Libro primero

El emperador Dorado

La mentira se alza sola, el solitario engaño

con la espalda vuelta, da igual la dirección

de tu reticente acercamiento, y con cada paso

tu objetivo sigue adelante, tu zancada se pierde

el sendero se pliega sobre sí mismo, una y otra vez

caminas y lo que se alzaba solo ante ti,

errante como una desgracia, un pronunciamiento accidental,

ahora revela su legión de hijos, esta masa

que hierve en hebras y nudos y, rodeado,

no puedes coger aliento, no puedes moverte.

El mundo es tu obra, y un día,

amigo mío, te alzarás solo entre

un mar de muertos, la adquisición de tus palabras

todas sobre ti y el viento te abrirá con una carcajada

un nuevo sendero, que llevará al tormento interminable;

el solitario engaño es su soledad, la mentira es

la mentira que se alza sola, las hebras y los nudos

de la multitud se tensan en recto juicio

con el que tú, otrora, con tanta libertad estrangulaste

a cada cual que decía la verdad, cada voz disidente.

Así que ahora alivia tu sed en mi compasión

y vete al otro mundo muerto de sed en el yermo.

—Fragmento encontrado el día que

la poetisa Tesora Veddict fue arrestada por

los patriotas (seis días antes de su Ahogamiento)