Notas

[1] Véase Gutiérrez-Ravé; Fernández Almagro, p. 210; Sevilla, Antonio Maura. <<

[2] El pensamiento de Primo de Rivera (Pemán), p. 53. <<

[3] En La Nación (Madrid), 6 de agosto de 1927, citado por Pemán, p. 65. <<

[4] De un discurso pronunciado en un banquete en honor de Alfonso XIII, el 22 de enero de 1925, citado por Pemán, p. 203. <<

[5] Ratcliff, p. 59. <<

[6] Salvo cuando se indique especialmente de otro modo, la palabra «fascista» y sus derivados se aplican aquí en su sentido más amplio para calificar la adhesión al sistema de gobierno autoritario, corporativo y nacionalista. <<

[7] Guillen, Los que nacimos, p. 121. Guillen Salaya era colaborador de La Gaceta. <<

[8] Giménez, Genio de España, p. 34-35. <<

[9] Ibíd., p. 35. <<

[10] Informaciones (Madrid), número 3790, citado por Mendizábal, p. 183. <<

[11] Citado por Mendizábal, p. 178. <<

[12] Citado por Basaldúa, p. 13. <<

[13] Giménez, La nueva catolicidad, p. 143-144. <<

[14] Citado por Basaldúa, p. 81. <<

[15] Albiñana, Confutado en Las Hurdes, p. 113. <<

[16] El programa oficial figura en Albiñana, Después de la Dictadura, p. 242-246. <<

[17] Albiñana, Prisionero de le República, p. 60. <<

[18] Albiñana, Confinado en Las Hurdes, p. 170-171. No es seguro que Albiñana hubiese leído a Charles Maurras, pero, en todo caso, en 1932 León Daudet trató de promover una campaña internacional de prensa en su favor. Para ello solicitó el apoyo de algunos escritores fascistas italianos y se dirigió a la Sociedad de las Naciones (Ibíd., p. 210-216, 326-328 y el artículo de José Calvo-Sotelo en La Nación, Madrid, 8 de febrero de 1933). <<

[19] Así lo afirma Albiñana en España bajo la dictadura republicana. <<

[20] Aparición, en La Conquista del Estado, p, VII-IX, Aparición, Ramiro Ledesma, p. 13-18; Arrarás, Historia de la Cruzada española, 1, 385 (en adelante solo se citara el volumen y la pagina). <<

[21] Reunidos posteriormente en Los escritos filosóficos de Ramiro Ledesma.<<

[22] Algunos han hecho observar que la forma más apropiada en castellano seria la de Sindicalismo nacional y no la de Nacional-Sindicalismo adoptada por Ledesma, que más parece una corrupción tomada directamente del Nacionalsocialista. <<

[23] Existe una declaración bastante rotunda en El Sol (Madrid), 6 de diciembre de 1930, y su correspondiente critica por Julián Besteiro en El Socialista, 6 de enero de 1931. <<

[24] Roberto Lanzas (seudónimo de Ledesma), ¿Fascismo en España?, p. 52; La Conquista del Estado, número 10, 16 de marzo de 1931. <<

[25] Aparición, La Conquista del Estado, p. XI. <<

[26] La Conquista del Estado, número I, 14 de marzo de 1931. <<

[27] Ibíd., núm. 2,23 de marzo de 1931; núm. 11,23 de mayo de 1931. Esta aparente contradicción se explica porque lo mismo los carlistas que los anarquistas repudiaban enérgicamente el legado de los siglos XVIII y XIX. <<

[28] Ibíd, núm. 13, 6 de junio de 1931. <<

[29] Citado por Guillen Salaya, Historia del Sindicalismo español, p. 141. <<

[30] Citado por Aparicio, La Conquista del Estado, p. XVIII. <<

[31] Véase Foltz, p. 63, y Ledesma, ¿Fascismo en España?, p. 54-57. <<

[32] Narciso Sánchez «Onésimo Redondo», Temas españoles (Madrid, 1953) núm. 39. p. 5-6. <<

