[1] Cfr. la máxima legal «Quicquid agant homines, intentio iudicat omnes» [La intención juzga todo lo que hacen los hombres]. El tema es aludido por Ramón Sibiuda en Libro de las criaturas, 84. <<
[2] Cfr. Digesto, XIV, 6, 18. La Boétie, en el lecho de muerte, había bromeado con esta idea ante su amigo Belot: «Mi señor y buen amigo, yo estaba dispuesto a pagar mi deuda, pero he encontrado un buen acreedor que me la ha condonado» (Montaigne, Carta sobre la muerte de La Boétie). <<
[3] Se trata de Felipe de Habsburgo, llamado el Hermoso (1478-1506); G. y M. du Bellay, Mémoires, I, ed. 1569, f. 7. <<
[4] (a-b) a los que mandó cortar la cabeza. [Condenados a muerte por el Tribunal de los Tumultos que presidía el duque de Alba, Egmont y Horne fueron decapitados el 5 de junio de 1568 en la Gran Plaza de Bruselas. Cabe señalar que, al parecer, algunos parientes de la madre de Montaigne, como Martín López, vivían en los Países Bajos]. <<
[5] Es decir, a Enrique VII de Inglaterra. <<
[6] Egmont. <<
[7] De acuerdo con el adagio jurídico «Ultra posse nemo obligatur» [Nadie está obligado más allá de lo posible] (Digesto, 50, 17, 185). <<
[8] Heródoto, II, 121 (cfr. Henri Estienne, Apologie pour Hérodote, XV, 16). <<
[9] Es decir, hasta el momento en que ya no pueden ser jueces. <<