Comulgando con el pan celestial.

He llegado hasta estos lejanos límites del Cielo

donde habita Osiris, Alma grande, Señor de Djedu…

Él me ha dado la fuerza de los movimientos

bajo la forma de un Espíritu con cabeza de Fénix…

Poseedor del Verbo de potencia me zambullo en las aguas que corren;

he realizado ofrendas de incienso;

como un niño, he ido hasta el árbol Shendet…

Es así que llegué a Elefantina,

frente al Templo de la diosa Satit.

Hice dar la vuelta a la Barca cargada de mis enemigos.

En paz he viajado por el Lago

he contemplado los Cuerpos gloriosos de Kam-Ur[157];

visité la Ciudad sagrada de Djedu;

pero sobre esto guardo silencio…

Restituí a la divinidad el uso de sus piernas.

Alcancé el templo de Anubis y contemplé al Señor del lugar.

Entré en el templo de Osiris

probé en mí mismo sus Vestiduras.

Atravesé el Re-stau y vi los misterios de ese lugar.

Fui oculto y enterrado

encontré un camino de salida…

Atravesé desolados pueblos en los que nada crece

cubrí mi desnudez con vestidos que allí encontré.

Recibí las pomadas de las mujeres para unjirme

me enseñaron las Palabras de Potencia de los iniciados.

Es así que Seth me habla a su manera…

Yo le contesto: «Tu balanza, en verdad, es en nuestro Corazón

donde hay que buscarla.»

Su Maj estad Anubis me dice: «¿Sabes tú el Nombre de esta Puerta

de manera que puedas proclamarlo ante mí?»

Yo le contesto: «El-dios-Shu-el-destructor, ¡ése es el Nombre de esta Puerta

su Majestad Anubis me dice:

«¿Conoces el Nombre de la Bisagra superior de esta Puerta

el de la Bisagra inferior?»

Yo le contesto: «El-Señor-de-Verdad-y-de-Justicia-sobre-sus-piemas»,

ése es el Nombre de la Bisagra Superior.

«El-Señor-de-la-doble-Potencia-Domador-del-Ganado», ése es el Nombre de la Bisagra inferior.

Su Majestad Anubis ordena:

«Entra pues, ya que conoces estos Nombres Mágicos.»

(Mientras entra en la Doble Sala de la Verdad-Justicia, el difunto pronunciará lo que sigue con el fin de desembarazarse de sus pecados y de poder mirar a los dioses.)

LA CONFESIÓN NEGATIVA I. (Papiro Nu)

Salve, dios grande, Señor de la Verdad y de la Justicia,

amo poderoso: he llegado hasta ti:

¡Permíteme contemplar tu radiante belleza!

Sé tu Nombre mágico y también los de las cuarenta y dos dignidades[158]

Que te rodean en la gran Sala de la Verdad-Justicia;

el día en que se rinden cuentas de los pecados ante Osiris;

la sangre de los pecadores le sirve de alimento.

Tu nombre es: «El-Señor-del-Orden-del-Universo-

Cuyos-dos-Ojos-son-las-dos-diosas-hermanas.»

Es así que yo traigo en mi Corazón la Verdad y la Justicia,

porque he sacado de él todo el Mal…

Yo no he hecho mal a los hombres.

Yo no empleé la violencia con mis parientes.

Yo no reemplacé por la Injusticia a la Justicia.

Yo no frecuenté a los malos.

Yo no cometí crímenes.

Yo no hice trabajar para mi beneficio con exceso.

Yo no intrigué por ambición.

Yo no di malos tratos a mis servidores.

Yo no blasfemé de los dioses.

Yo no privé al pobre de su alimento.

No cometí actos execrados por los dioses.

Yo no permití que un amo maltratase a su sirviente.

Yo no hice sufrir a otro.

Yo no provoqué el hambre.

No hice llorar a los hombres, mis semejantes.

Yo no maté ni ordené matar.

Yo no provoqué enfermedades entre los hombres.

Yo no sustraje las ofrendas de los templos.

Yo no robé panes de los dioses.

Yo no me apoderé de las ofrendas destinadas a los Espíritus santificados.

Yo no cometí acciones vergonzosas en el recinto sagrado de los templos.

Yo no disminuí la porción de las ofrendas.

Yo no traté de aumentar mis dominios Utilizando medios ilícitos

ni usurpando los campos de otros.