[33] Siguiendo la actitud habitual del fascismo clerical de aquellos años, declaró que Adolfo Hitler representaba al «Cristianismo frente al Marxismo» (El Estado Nacional, n.º 19, 20 de marzo de 1933). <<

[34] Se dice que Redondo practicaba frecuentemente ejercicios espirituales y leía todas las noches la Biblia, lo que constituía ciertamente una curiosa manera de prepararse para la agitación totalitaria. Cf. Arrarás, I, 423. Sobre la profunda formación religiosa de Redondo véanse, entre otros, Fernández Almagro, p. 210-212; Marcotte, p. 50-51; Paltee, p. 305-306; y Hughes, p. 31. Las observaciones de Ledesma sobre este punto figuran un poco más adelante en este mismo volumen. <<

[35] «Onésimo Redondo y el Sindicato Remolachero», SP, 8 de marzo de 1939, p. 10. <<

[36] «Esto sólo puede hacerlo un movimiento impregnado de frenesí españolista, movido por la juventud y dedicado a Combatir en lodos los terrenos tanto a la marrullería burguesa, que escatima sus deberes, como al desenfreno de la ola materialista» (Libertad, n.º 29, 28 de diciembre de 1931). <<

[37] Libertad, n.º 7, 27 de julio de 1931. <<

[38] Ibíd, n.º 3, 27 de junio de 1931, y JONS, 2 de junio de 1933. <<

[39] «La coeducación o emparejamiento escolar es un crimen ministerial contra las mujeres decentes. Es un capitulo de la acción judía contra las naciones libres. Un delito contra la salud del pueblo ave deben penar con su cabeza los traidores responsables». (Libertad, n.º 17, 5 de octubre de 1931. La bastardilla es del propio Redondo.). <<

[40] Citado por Basaldúa, p. 11. <<

[41] El socialista Femando de los Ríos, catedrático de Derecho de la Universidad de Granada, parece haber evocado este emblema durante unas clases a las que asistía Juan Aparicio, quien fue luego secretario de Ledesma. El emblema del yugo y las flechas figuraba también en las armas del escudo de Guadix, pueblo natal de Aparicio Fernández Almagro, p. 212; Guillen Salaya, Los que nacimos, página 96.Sin embargo, según Jato, p. 49, este símbolo fue mencionado por escritores nacionalistas como Giménez Caballero y Rafael Sánchez Mazas en artículos aparecidos en 1927 y 1928. <<

[42] Según Ledesma, en Discurso, p. 14. <<

[43]Libertad, números 38-40, 29 de febrero, 7 y 14 de marzo de 1932.<<

[44] El Estado National (semanario de discusión de teoría política, dirigido por Redondo), 20 de lebrero de 1932. El empleo de «fórmulas» aseguraba «la selección de la peor política»(Ídem. 27 de febrero de 1932). <<

[44bis]Ibíd., n.º 36,15 de febrero de 1932. <<

[45] ¿Fascismo en España?, p. 78. <<

[46] Guillen Salaya, Los que nacimos, p. 112-114. Conversación con Anselmo de la Iglesia —uno de los más fieles seguidores de Redondo— en Madrid, el 26 de mayo de 1959. <<

[47] «Ramiro… no pudo nunca encontrar las fronteras que separan la vida real, que fluye a todas las horas, de la vida imaginada, que sólo nos posee en los momentos fugaces del ensueño… Uno no acierta a comprender si Ramiro soñaba para obrar o ansiaba la acción para sonar. Tampoco pudo comprenderlo él» (Emiliano Aguado: Ramiro Ledesma en la crisis de España, pág. 114). <<

[48] Lizarza, p. 16; Arrarás, I, 485. <<

[49] Estas maniobres aparecen descritas con detalle en Galindo, p. 95-182. <<

[50] Ansaldo, p. 54. <<

[51] En Iturralde, p. 239-408, figura un interesante estudio sobre el papel del catolicismo durante la República. <<

