Quisiera que mi amiguete del recto inseminado, Rent Boy, dejase de babear en mi jodida oreja. Hay un par de MBVs (marcas de bragas visibles) en la chati de enfrente, y se requiere toda mi concentración para garantizar que se lleve a cabo un examen a fondo. ¡Sí! ¡Eso me vendrá muy bien! Estoy a tope, a tope del todo. Es uno de esos días en que las hormonas circulan por mi cuerpo como una bola de acero en una máquina de millón, y todas esas luces mentales y sonidos chisporrotean en mi cabeza.

¿Y qué me propone Rents que hagamos en esta hermosa tarde de tiempo selecto de ligoteo? El capullo tiene la audacia de sugerir que volvamos a su queo, que apesta a alcohol, semen rancio y basura que debería haber sacado hace semanas, para ver vídeos. Corre las cortinas, suprime la luz del sol, suprime tus putas ondas cerebrales, y mírale, con un porro en la mano y soltando risitas como un cretino ante todo lo que salga en la caja tonta. Pues non, non, non, Monsieur Renton, Simone no está hecho para sentarse en habitaciones oscuras con plebeyos de Leith y yonquis hablando mierda toda la tarde.

Cause ah wis made for lovin yon bay-bee, you wir made for lovin me[9]

…una fea gorda se ha puesto delante de la titi con los MBVs, tapándome la vista de ese trasero subliminal con su obeso culo. Tiene el puto morro de llevar leggings ajustados —¡¡total y completamente ajena a la naturaleza delicada del estómago de Simone!!

«¡Ahí va una chiquita en forma!», comento sarcásticamente.

«Vete a la mierda, capullo machista», dice Rent Boy.

Estoy tentado de ignorar al hijo de puta. Los colegas son una puta pérdida de tiempo. Siempre están dispuestos a arrastrarte hasta su nivel de mediocridad social, sexual e intelectual. Sin embargo, será mejor abucharar al mamón, no vaya a pensar que se ha anotado un tanto.

«El hecho de emplear la palabra “capullo” en la misma frase que “machista” demuestra que en ese tema tienes el mismo pensamiento confuso y hecho polvo que en todos los demás.»

Eso desconcierta al capullo. Dice algo sacado del culo como réplica, en un lamentable intento por salvar la situación. Rent Boy 0, Simone 1. Los dos lo sabemos. Renton, Renton, cómo está el marcador

The Bridges está a tope de hembras. Ooh, ooh la la, let’s go dancin, ooh, ooh la la, Simon dancin[10] Hay chochos de todas las razas, colores, credos y nacionalidades presentes. ¡Ahí tú, cabrón! Es hora de moverse. Dos orientales consultando un mapa. Simone express, eso irá muy bien. A Rents que le jodan, es un bastardo adormilao, EGO total.

«¿Puedo ayudaros? ¿Adónde os dirigís?» pregunto. Hoshpitalidad eshcoshesha a la vieja ushanza, shí, no hay nada mejor, dice el Joven Sean Connery, el nuevo Bond, porque, chicas, esto es el nuevo servicio a Su Majestad

«Estamos buscando la Milla Real», me contesta a la cara una voz pija e inglesa-de-colonias. Menudo empujoncito por las bragas que tiene. Simple Simon sais, put your hands on your feet[11]

Por supuesto, Rent Boy tiene el aspecto de una polla fláccida en un barril lleno de chochos. A veces pienso de verdad que el tipo aún cree que una erección es para mear por encima de una pared alta.

«Seguidnos. ¿Vais a un espectáculo?» Sí, no hay nada como el Festival para hacer salir a las hembras.

«Sí.» Una de las muñecas de porcelana (china) me pasa un trozo de papel que pone Brecht: El círculo de tiza caucasiano por el Grupo de Teatro de la Universidad de Nottingham. Sin duda, una colección de gilipollas infestados de granos y con voz de pito escenificando sus miserables pretensiones artísticas antes de licenciarse para trabajar en las centrales nucleares que provocan cáncer en los niños o en agencias de inversiones que cierran fábricas, arrojando a la gente a la pobreza y la desesperación. Aun así, antes saquemos el gusanillo de los escenarios fuera del sistema. Jodidos sacos de escoria, ¿no estás de acuerdo, Sean, mi viejo colega pringao en el reparto de leche? Shí, Shimon, creo que quishá tengash mucha razón en esho. El viejo Sean y yo tenemos muchas cosas en común. Ambos hijos de Edina, ambos ex repartidores de leche de la cooperativa. Yo sólo hacía el recorrido de Leith, en tanto que Sean, de creer a cualquier viejo hijoputa, repartió leche en todos los hogares de la ciudad. Las leyes sobre el trabajo infantil serían más laxas entonces, supongo. Un terreno en el que diferimos es el de las pintas. En ese terreno Sean queda completamente batido por Simone.