Yo no manoseé los pesos de la balanza ni su astil.

Yo no quité la leche de la boca del niño.

Yo no me apoderé del ganado en los campos.

Yo no tomé con el lazo las aves que estaban destinadas a los dioses.

Yo no pesqué peces con peces muertos.

Yo no puse obstáculos en las aguas cuando debían correr.

Yo no apagué el fuego

en el momento que debía arder.

Yo no violé las reglas de las ofrendas de carne.

Yo no me apoderé del ganado que pertenecía a los templos de los dioses.

Yo no impedía a un dios que se manifestase.

Yo ¡soy Puro! ¡Soy puro! ¡Soy puro! ¡Soy Puro!

Fui purificado igual que el gran Fénix de Herakleópolis.

Porque yo soy El Señor de la Respiración

que da vida a todos los Iniciados

el solemne día en que el Ojo de Horus,

en presencia del Señor divino de esta tierra,

culmina en Heliópolis el Ojo de Horus,

ya que vi culminar en Heliópolis el Ojo de Horus

no me sucederá ningún mal en esta Región ¡oh dioses!

Ni tampoco en vuestra Sala de la Verdad-Justicia.

Porque yo sé el Nombre de los dioses

que rodean a Maat, la gran divinidad de la Verdad-Justicia.

LA CONFESIÓN NEGATIVA. II. (Papiro Nebsenti)

  1. ¡Oh tú, espíritu que caminas a grandes pasos

    que surges de Heliópolis, oídme!

    Yo no cometí malas acciones.

  2. ¡Oh tú, Espíritu que te muestras en Ker-aha

    cuyos brazos están rodeados de un ardiente Fuego!

    Yo no actué con violencia.

  3. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Hermópolis

    que respiras el Aliento divino!,

    Mi corazón detesta la brutalidad.

  4. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en las fuentes del Nilo

    que te alimentas sobre las Sombras de los Muertos!

    Yo no robé.

  5. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Re-stau

    cuyos miembros se pudren y apestan!

    Yo no maté a mis semejantes.

  6. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en el Cielo

    Bajo la forma doble de León!

    Yo no disminuí el celemín de trigo.

  7. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Letópolis

    que como dos puñales hieren tus ojos!

    Yo no cometí ningún fraude.

  8. ¡Oh tú, Espíritu de la máscara resplandeciente

    Que lentamente caminas hacia atrás!

    Yo no me apoderé de lo que pertenecía a los Dioses.

  9. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Herakleópolis

    que trituras y aplastas los huesos!

    Yo no mentí.

  10. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Menfis

    que gracias a ti resurgen y crecen las llamas!

    Yo no robé el alimento de mis semejantes.

  11. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en el Amenti,

    Divinidad de las dos fuentes del Nilo!

    Yo no difamé.

  12. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en la región de los Lagos[159]

    tus dientes brillan como el Sol!

    Yo no fui agresivo.

  13. ¡Oh tú, Espíritu que apareces junto al cadalso

    Y te arrojas, voraz, sobre al sangre, de las víctimas!

    Entérate: yo no maté a los animales de los templos.

  14. ¡Oh tú, Espíritu, que te manifiestas

    En la gran Sala de los treinta Jueces

    que te alimentas con las entrañas de los pecadores!

    Yo no defraudé.

  15. ¡Oh tú, Señor del Orden Universal

    Que te manifiestas en la Sala de la Verdad-Justicia!

    ¡Aprende! Yo me apoderé jamás de los campos cultivados.

  16. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en Bubastis

    que marchas hacia atrás!

    ¡Aprende! Yo no escuché detrás de las puertas.

  17. ¡Oh tú, Espíritu Aati que te manifiestas en Heliópolis!

    Yo no pequé jamás por hablar demasiado.

  18. ¡Oh tú, Espíritu Tatuf que te manifiestas en Aati!

    Yo jamás pronuncié maldiciones

    Cuando me han causado daño.

  19. ¡Oh tú, Espíritu Uamenti, que surges en las cuevas de tortura!

    Yo nunca cometí adulterio.

  20. ¡Oh tú, espíritu que te manifiestas en el templo de Amsú

    que cuidadosamente observas las ofrendas que te llevan!

    Entérate: yo jamás he dejado de ser casto en la soledad.

