Conjuro LXV

PARA TENER EN SU PODER A LOS ENEMIGOS

Ra está sentado en su Trono

en la Mansion de los Incontables Afios.

Delante de él, de pie,

están las Jerarquías divinas y los Espíritus de los rostros velados

que actúan en la Región del Eterno Devenir[92].

Ellos regulan el orden de las cosas

absorbiendo todo lo que es superfluo,

bebiendo las ofrendas líquidas.

Ellos hacen girar a los cielos con su Disco de Fuego,

tomados a su vez en el propio movimiento.

¡Ojalá pueda poseer a los cautivos de Osiris

y no caer nunca en manos de los demonios de Seth!…

En cuanto a vosotros que gozáis del descanso

en los bancos cubiertos de verde de los ríos celestiales

en la Región de Aquel que conduce las Almas

¡Ojalá pueda yo estar sentado en el puesto de Ra

cuando mi Cuerpo sea confiado al dios de la Tierra!

¡Ojalá pueda vencer a Seth y sus acechadores nocturnos

de cara de cocodrilo,

como de los acechadores de rostros ocultos,

cuando con apariencia de dioses,

se disimulan, el séptimo día de las Fiestas

en el templo del dios del Norte!

Ciertamente, parece que sus lazos están calculados para toda la eternidad

y sus cuerdas para aguantar por siempre…

Desde aquí percibo a un demonio;

su sombra etérea, sedienta y peligrosa,

maniobra en el Valle de las Tumbas…

Yo sé: que los que renacen de la muerte

se arriesgan a morir en los lazos de este demonio…

Pero yo he nacido para el mundo del Más Allá

con la forma de un Espíritu santificado lleno de vida…

¡Salve, oh Iniciados que moráis bajo la Tierra!

¡Aniquilad y estirpad el Mal que se apega a mi persona!

¡Oh Ra!, ¡déjame admirar tu disco de Fuego!

¡Ayúdame en mi lucha contra mis enemigos!

¡Déjame justificarme ante el Tribunal divino

presidido por la Gran Divinidad!

Pero si te niegas y me impides

que triunfe de mis enemigos

y de que me justifique delante del Tribunal divino,

entonces…

¡Que el orden natural sea trastornado!

Que el Nilo pueda escalar el Cielo

y vivir de la sustancia de la Verdad-Justicia

y que Ra sea quien haga vivir a los peces del Nilo!

Pero si yo venzo a mis enemigos,

entonces…

Pueda Ra elevarse al Cielo,

vivir de la sustancia de la Verdad-Justicia

y que el Nilo sea quien haga vivir a los peces!…

Ciertamente, cuando yo haya destruido a mis enemigos,

será un gran día en la Tierra.

He aquí, pues, que preparo una campaña contra mis enemigos.

Han sido entregados a mi poder;

y yo los deshago ante las Jerarquías divinas.