[1] Montaigne piensa quizá en el conocido adagio cristiano «Non sunt facienda mala ut eueniant bona» [No debe hacerse el mal para alcanzar el bien; cfr. san Pablo, Romanos 3, 8]. La fórmula que emplea tiene un indudable sabor maquiavélico (cfr. El príncipe, 18, final). <<
[2] Cfr. Aristóteles, Política, V, 1, 1031a, y, entre los modernos, por ejemplo, Jean Bodin, Methodus, 6. <<
[3] Cfr. Hipócrates, Aforismos, I, 3; Celso, La medicina, II, 2; Plutarco, Conversaciones de sobremesa, V, 7, 5, 682e (que remite a Hipócrates). <<
[4] Cfr. Tito Livio, V, 38-49 (Breno fue un caudillo galo). <<
[5] Es decir, los turcos otomanos, procedentes de Asia central. <<
[6] Innocent Gentillet, Anti-Machiavel, III, 3; Jean Bodin, République, VI, 2. <<
[7] Juvenal, VI, 292-293. <<
[8] Plutarco, Catón el Viejo, 27, 2-3 (era el planteamiento que Escipión Nasica oponía al «Delenda est Carthago» [Hay que destruir Cartago] defendido por Catón); cfr. Plutarco, Camilo, 9, 2-3. Véase también san Agustín, Ciudad de Dios, I, 30 y el «Comentario» de J. L. Vives. Un eco de la misma idea se encuentra en Du Bellay, Antiquités, 23. <<
[9] Froissart, I, 213; cfr. 1. Gentillet, Anti-Machiavel, I, 1. <<
[10] Montaigne se refiere a Felipe VI y a Juan II el Bueno, y a sus proyectos de Cruzadas. <<
[11] Es un planteamiento que está presente en Maquiavelo, El príncipe, 21; «Capítulo de la ambición», 94-102, pero asimismo en Innocent Gentillet, Anti-Machiavel, III, 1, y en Jean Bodin, République, V, 5. En 1572 lo defiende el almirante de Coligny, a la sazón líder protestante, cuando anima a Carlos IX a implicarse en los Países Bajos (cfr. Philippe Duplessis-Mornay, Discours au Roy Charles IX, pour entreprendre la guerre contre l’Espagnol es Pay-Bas), y unos años más tarde François d’Anjou, duque de Αlençon, para justificar su empresa de Flandes (véase, por ejemplo, Margarita de Valois, Mémoires, II, 1577, al final). <<
[12] Catulo, 68, 77-78. <<
[13] Plutarco, Licurgo, 28, 8; cfr. Demetrio, I, 5; Antiguas costumbres de los espartanos, 239a. <<
[14] C. Agrippa, De incertitudine scientiarum, 86. <<
[15] Prudencio, Contra Símaco, I, 382-384, citado por Justo Lipsio, Saturnalium sermonum libri, I, 14. <<
[16] Prudencio, Contra Símaco, II, 1122-1123, 1126 y 1628-1629, citado por Justo Lipsio, Saturnalium sermonum libri, I, 12. <<
[17] Cicerón, Tusculanas, II, 17, 41. <<
[18] Prudencio, Contra Símaco, II, 617-620, citado por Justo Lipsio, Saturnalium sermonum libri, II, 22. <<
[19] Cfr. Justo Lipsio, Saturnalium sermonum libri, II, 3 y 4. <<
[20] Manilio, IV, 225-226, citado por Justo Lipsio, Saturnalium sermonum libri, II, 3. <<
[21] Estacio, Silvas, I, 6, 53-54, citado por Justo Lipsio, Saturnalium sermonum libri, II, 4. <<