  21. ¡Oh tú, Espíritu que surges en Nehatú!

    Tú, jefe de los dioses antiguos!

    Yo jamás atemoricé a la gente.

  22. ¡Oh tú, Espíritu-destructor que te manifiestas en Kaui!

    Yo nunca violé la ordenación de los tiempos.

  23. ¡Oh tú, Espíritu que surges en Urit

    cuya voz oigo que salmodia!

    Yo nunca me he encolerizado.

  24. ¡Oh tú, Espíritu que surges en la región del Lago Hekat

    Bajo la forma de un niño!

    Yo nunca desoí las palabras de la Justicia.

  25. ¡Oh tú, Espíritu que surges en Unes

    que posees una voz tan penetrante!

    Yo nunca inicié querellas.

  26. ¡Oh tú, Espíritu Basti

    Que surges en los Misterios!

    Yo nunca hice llorar a mis semejantes.

  27. ¡Oh tú, Espíritu cuyo rostro se encuentra en la parte posterior de la cabeza!

    que sales de tu oculta morada!

    Yo nunca pequé contra natura con los hombres.

  28. ¡Oh tú, Espíritu cuya pierna está envuelta en fuego

    sales de Akhekhu!

    Yo jamás fui impaciente.

  29. ¡Oh tú, Espíritu que sales de Kenemet

    tu nombre es Kenemti!

    Yo jamás injurié a nadie.

  30. ¡Oh tú, Espíritu que sales de Sais

    en tus manos llevas tu ofrenda!

    Yo jamás fui querellador.

  31. ¡Oh tú, Espíritu que te manifiestas en la ciudad de Djefit

    que tienes múltiples rostros!

    Yo nunca he obrado con precipitación.

  32. ¡Oh tú, Espíritu que surges en Unth y que eres astuto!

    Yo nunca he faltado el respeto a los dioses.

  33. ¡Oh tú, Espíritu que sales de Satiú adornado dé cuernos!

    Yo nunca usé palabras excesivas en mis discursos.

  34. ¡Oh tú, Nefer-tum que sales de Menfis!

    Yo nunca defraudé ni obré perversamente.

  35. ¡Oh tú, Tum-Sep que surges de Djedu!

    Yo nunca maldije al Rey.

  36. ¡Oh tú, Espíritu de corazón altivo Que surges de Debti!

    Yo nunca ensucié las aguas.

  37. ¡Oh tú, Hi que surges en el cielo!

    Entérate: jamás hablé con altanería.

  38. ¡Oh tú, Espíritu que a los Iniciados das órdenes!

    Yo jamás maldije a los dioses.

  39. ¡Oh tú, Neheb-Nefert que surges del Lago!

    Yo nunca fui insolente ni impertinente.

  40. ¡Oh tú, Neheb-Kau que surges de la ciudad!

    Yo jamás me hice valer ni he intrigado.

  41. ¡Oh tú, Espíritu de cabeza santificada

    Que de pronto sales de tu escondite!

    Entérate: yo me enriquecí de forma ilícita.

  42. ¡Oh tú, Espíritu que surges del Mundo Inferior

    que llevas frente a ti tu brazo cortado!

    Yo nunca desdeñé a los dioses de mi ciudad.

ANTE LOS DIOSES DEL MUNDO INFERIOR (Papiro Nu)

Yo os saludo,

¡Oh vosotras divinidades que habitáis en la Gran Sala de Justicia!

¡Yo os conozco, en verdad y conozco también vuestros nombres!

¡No me abandonáis a la cuchilla del verdugo!

¡Ante el dios que es vuestro Señor,

no insistáis sobre mis pecados!

¡Que vuestra intervención

no cause mi mal suerte!

¡Haced que escuche la Verdad el Señor del Universo!

Porque yo hice en mi vida en la Tierra

todo lo que era verdadero y justo.

Yo jamás maldije a los dioses.

Que no me aflijan con infortunios

los genios tutelares de los Días y las Horas.

Yo os saludo,

divinidades que tenéis asiento en la Gran Sala de la Verdad-Justicia

vuestro corazón es ajeno a la mentira y la iniquidad.

¡Vosotras seguid bajo la mirada inmóvil de Horus,

el que vela en su Disco!

¡Libradme de Babai, que en el día del Gran Juicio[160]

Se alimenta con las entrañas de los Poderosos!