[52] Sobre las vicisitudes de las derechas durante la República véase Fernández Almagro y también Arrarás, vol. I. <<

[53] Valdecasas afirmó más tarde que la República le había defraudado desde los comienzos (conversación en Madrid el 18 de noviembre de 1958). Valdecasas había tomado una parte importante en la redacción del anteproyecto de creación de «Consejos Técnicos» previstos en la Constitución, cuya misión consistirá en asumir la dirección de las cuestiones económicas, para que éstas no estuvieran sometidas a las vicisitudes políticas. Véase Smith, p. 120-127, 167-168, 191-193, 271-273 y 303-304. <<

[54] En su libro sobre Primo de Rivera, J. Capella hace una notable descripción de la personalidad de dictador. <<

[55] Como lo reconoce incluso un socialista como José Antonio Balbontin (La España de mi experiencia, p. 306-307). <<

[56] El José Antonio de Ximénez de Sandoval constituye la biografía oficial del Régimen; la infancia y juventud de José Antonio se describen en las páginas 1 a 36. Puede encontrarse mis información en Pavón, p. 15-29, y en artículos de los amigos y parientes de José Antonio como Nieves Sainz de Heredía, Lula de Lara y Raimundo Fernández Cuesta en Dolor y memoria, p. 174-182. <<

[57] Conversaciones con Emilio González López, Nueva York, 27 de octubre de 1957, y Jesús Prados Amule, Madrid, 22 de mayo de 1959. Aunque cuando eran estudiantes defendían ideas políticas opuestas, ambos interlocutores coincidían en su apreciación de la actitud de José Antonio. Pueden hallarse otros detalles, algo deformados en su interpretación, en el libro de Ramón Serrano Súñer Semblante de José Antonio (Madrid,1959) 197-200; también en Francisco Bravo Martínez, José Antonio: el Hombre, el jefe, el camarada (Madrid, 1939), p. 10, y Jato, p. 27. <<

[58] Pemartín, p. 597-601. <<

[59] Algunas de sus últimas producciones literarias figuran en Blanco y Negro (Madrid), 8 de diciembre de 1929, y La Nación (Madrid), 28 de noviembre de 1929. <<

[60] Ratcliff, p. 80-81. <<

[61] El Heraldo de Madrid, 13 de marzo de 1930. <<

[62] Tanto Maura como Aunós (Espada en crisis, p. 300-310) denunciaron la corrupción de los elementos de la Unión Patriótica y de la Unión Monárquica. Aunós fue ministro de Trabajo del gobierno de Primo de Rivera. <<

[63] Diario de Jerez, 1 de julio de 1930, citado en Textos inéditos y epistolario de José Antonio Primo de Rivera, Madrid 1956 (en lo sucesivo citado simplemente como Epistolario). <<

[64] La Nación, 12 de febrero de 1930; Boletín de la Unión Patriótica, 18 de febrero de 1930. <<

[65] La Nación, 18 de febrero de 1930, reproducido del Diario de Albacete. <<

[66] Después de la conferencia de José Antonio en Albacete, el destacado jurista socialista Luis Jiménez de Ansúa anuló la que debía pronunciar en el mismo local, alegando que no quería ocupar la tribuna que había utilizado un Primo de Rivera (La Nación, 26 de febrero de 1930). <<

[67] Textos de doctrina política. Obras completas (Madrid, 1952) (citado en lo sucesivo como Obras). José Antonio había pensado en presentarse en su feudo familiar de Cádiz en mayo de 1930, cuando se hablaba de que el gobierno Berenguer iba a celebrar elecciones (Carta de José M.ª Pemán a Ximénez de Sandoval del 11 de diciembre de 1941, en Ximénez, p. 472-473). <<

[68] Esto era particularmente cierto por lo que respecta al diario monárquico ABC. Véase Ximénez, p. 103 y 107 y también el órgano de los jesuitas El Debate del 1 y 5 de octubre de 1931. <<

