Carta de Ramón Pérez de Ayala a Agustín Rotaeche

Buenos Aires, 25 de junio de 1951

Mi querido Agustín:

En la última carta que recibí me adelantabas tu viaje a La Habana. A estas fechas, te supongo ya en la isla. Espero que las charlas tropicales con el conde de Foxá den algún fruto.

Me preguntas por la situación explosiva de Argentina, y recuerdas que había prometido hablarte sobre mi posible retorno a España.

Respecto a lo primero, te diré que este país se derrumba por instantes y, hasta donde se puede prever, no ofrece porvenir ni seguridad ninguna para nadie.

En cuanto a lo segundo… Créeme, no hay día que no piense en el epitafio de Escipión el Africano: «Patria ingrata, no serán tuyos mis huesos».

El más cariñoso, apretado y cordial abrazo,

Ramón