¡Dejad que yo entre en vuestra casa!

No cometí fraude, ni pecado alguno.

Yo no di falso testimonio;

¡Que no me sea hecho ningún daño!

Me he nutrido siempre de Verdad y de Justicia.

Mi forma de proceder era la que dictan las buenas costumbres

es aprobada por los dioses.

He contentado a los dioses haciendo lo que ellos aman.

Yo di pan al hambriento y agua al que padecía de sed,

di vestido al hombre desnudo y una barca al náufrago;

he hecho ofrendas a los dioses y libaciones a los Espíritus santificados…

¡Espíritus divinos!

¡Libradme! ¡Dadme protección!

¡No me acuséis frente a la gran divinidad!

¡Mi boca es pura! ¡Mis manos son puras!

Haced que, viniendo de vosotros, escuche estas palabras:

«Oh tú Alma que llegas aquí,

¡Acércate en paz! ¡Acércate en paz!»

Yo he escuchado, en verdad,

las palabras de gran peso

que cambiaba el Gato Divino y los Cuerpos Gloriosos

en el templo de Hapdré.

Respondí a las cuestiones del Espíritu que da el veredicto

cuyo rostro está en la parte de atrás de la cabeza.

Yo he visto los sacramentos de Re-stau:

sobre ellos el Árbol bendito extiende sus ramas…

Imploré su socorro,

conociendo los pensamientos secretos de los dioses.

Llego aquí para dar testimonio de la Verdad,

con el objeto de que la Balanza sea establecida en Aukert[161].

¡Oh tú, Señor de la corona Atefü,

cuyo Nombre es «Señor-de-los-Vientos»!

¡Tú, que desde lo alto de tu pedestal resides,

líbrame de tus servidores

cuyos decretos traen dolores y pena

y cuyos rostros están desvelados!

Porque en presencia del dios de la Verdad-Justicia

no hice nada que no sea verdadero y justo.

He lavado mi pecho, por eso es puro…

He purificado mi espalda y mis entrañas en el Lago de Maat.

Todas las partes de mi ser

han participado de la Verdad-Justicia.

Yo me purifiqué en el Estanque del Sur;

yo descansé en la Ciudad del Norte,

próxima a los Campos de los Saltamontes,

allí donde, en la segunda hora de la noche

en la tercera del día

los servidores de Ra se purifican…

Los corazones de los dioses hablan de mí,

de día y de noche:

dicen: «¡Que se acerque!»

«¿Quién eres? ¿Cuál es tu Nombre?»

—«Flor-de-Olivo» es mi Nombre…

Saliendo del Espacio

una voz me contesta, invisible: «¡Pasa!»

He aquí un pequeño bosque y, después, una ciudad…

Una voz me pregunta:

—¿Qué encontraste en tu camino?

—Un Pie y una Pierna.

—¿Qué les has dicho?

—Alegría y serenidad.

—¿Qué te han dado?

—Una antorcha encendida y una tablilla de cristal.

—¿Qué has hecho con esos dones?

—Los he enterrado,

al alba cerca del lago, en medio de los canales.

—¿Qué encontraste en ese lugar?

—Un cetro de piedra.

—¿Cuál es el Nombre de ese cetro?

—Su nombre es «Libre-como-el-Viento».

—¿Qué has hecho después de haber enterrado la antorcha encendida y la tablilla de cristal?

—Pronuncié Palabras de Potencia, desenterré la tablilla,

apagué la antorcha,

rompí la tablilla de cristal

excavé el lago…

—Tú conoces la doble cara de la Verdad-Justicia

puedes franquear la Puerta de la Sala de Maat.

El cerrojo de la Puerta me dijo:

—No entrarás,

si no me dices mi Nombre secreto.

—«Centro-de-gravedad-en-la-Balanza-de-la-Verdad-Justicia», ése es tu nombre.

—No entrarás,

dijo la Jamba de la derecha,

si no me dices mi Nombre secreto.

—«Platillo-de-la-Balanza-que-lleva-la-Verdad-Justicia», ése es tu nombre.

—No entrarás,

dijo la Jamba de la izquierda,

si no me dices mi Nombre secreto.

—«La-ofrenda-del-Vino-«, ése es tu Nombre.

—No entrarás,

dijo el Umbral de la Puerta,

si no me dices mi Nombre secreto.