[69] Ramiro Ledesma aplaudió este resultado, afirmando que los votos de José Antonio reflejaban una reacción «nacional» contra las Cortes Constituyentes burguesas (La conquista del Estado, 10 de octubre de 1931). <<

[70] Según Ximénez (p. 109-110), José Antonio se dedicaba a leer los principales autores revolucionarios: Hitler, Rosemberg, Mussolini, Farinacci, Lenin y Trotsky. El único autor liberal que leía era Ortega. Entre los demás autores españoles que apreciaba figuraban los de extrema derecha como Donoso Cortés, Menéndez y Pelayo y Ramiro de Maeztu. <<

[71] Epistolario, p. 36-80. <<

[72] ABC, 16 de marzo de 1931. <<

[73] En La Nación, 17 de enero de 1931. <<

[74] José Antonio encontró un escape para sus preocupaciones políticas cortejando a la heredera de uno de los más antiguos ducados de España. Como la muchacha era hija única, su padre, el duque, pretendió que José Antonio renunciase a su propio titulo de marqués de Estella para que, al casarse, continuara la línea directa de sucesión del titulo de su hija. Pero José Antonio estaba demasiado orgulloso de su titulo familiar para aceptar semejante exigencia. Se dice que este amor contrariado marcó para siempre el destino de José Antonio, quien permaneció soltero. Cf. José M.ª Villapecellín, José Antonio: En la cárcel y a hombros de sus camaradas, en Ximénez, p. 493. (El autor del presente libro ha hablado con diversas personas conocedoras de este idilio de José Antonio, habiendo recogido cuatro versiones diferentes del mismo). <<

[75] Arrarás, I, 423. <<

[76] Según Ledesma, Delgado había recibido 130 000 suscripciones para el primer número (¿Fascismo en España?, p. 87), aunque esta cifra parece muy exagerada. Sin embargo, lo cierto es que el mundo financiero se interesó por este semanario; el influyente financiero catalán Juan Pujol llegó incluso a colaborar con un articulo firmado con seudónimo. <<

[77] Hughes, p. 29. <<

[78] Arrarás, I. 594; ¿Fascismo en España?, p. 88-89. Se llegó a amenazar a uno de los colaboradores, Sánchez Mazas, para que retirara un artículo suyo. <<

[79] Obras, p. 43-47. <<

[80] Citado en Dávila y Pemartín, p. 19. <<

[81] Según Prieto en El Socialista, 19 de mayo de 1949. <<

[82] Ansaldo, p. 89; conversación con José Pla, Llofriu (Gerona), el 28 de abril de I9S9. Pla estaba considerado como uno de los mejores observadores políticos de la segunda República, en Madrid. <<

[83] Citado en Ximénez, p. 127. <<

[84] Dávila y Pemartín, p. 24. <<

[85] Ruiz de Alda, Julio, y Franco, Ramón, De Palos al Plato (Madrid, 1927). <<

[86] Prólogo a las Obras Completas de Ruiz de Alda, p. 13-26. <<

[87] Ibíd., p. 27-28. <<

[88] En la entrevista de El Fascio, Ruiz de Alda se mostró partidario de «un movimiento exaltado y violento, dirigido a las nuevas generaciones y con un Fondo social grande, integrando a trabajadores e intelectuales. Un movimiento conducido por espíritus convencidos y dispuestos al sacrificio para que no resulte un simple acto de defensa clasista o de capitalismo cobarde» (Ruiz de Alda, Obras completas págs. 205-209). <<

[89] Ibíd, p. 34. <<

[90] En Oviedo y Sevilla también fueron distribuidas octavillas por grupos de estudiantes (Jato, pagina 54). <<

[91] La cifra de detenidos tal vez llego a varios miles. Ahora, Madrid, 23,24 y 26 de Julio de 1933. <<

[92] ¿Fascismo en España?, pág. 111. En el seno de su propio grupo, Ledesma ridiculizó el carácter «ingenuo» de la propaganda de José Antonio, que consideraba que iba dirigida exclusivamente a los elementos vinculados a la dictadura, al tropel de oficiales del Ejército recién retirados y a los grandes terratenientes de provincias (Véase ¿Fascismo en España?, pág. 104). <<

[93] Arrarás, I, 604. <<

[94] Véase la correspondencia en el Epistolario de José Antonio, p. 125-142. <<.

