DIARIO DE LAS SESIONES DE LAS CORTES

15 de febrero de 1935

CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Propuesta de acusación formulada por el Sr. Goicoechea y otros Sres. diputados contra D. Manuel Azaña Díaz.

QUINTO. Las fábricas del Consorcio, apremiadas por la Gerencia, prepararon las armas y municiones del pedido con toda rapidez, hasta el punto de que, antes de que se formalizasen los dos contratos de compra a que se alude en los primeros párrafos, ya estaba gran parte del material empaquetado en ellas y a disposición del señor Echevarrieta.

Aunque era obligación de este último hacerse cargo de dicho material en las respectivas fábricas, éstas, cumpliendo órdenes terminantes de la Gerencia, lo enviaron por ferrocarril a Cádiz, con el rotulado convenido y a la consignación de Echevarrieta.

Una vez el material en la estación férrea de Cádiz, Echevarrieta no lo retiró, a pesar de reiterados avisos, por lo que el gobernador civil ordenó, y así se hizo, fuese depositado en el parque de Artillería y castillo de San Sebastián, donde quedó en los primeros días de septiembre de 1933, en su mayor parte.

Echevarrieta no pagó las letras aceptadas, que el Consorcio protestó. Pero este organismo, teniendo todavía en cuenta las recomendaciones hechas por el ya exministro Azaña de que se le guardasen las mayores consideraciones, no las llevó a ejecución, concediéndole nuevos y sucesivos plazos para que pagase, sin conseguirlo.

Todavía después de que el 27 de febrero de 1934 el Consejo de Administración acordara no concederle más plazo, considerando caducados los contratos de venta, se le concedió uno nuevo, al final del cual, el 8 de junio, se presentó al consejero-gerente en Madrid el representante de Echevarrieta, D. Alfonso Castro, acompañado del francés D. Leon Soubie, señalado como adquirente de casi todo el material.

Antes de que se cumplieran las órdenes de entrega, manifestó Castro al Consorcio, de parte de Echevarrieta, que se quedaría con el resto del pedido, excepto las granadas de fusil, y, aceptado, pagó en el acto 50.000 pesetas y entregó como resto una letra aceptada a noventa días por 91.497 pesetas, que tampoco abonó a su tiempo, y protestada se ha presentado a ejecución judicial.

El Consorcio ordenó al comandante de Artillería de Sevilla Sr. Calzada que fuera a Cádiz a hacer entrega a la representación de Echevarrieta del material allí depositado, y dicho comandante, empleando soldados y camiones militares, condujo al puerto dicho material y lo embarcó en el Turquesa el día 3 de septiembre de 1934.

Como la Aduana de Cádiz se resistiera a autorizar el embarque de tales efectos, hubo que avisar al Consorcio en Madrid telegráficamente, y el gerente en persona gestionó con el director general de Aduanas que lo autorizara también por telégrafo.