Es sí que golpeo con fuerza

me hago dueño de mi viña!

Permíteme, pues, subir a tu barca en paz, ¡oh Ra!

navegar en paz por el bello Amenti.

Ahora Tum me dirige la palabra y dice:

«¿Quieres entrar? Como la diosa Mehen[173], su duración

es de incontables años, sí, ¡muchísimos e incontables años!

Vive en Urt cerca del Lago-de-los-Incontables-años…

He aquí que los ejércitos del Cielo están en marcha

junto a la diosa y los dioses que la rodean.

El dios del fraccionamiento del Universo

también está al lado de ella.»

Yo digo: «Cualquiera sea el camino que se tome,

durante los incontables años que vendrán,

por todas partes no se descubrirá sino a Ra, nuestro Amo y Señor.

Su camino es el camino del Fuego

tras él marchan todos los Ejércitos del Cielo.»