Sueña en GRANDE

Nació en el seno de una familia pobre, sin embargo, desde niño, amaba dibujar, y se dedicaba a vender sus bosquejos. Estudiando en un colegio de arte, tuvo la oportunidad de descubrir el innovador invento del cine, que le cautivó desde entonces.

Tras trabajar para una agencia de publicidad, creó su propia compañía junto con su amigo Ubbe Iwerks, aunque tuvieron que cerrar por bancarrota. Entonces, lejos de desanimarse, se fue a Hollywood, pero ningún director quiso contratarlo, por lo que montó Walt Disney Studios, con la ayuda de su hermano. Después de crear a Micky Mouse su fama se extendió al incorporar la novedad del sonido a la película de Micky, Willie en el barco de vapor (1928) y crear el primer largometraje animado, Blancanieves.

Walt Disney siguió soñando en grande y no contento con este éxito, se imaginó llevar la magia de sus películas al mundo real. De esta manera, surgió la idea de crear los famosos parques temáticos Disney World, enfocados no sólo al público infantil, sino a todos los públicos. Hoy en día, estos parques siguen fascinando a niños y adultos de igual manera y son capaces de introducir al visitante a un mundo de fantasía. Walt no solo soñó, sino que gracias a sus películas ha creado sueños en miles de personas. Al ser preguntado acerca del atractivo de la película Blancanieves, contestó:

«En nuestros estudios sólo estamos convencidos de una cosa, todos fuimos niños alguna vez, así que al plantearnos una nueva película, no pensamos ni en los adultos ni en los niños, sino en ese rincón limpio y puro que conservamos en nuestro interior, ese rincón que el mundo, quizá, nos ha hecho olvidar, pero que tal vez logremos recuperar por medio de nuestras películas».

Soñar es el alimento del alma. Son esos sueños los que nos dicen que la realidad no es realidad, que sí es posible cambiar las estrellas con un poco de esfuerzo y tenacidad.

El mundo pertenece a los que son capaces de creer en sí mismos, a los que se atreven a confiar en sus sueños aún sabiendo que la realidad es otra. Es ahí cuando una estrella cambia de lugar. Quien dijo que hay que soñar con los pies en la tierra se equivocó, porque la realidad y los sueños no pueden habitar en el mismo lugar. Cuando sueñas tu alma se engrandece.

Ser soñador es ser diferente, por lo tanto cuando alguien sueña, lo más probable es que encuentre obstáculos y oposición. Sin embargo, encontrar oposición es un gran síntoma de estar haciendo las cosas bien, ya que regularmente a la gente no le gustará que te distingas y algunos disimularán una sonrisa cuando te escuchen hablar de tus sueños. Con los años me he dado cuenta de que es mejor compartir tus sueños con personas que hablen el mismo lenguaje que tú, el lenguaje del éxito. No vale la pena perder el tiempo con pesimistas, es mejor que aprendan con tu ejemplo. Como dijo Ralph W. Emerson «Lo que tengo que hacer es lo que me concierne, no lo que la gente cree». Los sueños provienen del interior del corazón, así que haz solamente lo que le concierne a tu corazón.

He aquí algunos ejemplos de personas que soñaron:

•Steve Jobs, a pesar de las dificultades que pasó toda su vida, fue capaz de soñar que podía crear productos increíblemente brillantes «insanely great», (Apple).

• Bill Gates y sus amigos abandonaron Harvard en busca de un sueño. (Microsoft).

• Martin Luther King, aunque no representa una empresa, supuso el inicio del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos. Soñó en la libertad («I have a dream»).

• Walt Disney arriesgó todo su capital para financiar el primer largometraje en color, Blancanieves. (The Walt Disney Company).

• A Pablo Motos le dijeron que no valía para la televisión, que era bajito, que no tenía barbilla, que lo dejase. (El Hormiguero).

• El coronel Sanders, a pesar de tener más de 60 años, soñó que su pollo frito podía venderse en todas partes (KFC)

Aquéllos que han cambiado el mundo fueron capaces de creer en sus sueños. Tú, ¿quién serás?, ¿hablarás de otros que lograron cosas grandes, o hablaran de ti?, atrévete a soñar y ¿por qué no?, crea algo que sea recordado por generaciones. Los sueños se logran con perseverancia y esfuerzo, y están destinados para los ganadores, no para los «gallinas». Más adelante hablaremos sobre perseverar y esforzarse. Lo importante es empezar a desempolvar tu mente y fabricar sueños loables, nunca busques sueños egoístas que sólo te beneficien a ti. Como emprendedor, el mejor consejo que puedo darte es que en cada sueño que te propongas beneficies a alguien más.