Ahora Rents está venga a farfullar acerca de Galileo y Madre Coraje y Baal y toda esa mierda. Las zorras parecen bastante impresionadas y todo. ¡Que me follen hasta quedar inconsciente si sé por qué! En realidad este tío tiene su utilidad. Este mundo es asombroso. Shí, Shimon, cuanto másh veo, menosh me creo. Losh dosh igual, Sean.

Las periquitas orientales se van al espectáculo, pero han aceptado encontrarse con nosotros después en Deacon’s para una copa. Rents no puede venir. Bu-mierda-bu. Lloraré hasta quedarme dormido. Ha quedado con Miss Mogadón, la encantadora Hazel… simplemente tendré que entretener a las dos chiquitas… si decido hacer acto de presencia. Soy un hombre ocupado. Hay que anteponer el deber a todo, ¿eh, Sean? Preshishamente, Shimon.

Me zafo de Rents, que vaya y se mate con las drogas. Vaya unos jodidos amigos que tengo. Spud, Segundo Premio, Begbie, Matty, Tommy: esta peña quiere decir: L-I-M-I-T-A-D-A. Una sociedad extremadamente limitada. Pues bien, estoy hasta más arriba del gorro de perdedores, desesperados, piraos, arrabaleros, yonquis y demás. Soy un joven dinámico, en ascenso, abriéndose paso a empujones, empujones, empujones…

…los socialistas no paran de hablar de tus camaradas, tu clase, tu sindicato y la sociedad. Que jodan a toda esa mierda. Los tories no paran de hablar de tu patrón, tu país, tu familia. A todo eso que lo jodan más aún. Soy yo, yo, el puto YO, Simon David Williamson, EL PUTO NÚMERO UNO, contra el mundo, y es una bulla desigual. Es tan putamente fácil… Que los jodan a todos. Admiro tu deshenfrenado individualishmo, Shimon. Veo paralelishmos conmigo cuando era joven. Me alegra que digas eso, Sean. Otros han hecho comentarios semejantes.

Ugh… un hijoputa con granos con una bufanda de los Hearts… sí, los capullos juegan hoy en casa. Míralo; el manifiesto antiestilo definitivo. Preferiría ver a mi hermana en un burdel que a mi hermano con una bufanda de los Hearts, es la puta verdad… sí, huy, otra chica robusta ahí delante… con mochila, buen moreno… mmmm… chupar, follar, chupar, follar… todos nos caemos…

… adonde ir… romper a sudar en el multigym del club, ahora tienen una sauna y rayos UVA… poner los músculos a tono… los escalofríos del caballo son sólo un desagradable recuerdo ahora. Las chicas chinas, Marianne, Andrea, Ali… ¿quién será la afortunada yegua a la que se la meteré esta noche? ¿Quién tiene el mejor polvo? Pues yo, claro. Hasta puede que encuentre algo en el club. La dinámica es mágica. Tres grupos; mujeres, tíos hétero y tíos gays. Los tíos gays van a por los tíos hétero que son de tipo seguridad con enormes bíceps y barrigas cerveceras. Los tíos hétero van a por las mujeres, a quienes les van los ligeros y sanos mariconcetes. Ningún bashtardo conshigue lo que quiere realmente. Shalvo noshotros, ¿eh, Sean? Preshishamente, Shimon.

Espero no ver al maricón que me entró la última vez que estuve allí. Me dijo en la cafetería que tenía el virus, pero que todo estaba bajo control, no era una sentencia de muerte, jamás se había sentido mejor. ¿Qué clase de capullo le dice eso a un desconocido? Probablemente fuese boquilla.

Puta reinona… eso me recuerda que tengo que comprar unos condones… pero es imposible pillar el virus en Edimburgo por follarse a una chica. Dicen que el pequeño Goagsie lo pilló así, pero yo diría que ha estado metiéndose un poco por las cañerías o haciendo el bujarrón discretamente. Si no lo pillas picándote con tipos como Renton, Spud, Swanney y Seeker, es evidente que no lleva tu nombre puesto… con todo… por qué tentar a la suerte… pero por qué no… al menos sé que aún estoy aquí, vivo todavía, porque mientras haya una oportunidad de montárselo con una mujer y su monedero, y eso es todo, eso es todo, no he encontrado otra puta cosa, CERO, que llene este gran AGUJERO NEGRO como un puño cerrado en el centro de mi puto pecho…