DIECISÉIS
Los infardi
Fue siempre la mayor de sus armas. Supongo que la llamarían sorpresa. La magnitud de su capacidad para hacer que sucediera lo inesperado. Para dar la vuelta a una situación, incluso la peor de las derrotas. Lo vi suceder muchas veces. Algo surgido de la nada. El triunfo surgido del desastre. Hasta el mismísimo final, cuando ya no pudo hacer sus milagros. Entonces cayó.
Señor de la Guerra Kiodrus,
de El sendero de las nueve heridas:
Una historia de servicio con la Santa