AGRADECIMIENTOS

Este libro no habría sido posible sin el apoyo, y sobre todo la paciencia, de David Harris, John Betancourt, Byron Preiss, Susan Allison, Ginjer Buchanan y Peter Heck. Hubo muchas discusiones, pero gracias a los esfuerzos colectivos, pudimos llegar a buen puerto. Este libro es una prueba de que todo escritor necesita al menos un editor, y a veces tener cinco o seis no es mala idea. También doy las gracias a Thomas B. Allen y Eleanore Fox, ninguno de los cuales tenía tiempo para leer el manuscrito, cosa que hicieron ambos.