[95] Poco antes, José Antonio había iniciado una campaña para obligar a una destacada personalidad liberal moderada, Ossorio y Gallardo, a abandonar la presidencia del Colegio de Abogados de Madrid. Más tarde, Ossorio dimitió de su cargo (Ángel Ossorio, Mis memorias, págs. 217-218). <<

[96] El Sol, 25 y 26 de octubre de 1933. <<

[97] García Valdecasas afirmó más tarde que a él se le había invitado a tomar parte únicamente en un mitin de «afirmación española» y que no sabía que José Antonio y Ruiz de Alda se proponían la inmediata fundación de un movimiento político (Conversación en Madrid, el 18 de noviembre de 1958). <<

[98] Ximénez, p. 131-135; Ansaldo, p. 64; y Valdecasas en Dolor y memoria, p. 257-259. <<

[99] Obras p. 63-69. <<.

[100] El Sol, 29 de octubre de 1933. <<

[101] Acción Española, n.º 43, 16 de diciembre de 1933. <<

[102] Martínez Barrio era uno de los principales masones de España. Esto es lo que indujo a Giménez Caballero —que había sido presentado a José Antonio, a través de Ruiz de Alda— a afirmar que la masonería favoreció la fundación de la Falange, a la que creyó poder manejar mediante intrigas (Ramiro Ledesma, ¿Fascismo en España?, pág. 135). <<

[103] Citado por Díaz, Cómo llegó Falange, p. 13. <<

[104] Ximénez p. 131-132 y 148; Arrarás, I. 681. Cf. Albiñana, Las Hurdes, p. 111. Giménez Caballero reivindica la paternidad del nombre en la edición de Genio de España publicada en Zaragoza en 1938. <<

[105] Albiñana fue elegido diputado a Cortes en 1933 por la candidatura derechista de Burgos, pero fue un triste consuelo; sus partidarios, nunca muy numerosos, habían desaparecido completamente. Sus pistoleros se pasaron a la Falange. <<

[106] Ansaldo. p. 63. <<

[107] Conversación con Valdecasas en Madrid el 18 de noviembre de 1958. Véase también Guillen, Anecdotario, p. 100, y Hughes. <<

[108] Obras, p. 177-178. <<

[109] «Ensayo sobre el nacionalismo» en la obra de Juan Aparicio, p. 146 (Ed. JONS, Madrid, 1943). <<

[110] Él mismo lo reconocía ante sus amigos. Bravo, José Antonio, p. 52. Cf. José Ortega y Gasset, Obras completas, I, p. 265-308. <<

[111] El poema favorito de José Antonio era el If, de Kipling, que solía recitar en inglés. <<

[112] Ximénez, p. 612. <<

[113] La campaña electoral fue pródiga en incidentes, recogidos en El Sol, 14, 16, 18 de noviembre y 2 de diciembre de 1933; Mauger, p. 61-66; Dávila y Pemartín, p. 36-38 y 43-50. <<

[114] Cádiz era un feudo conservador, manejado por Ramón Carranza, marqués de la Pesadilla, que fue uno de los últimos caciques del viejo estilo. Como la CNT anarcosindicalista se había propuesto boicotear las elecciones, Carranza estimuló aquel propósito sobornando a algunos elementos cenentistas. La fuerza electoral de la izquierda se vio aún más debilitada y los conservadores ganaron fácilmente las elecciones. (Cánovas, Apuntes; Foltz, págs. 68-69; conversación con Pedro Sainz Rodríguez —uno de los principales manipuladores políticos de la Derecha intransigente durante la República— celebrada en Lisboa el 10 de marzo de 1959). José Antonio comenzó a escribir más tarde una novela política humorística en inglés (su segunda lengua) titulada Los Anarco-Carrancistas, Foltz, pág., 69; Jacinto Miquelarena en Dolor y memoria, págs. 239, 241. <<

