DIARIO DE LAS SESIONES DE LAS CORTES
15 de febrero de 1935
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
Propuesta de acusación formulada por el Sr. Goicoechea y otros Sres. diputados contra D. Manuel Azaña Díaz.
A LAS CORTES
Los diputados que suscriben formulan, para que sea tramitada con arreglo a las condiciones y en la forma que establece el número 5 del artículo 77 de la ley de 14 de junio de 1933, la siguiente
PROPUESTA DE ACUSACIÓN
HECHOS
PRIMERO. En la noche del 10 al 11 de septiembre de 1934, unos carabineros del puerto de San Esteban de Pravia descubrieron en la orilla de la desembocadura del río Nalón unas camionetas en las que varios sujetos estaban alijando municiones de guerra desde unas lanchas gasolineras.
Capturada una de las camionetas y detenidos algunos de los sujetos que realizaban el alijo, que resultaron estar afiliados al Partido Socialista, se averiguó que las gasolineras habían tomado las municiones y el armamento de un vapor llamado Turquesa, fuera de puerto, y que dicho cargamento se había embarcado en Cádiz el día 3 anterior.
Dicho cargamento procedía de las Fábricas Nacionales de Armas y Municiones, incluidas en el Consorcio de Industrias Militares, creado por ley de 6 de febrero de 1932, y habían sido compradas a tal organismo por D. Horacio Echevarrieta y Maruri, según contratos de 20 de octubre de 1932 y 22 de enero de 1933.
El destino de las armas y municiones, según se dijo al ser adquiridas por Echevarrieta y consignadas a su disposición en Cádiz, era Djibouti, capital de Somalilandia, colonia africana de la República Francesa. Tal fue la versión oficiosa que se dio por el comprador y la dirección puesta en las órdenes de facturación y embarque y en las cajas de empaquetado.
SEGUNDO. Cuando la prensa divulgó la noticia de aquel contrabando de armas y municiones, D. Horacio Echevarrieta, que estaba en Madrid, se dirigió al Ministerio de la Gobernación, pretendiendo hablar con el ministro para justificar sin duda su intervención en el asunto. Por estar ocupado el ministro, habló con el subsecretario, a quien dijo y rogó que hiciera saber a quien procediera que aquel asunto no siguiese teniendo tanta resonancia, porque, en otro caso, él habría de «tirar de la manta», y se comprometía en ello a altas personalidades de la República…