[1] Cfr. Maquiavelo, El Príncipe, 25: «De ahí que… dos hombres consigan el mismo resultado a pesar de actuar de manera opuesta y que, en cambio, de otros dos, aun actuando de manera idéntica, el uno alcance su propósito y el otro no» (trad. M. A. Granada, Madrid, 1990). Para Maquiavelo, que se ocupa del poder de la fortuna en los asuntos humanos, la clave del éxito radica en la conformidad de las acciones con la «condición de los tiempos». Véase también el título de I, 23. <<
[2] Cfr. Jean Froissart, Crónicas, I, 289 (pero según este cronista nada detuvo la matanza). Montaigne alude al famoso Príncipe Negro (1330-1376), que gobernó la Guyena, patria chica del autor de Los ensayos, en la época de la dominación inglesa. <<
[3] El príncipe albanés Jorge Castriota Scanderberg (1405-1468) luchó contra los turcos por la independencia de su país. Cfr. Paolo Giovio, Commentarii delle cose de’ Turchi con gli fatti e la vita di Scanderberg, 42, ad finem. <<
[4] Cfr. Jean Bodin, Methodus ad facilem historiarium cognitionem, «Proemium». La ciudad en cuestión es Weinsberg, en la Alta Baviera, asediada en 1140. <<
[5] (b) y el perdón <<
[6] Cfr., por ejemplo, Cicerón, Tusculanas, IV, 26, 56; Séneca, La ira, II, 17; La clemencia, 2, 4-5; y Epicteto, Disertaciones, II, 21, 5; III, 22, 13; IV, 1, 4. <<
[7] Plutarco, Cómo alabarse sin despertar envidia, 4, 540d-e. <<
[8] Diodoro de Sicilia, XIV, 112, 1-5. <<
[9] Plutarco, Consejos políticos, 19, 815e-816a. No se trata de Zenón sino de Estenón. Tampoco se trata de Perugia sino de Preneste, pero este último error debe atribuirse a la traducción francesa de Plutarco que sigue Montaigne, la de Jacques Amyot de 1572. <<
[10] Sobre el carácter de Alejandro, cfr. Plutarco, La fortuna o virtud de Alejandro, 2; la anécdota, en Quinto Curcio, IV, 6, 25-29. <<
[11] Diodoro de Sicilia, XIX, 49-51; 53. <<