Conjuro LXXXIII

PARA SER TRANSFORMADO EN FÉNIX REAL[117]

He aquí que yo buceo en la Materia Primordial

y llego a ser Khepra, el dios de las Metamorfosis.

Me renuevo gracias a la fuerza universal de reverdecimiento.

Me cubro con un caparazón igual que el de una tortuga…

Yo llevo, en verdad, dentro de mí,

los gérmenes y posibilidades de todos los dioses…

Soy los cuatro Ayeres de las diosas Serpientes.

Llevo dentro de mí a las Siete Etapas del Amenti.

Yo soy Horus, el del cuerpo reluciente, mientras combate con Seth.

Yo soy Thoth, hago surgir un torrente para separar a los dos Combatientes

y pronuncio su Veredicto, en las profundidades de su santuario,

conforme con los dioses de Heliópolis.

Igual a Thoth, hago surgir un torrente

que separa a los dos Combatientes…

Así es que me dirijo hacia la plena Luz del Día

y soy coronado dios,

porque yo soy el dios Khonsu, el irresistible[118].

RÚBRICA

El difunto será purificado si conoce este conjuro. Después de su llegada al puerto de los muertos, saldrá hacia la plena Luz del Día; pasará por todas las Metamorfosis que desee; entre los que lo rodean hallará al dios Un-Nefer; quedará satisfecho de las ofrendas sepulcrales de Osiris; luego de la muerte será el Disco del Sol; prosperará en la Tierra, bajo los rayos de Ra; junto a Osiris será justificado una vez. Y nunca, nunca jamás, las Fuerzas del Mal triunfarán sobre él.