AGRADECIMIENTOS

Deseamos dar las gracias a nuestros agentes, Harvey Klinger y Matthew Snyder. Brindamos en vuestro honor con nuestros vasos de escocés malteado de las Highlands: este proyecto no se habría iniciado de no haber sido por vuestra ayuda y estímulo.

También quisiéramos expresar nuestro agradecimiento a las siguientes personas de Tor/Forge: Tom Doherty, por su visión y apoyo incansables; Bob Gleason, por creer en nosotros desde el principio; Linda Quinton, por sus consejos comerciales, refrescantemente sinceros; y Natalia Aponte, Karen Lovell y Stephen de las Heras, por sus diversos actos de socorro a los autores.

En el aspecto técnico deseamos dar las gracias a Lee Suckno (médico), Bry Benjamín (médico), Frank Calabrese (doctor en filosofía) y Tom Benjamín (médico).

Lincoln Child quisiera expresar su gratitud a Denis Kelly: compañero, antiguo jefe y caja de resonancia que lleva sufriendo desde hace tiempo. Gracias también a Juliette, un alma paciente y comprensiva. Y a Chris England, por su explicación de cierto argot arcano; ¡sabio Chris!

Un Gibson Granada de los de antes de la guerra, acompañado con un generoso puñado de pastas de chocolate, para Tony Trischka: aficionado al banjo, confidente y siempre un «buen clavo ardiendo».

Douglas Preston quisiera dar las gracias a su esposa, Christine, que cruzó con él el desierto de Jornada del Muerto en cuatro ocasiones, así como a Selene, que fue útil de tantas maneras. Aletheia fue un agradable pasatiempo al acampar con nosotros en Jornada, cuando sólo tenía tres semanas de edad. Gracias por su ayuda a mi hermano Dick, autor de La zona caliente. Gracias también a las revistas Smithsonian y New México, que contribuyeron a financiar nuestra exploración del antiguo camino español que cruza Jornada, conocido como Camino Real de Tierra Adentro.

Walter Nelson, Roeliff Annon y Silvio Mazzarese nos acompañaron a caballo en nuestro recorrido por Jornada y fueron magníficos compañeros de cabalgada. También deseamos expresar nuestro agradecimiento a las siguientes personas, que nos permitieron cruzar a caballo sus ranchos: Ben y Jane Cain, del rancho Bar Cross; Evelyn Fite, del rancho Fite; Shane Shannon, antiguo encargado del rancho Armandaris, y Tom Waddell, actual capataz del Armandaris; Ted Turner y Jane Fonda, propietarios del Armandaris; y Harry F. Thompson Jr., de los ranchos Thompson. Gabrielle Palmer fue muy útil, como siempre, con su información histórica.

Un agradecimiento especial para Jim Eckles, de la White Sands Missile Range, por la memorable visita a una cadena montañosa de 8.300 kilómetros cuadrados. Quisiéramos disculparnos por las libertades que nos hemos tomado al describir White Sands que es, sin lugar a dudas, una de las instalaciones de pruebas del ejército mejor administradas (y de mayor conciencia medioambiental) que existen en el país. Evidentemente, en la propiedad WSMR no existe un lugar como Monte Dragón.

Finalmente, nuestro agradecimiento para todos aquellos que nos han ayudado con Nivel 5 en particular, y en nuestras novelas en general: Larry Bern, Mark Gallagher, Chris Yango, Bob Wincott; para los miembros del foro literario de CompuServe, y para otros, demasiado numerosos para ser mencionados aquí. Vuestro entusiasmo contribuyó a hacer posible este libro.