[115] Ansaldo, p. 81-82. <<

[116]¿Fascismo en España?, p. 91. <<

[117] Ibíd; Arrarás, I. 593; Jato, p. 54-55.<<

[118] Guillen, Sindicalismo español, p. 55; las luchas callejeras se relatan en ¿Fascismo en España?, p. 101-103, Guillen, Anecdotario, p. 88, y Los que nacimos, p. 129-130, y Jato, p. 56. <<

[119] Sin duda aportaron pequeñas sumas el excontrabandista Juan March, el hombre más rico de España; Antonio Goicoechea, jefe de Renovación Española; José Félix de Lequerica, principal agente político de los industriales bilbaínos, y el Banco de Vizcaya, que en parte estaba controlado por los jesuitas (Foltz, pág. 64). <<

[120] Guillen, Los que nacimos, p. 128. <<

[121] ¿Fascismo en España?, p. 145. <<

[122] Ledesma atribuía toda la culpa de la separación existente en los dos grupos a la confusión ideológica de José Antonio y a sus compromisos políticos con los reaccionarios. (Carta a Francisco Bravo, líder de las JONS en Salamanca, del 14 de noviembre de 1933, en Bravo, José Antonio, páginas 63 y 64). En cambio, Ernesto Giménez Caballero había decidido hacer el elogio de José Antonio, presentándolo como el nuevo César en su próximo libro. <<

[123] Ibíd, p. 143. <<

[124]Ibíd., 145-146. <<

[125] Los nueve grupos correspondían a Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Valladolid, Granada, Santiago de Compostela y Zafra. <<

[126] Los principales slogans de la Falange, como «España, una, grande y libre», «Por la patria, el pan y la justicia» y el «¡Arriba!», fueron creados por Ramiro Ledesma en La conquista del Estado. (Véase Francisco Bravo Martínez, Historia de la Falange Española de las JONS, pág. 23). La expresión «¡Arriba España!», se dice que fue acuñada más tarde por el retórico Sánchez Mazas(Ximénez de Sandoval, pág. 222). <<

[127] Para más detalles véase Arrarás, II. 19-23, y Ximénez p. 228-229. <<

[128] Carta del 12 de marzo de 1934, citada en ¿Fascismo en España?, p. 149. <<

[129] Sin embargo, su contribución numérica fue escasa. Mientras los afiliados a la Falange eran unos dos mil, los jonsistas, sin contar a los estudiantes, no llegaban a los trescientos en toda España, (¿Fascismo en España?, pág. 178, nota). <<

[130] La fundación de FE se describe en el libro de Arrarás, tomo I, págs. 681-683. Incluso en las violentes semanas que precedieron al estallido de la guerra civil, cuando el partido había sido declarado ilegal y sus dirigentes encarcelados, José Antonio advirtió a los miembros del partido encargados de la edición del órgano clandestino No importa, que si no lograban mejorar la presentación sería preferible suspender su publicación (Bravo, José Antonio, págs. 194-201). <<

[131] Ansaldo, p. 89. <<

[132] La expresión es de Ledesma (¿Fascismo en España?, p. 129). Sánchez Mazas había sido corresponsal del ABC en Roma, de donde le vino su esteticismo italianizante y su interés por el fascismo. (Véase Giménez, La Falange, p. 4.) Sánchez Mazas fue uno de los pocos veteranos de la Falange que carecían de valor físico y moral. <<

[133] El gran novelista Pió Baroja había escrito en su César o nada: «Más que una organización federal y democrática lo que necesitamos es una disciplina militar, de hierro… La democracia, la República, el socialismo, en el fondo, carecen de raíces en nuestro pueblo… Lo único que nos conviene es tener un líder… Lo que España necesita es el Loyola del individualismo extrarreligioso»(Citado por Giménez en JONS, n.º 8, de enero de 1934). <<