—«El-Toro-del-dios-Keb», ése es tu Nombre.

—No entrarás,

dijo la Cerradura de la Puerta,

si no me dices mi Nombre secreto.

—«Los-dedos-de-los-pies-de-tu-Madre», ése es tu Nombre.

—No penetrarás en la Sala,

dijo la Empuñadura de la Puerta,

si no me dices mi Nombre secreto.

—«El-Ojo-fuente-de-Vida-del-dios-Sebek-Señor-de-Bakjau», ése es tu Nombre.

—No entrarás en la Sala,

dijo el Guardián de las hojas de la Puerta,

si no me dices mi Nombre secreto.

—«Codo-del-dios-Shu-protector-de-Osiris», ése es tu Nombre.

—No entrarás con nosotros,

dijeron los dos Montantes de la Puerta,

si no nos dices nuestros Nombres secretos.

—Vuestros Nombres son: «Los-Hijos-de-las-diosas-coronadas-de-Serpientes».

—Nos has reconocido ¡Puedes pasar!

—No permitiré que tus pies me pisen, dijo el Suelo de la Sala de Maat,

porque yo soy sagrado y silencioso.

Tampoco conozco los Nombres de tus dos pies

que están dispuestos a pisarme. ¡Habla pues!

—«El-Cetro-de-Hathor» es el Nombre de mi pie izquierdo.

«El-Corredor-del-dios-Khas», ése es el Nombre de mi pie derecho.

—Me conoces. ¡Puedes pasar!

El Guardián de la Sala de la Verdad-Justicia, dijo:

—Yo te anunciaré si me dices mi Nombre secreto.

—«El-que-conoce-los-corazones-

Y-el-que-escarba-las-entrañas-del-hombre», ése es tu Nombre.

—Te anunciaré al dios… Pero dime todavía esto:

¿Quién es el dios que gobierna en esa hora?

¿Cuál es su Nombre?

—«Aquel-que-protege-las-Dos-Tierras», ése es su Nombre.

—Pero ¿quién es este dios

que bajo su custodia tiene las Dos Tierras?

—¡Thoth, ése es el dios!

—Atraviesa la Puerta y acércate,

dijo la voz de Thoth invisible.

—Primeramente dime, ¿por qué razón llegas aquí?

—Vine hasta aquí para que me anuncien.

—¿Cuál es tu condición? ¿Qué clase de hombre eres?

—Yo estoy purificado de todos los pecados.

No obedezco a las imperfecciones de los hombres

que siguen las imperfecciones del momento.

¡Yo no soy de ellos!

—Te anunciaré a la divinidad

que es protegida si me dices todavía lo siguiente:

¿Cuál es el Nombre de la divinidad

que está protegida por el Cielo de Fuego,

que se halla rodeada por una Muralla de dioses-Serpientes

que reposa sobre la superficie de las Aguas corrientes?

¿Quién es?

—Es, ¡Osiris!

—¡Atraviesa el Umbral! Sí, verdaderamente, podré anunciarte.

¡Debes saber, pues!

El Pan de tu Comunión,

el Vino de tu Comunión

y todas las ofrendas sepulcrales que te destinan

¡Son emanaciones del Ojo de Ra!

RÚBRICA

Confeccionar imágenes de lo que acontece en la Sala de la Verdad-Justicia.

Este conjuro tendrá que ser recitado después que el cuerpo del difunto haya sido lavado, purificado y envuelto con las vendas de momia; después de haberle calzado las sandalias y cuando se le hayan untado los ojos con antimonio y todo el cuerpo con pomada «anti» y después que se le hayan ofrecido ofrendas sepulcrales: incienso, carne, aves, pan, cerveza y también legumbres. Enseguida trazar imágenes de color en una teja hecha con tierra, la cual no tiene que haber sido pisada ni por cerdos ni por ningún otro animal doméstico. Si el conjuro anterior se escribe en esta teja, el difunto y sus hijos prosperarán; no será olvidado su nombre y se ganará el favor del rey y de sus príncipes. Y sobre el altar de la Gran Divinidad encontrará pan, vino y carne. Y no será expulsado de las Puertas del Amenti; muy por el contrario entrará en compañía de los reyes de Egipto y se hallará cerca de Osiris, realmente, permanen­temente y para siempre.