Conjuros XCVI y XCVII

PARA ACERCARSE A THOTH

Yo soy Aquel que habita en el Ojo de Horus.

He aquí que llego y pongo a Maat

bajo la custodia de Ra.

Apaciguo a Seth haciendo ofrendas a Aker[130],

apaciguo a los Demonios Rojos adorando a Keb.

(Palabras pronunciadas en la Barca celestial:)

¡Oh, Cetro de Anubis!

¡Sabed! Yo apaciguo los cuatro Espíritus,

vasallos del Amo del Universo;

a través de su mandato llego a ser

dueño de los Campos, Padre de las Inundaciones,

guardián de los Estanques y Exterminador de la Sed.

Yo os contemplo, ¡oh dioses antiguos,

también a vosotros, los Grandes Espíritus de Heliópolis!

¡Sabed, todos vosotros,

que mi rango es más elevado que el vuestro!

Que yo alcanzo la perfección al compararme con vosotros.

¡Miradme! ¿No soy, acaso, tan inmaculado

como el Alma del dios, el grande, el antiguo?

No intentéis impedir mi avance

soltando a los demonios

mediante la Palabra de vuestra boca.

(¡Aquí veis al impuro que merodea en tomo de mí

se presta a atacarme!)

Verdaderamente yo he sido purificado

en el Lago de la Balanza del Juicio.

Me he lavado en los rayos del Ojo divino.

Heme aquí listo para reconfortar las Almas de los muertos,

después de haber reposado bajo la Palmera de la diosa del Cielo.

En todas partes donde yo esté presente

aparece la Verdad y la Justicia.

Soy, en la Tierra, su Testigo;

ellas hablan por mi boca.

Yo tengo el poder del Señor grande y único, ¡Ra!

¡Yo habito en el seno de la diosa Maat!

No seré contaminado por ninguna mancha de pecado;

no importa lo que haga,

estoy todo envuelto

por la Luz del Día Eterno.