[134] Bravo, José Antonio, p. 11, 31 y 32, Historia de Falange, p. 87, Marcotte, p. 75 y 88.<<

[135] Véase el prólogo al Panorama, de Torrente, y Castellano (seudónimo), «La Falange», en Cuadernos, n.º 31, p. 24-30. <<

[136] Jato, p. 62. <<

[137] En una carta fechada el 9 de lebrero de 1931 había escrito lo siguiente: «Sinceramente convencido de que su ideario viene para abrir un camino salvador en la actual confusión politicosocial, envió desde luego mi adhesión y le ruego me envié folletos que expliquen detalladamente lo que va a ser el partido. Yo soy estudiante de Medicina y tengo diecisiete años, pero me falta muy poco tiempo para cumplir dieciocho años». (Citado por Jato, pág. 45). La falta de madurez de los jóvenes que pronto habrían de consumirse en el holocausto político de España era algo tan trágico como patético. <<

[138] Prólogo de Manuel Valdes al libro de Jato; Valdés fue uno de los tres estudiantes que colaboraron con Ruiz de Alda. <<

[139] Fernández Almagro, p. 209. <<

[140] Ruiz de Alda, p. 217-228. <<

[141] FE, n.º 1,7 de diciembre de 1933. <<

[142] Carta a Julián Pemartín, el 2 de abril de 1933, en Obras, p. 49-50.<<

[143] El Sol 21, 22, 23 y 27 de noviembre de 1933. Las violencias políticas habían sido iniciadas por los pistoleros legionarios de Albiñana, incluso ames de que estuviese establecida la República. <<

[144] Sobre las pretendidas «confesiones» de uno de los pistoleros del Partido Socialista, véase Vicente Reguengo, Guerra sin frentes (Madrid, 1954), p. 24-68. <<

[145] El Sol, 3 y 4 de noviembre de 1933 (Utilizamos como referencia El Sol por ser el periódico más imparcial de la época). <<

[146] El Sol, 5 de febrero de 1934. <<

[147] Ibíd., 12 de enero y 3 de mayo de 1934. <<

[148] Ibíd., 19-21 enero de 1934; Bravo, José Antonio, p. 40. <<

[149] Jato, p. 69. <<

[150] El Sol, 10 de febrero de 1934. Es posible que Montero hubiese sido victima de represalias por haber dirigido quince días antes el asalto contra el centro de la FUE en la Facultad de Medicina (Ximénez, p. 207-208). Su asesino, detenido poco después, pertenecía a las Juventudes Socialistas. El jefe de este grupo negó que perteneciese al mismo, pero se le encontró una lista de personas consideradas como «peligrosas» para el socialismo y fue condenado a veintiún años de cárcel. El Sol, 20 de febrero de 1934. <<

[151] Como lo demuestra su artículo en FE n.º 12 del 22 de febrero de 1934. <<

[152] El Sol, 17 de febrero de 1934. El entierro de Momero fue muy dramático; concurrieron a él varios centenares de falangistas y cerca de un millar de amigos y simpatizantes. En el momento de darle sepultura José Antonio pronunció un lacónico elogio de su fiel seguidor: «¡Camarada Matías Montero Rodríguez! Gracias por tu ejemplo. Que Dios le dé su eterno descanso y a nosotros nos niegue el descanso hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte. Por última vez, Matías Montero Rodríguez: ¡Presente!» (Obras, pág. 157). <<

