[1] Cfr. Innocent Gentillet, Anti-Machiavel, III, 8, 349. <<
[2] Plutarco, Pelópidas, 29, 9-10; Fortuna o virtud de Alejandro, II, 1, 334a. <<
[3] Claudiano, Súplica a Adriano, 30. <<
[4] (a-b) Pero la cobardía <<
[5] Ovidio, Tristes, III, 5, 35-36. <<
[6] Plutarco, Cómo se debe escuchar, 18, 48b. <<
[7] (a-b) y hacerle roer el freno <<
[8] Plutarco, La tardanza de la divinidad en castigar, 2, 548e-f. <<
[9] (a-b) en los riñones <<
[10] Jerónimo Osorio, Historia de Portugal, IV, 3. <<
[11] (a-b) pero cobardemente, sin lucha, sin riesgo <<
[12] Plinio, Historia natural, «Prefacio a Vespasiano», 31. <<
[13] Diógenes Laercio, V, 18. <<
[14] Es decir, acusando al otro de haber mentido (véase II, 18). <<
[15] (a-b) con un golpe de bastón <<
[16] Tito Livio, XXXIV, 28, 4. <<
[17] (a-b) en el temor. <<
[18] Nicole Gilles, I, 9. <<
[19] Heródoto, I, 82, 3. <<
[20] Tito Livio, 1, 24. <<
[21] Bertrand, señor de Mattecoulon (1560-c. 1627), acompañó a Montaigne en su viaje a Italia para estudiar esgrima en Roma. Fue compañero del gentilhombre gascón Espazerat en su duelo contra La Villate y Louis de Saligny. Brantóme se refiere al episodio en su Discours sur les duels, 322-323. <<
[22] Virgilio, Eneida, XI, 156-157. <<
[23] Tito Livio, XXVIII, 21, 6-10; los dos príncipes eran Corbis y Orsua. <<
[24] Torquato Tasso, Jerusalén liberada, XII, est. 55. <<
[25] (b) de la guerra y públicos <<
[26] Valerio Máximo, II, 3, 2. <<
[27] Plutarco, César, 45, 2-3. <<
[28] Plutarco, Filopemen, 3, 3-5. <<
[29] (c1) militar. Es digno <<
[30] Platón, Laques, 183c. <<
[31] Platón, Leyes, VII, 796a. <<
[32] Cfr. 1. Gentillet, Anti-Machiavel, III, 8, 349. <<
[33] Claudiano, Contra Eutropio, I, 182. <<
[34] Tito Livio, XL, 3, 7; cfr. 1. Gentillet, Anti-Machiavel, III, 3. <<
[35] Tito Livio, XL, 4. <<
[36] Cfr. Suetonio, IV, 30 (a propósito de Calígula). Montaigne se ha referido ya al mismo asunto en II, 13. <<
[37] El dilema es de origen epicúreo; cfr. Diógenes Laercio, IX, 140. <<
[38] La misma frase (censurada por el Tribunal del Santo Oficio de Roma en 1581) se encuentra también en la parte final de II, 11. <<
[39] Sobre la aparente desesperación de Cristo en la cruz, cfr. Mateo 27, 46. <<
[40] Flavio Josefo, Autobiografía, 75, 420-421 (pero Josefo no menciona el dato de los tres días; ¿pretende Montaigne aproximar este ejemplo a la muerte y resurrección de Cristo?, ¿sugiere con ello una explicación natural de su resurrección?). <<
[41] N. Calcóndila, Historia de la decadencia del Imperio griego, X, 2. <<
[42] Cfr. Jacques de Lavardin, Histoire de Georges Castriot surnommé Scanderberg, roi d’Albanie, París, 1576, f. 446. <<
[43] Plutarco, La malevolencia de Heródoto, 18, 858f; cfr. Heródoto, I, 92, 4. <<
[44] Paolo Giovio, Historia de su tiempo, XIII. Los hechos sucedieron en 1514 en Hungría y Transilvania. <<