[153] Ximénez, p. 211. <<

[154] ABC, 18 de noviembre de 1933. <<

[155] Citado por Bravo, Historia de la Falange, p. 38. <<

[156] Bravo, José Antonio, p. 45. <<

[157]El Sol, 4 de enero de 1934. <<

[158] Ximénez, p. 203. <<

[159] ABC, 13 de febrero de 1934. <<

[160] Ledesma, ¿Fascismo en España?, p. 138-140. <<

[161] Ibíd, p. 135-136. <<

[162] Guillen, Sindicalismo español, p. 62. <<

[163] Bravo, Historia de la Falange, p. 26-27. <<

[164] Obras, p. 194-195 y 197. <<

[165] El Sol, 6 y 8 de marzo de 1934. El mismo día del acto de Valladolid los socialistas organizaron un mitin «antifascista» en Toledo. <<

[166] Bravo, Historia de la Falange. p. 29. <<

[167] La primera vez que se llamó públicamente a José Antonio Primo de Rivera simplemente José Antonio fue en La Nación del 25 de agosto de 1933. <<

[168] El Sol, 9 y 28 de marzo de 1934. <<

[169] Ibíd, 11 de abril de 1934. <<

[170] Publicado en el n.º 11 de FE, el 19 de abril de 1934. <<

[171] Según Ansaldo, p. 71-78. <<

[172] El Sol, 11 de junio de 1934. Este alentado se convirtió en un hecho famoso para la izquierda y más tarde los comunistas afirmaron que aquéllas fueron las primeras víctimas de los pistoleros falangistas (Mundo Obrero, 18 de enero de 1936; Claridad, 20 de junio de 1936). Rafael Alberti, joven poeta de talento de tendencia izquierdista, escribió varias poesías dedicadas a la muchacha Juanita Rico. Para cometer el atentado, los pistoleros habían utilizado el coche del joven Alfonsito Merry del Val, un «señorito» perteneciente a una conocida familia vinculada al cuerpo diplomático. Aunque el automóvil fue reconocido, nada pudo probarse en el juicio y Merry del Val fue absuelto. Su culpabilidad ha sido reconocida por Jato, pág., 109. <<

[173] Cf. Marqués de Valdeiglesias en Dolor y memoria, p. 249-251. <<

[174] El Sol, 24 de junio de 1934. <<

[175] Ledesma, ¿Fascismo en Esparta?, p. 174-175. <<

[176] El Sol, 9 de julio de 1934. <<

[177] Esta coalición constituía una alianza táctica entre la CEDA clerical y el corrompido Partido Radical, conservador y mesocrático, que había perdido hasta el más ligero lime de «radical». Aunque la CEDA era el mayor partido de las Cortes, las izquierdas bloquearon el acceso al poder de Gil Robles, recayendo la jefatura del gobierno en el líder radical Alejandro Lerroux. <<

[178] El Sol, 5 de abril de 1934; Dávila y Pemartín, p. 65-74. <<

[179] Carta a Francisco Bravo el 24 de mayo de 1934, en Bravo, José Antonio; Dávila y Pemartín, p. 75-81. <<

[180] El Sol, 7 de junio y 4 y 13 de julio de 1934. «Durante tres horas de cacheos en el centro de Madrid se ocuparon a los transeúntes ciento tres armas de fuego.». <<

[181] Uno de ellos se mató accidentalmente estando de guardia: El Sol, 17 de junio de 1934. <<

[182] Ibíd, 4 de julio de 1934; Obras p. 259-268. <<

[183] Bowers, p. 87; Arrarás, II, p. 83-85. <<

[184] Cf. Bravo, José Antonio, p. 87. <<

[185] Como lo reconoció más tarde Ansaldo «entonces se vivía mucho del brillo exterior, y por un uniforme o un emblema más lucido los jóvenes, ansiosos dé aventuras, cambiaban de partido como de camisas». (¿Para qué…?, pág. 95). <<

[186] Jato, p. 112. <<

[187] Véase la versión de Ansaldo en ¿Para qué?, p. 85-87. Para más detalles en ¿Fascismo en España?, p. 179-189; El Sol, 10 de agosto y 1.º de septiembre de 1934; Jato, p. 99-114. <<

[188] ¿Fascismo en España?, p. 170-171. <<

[189] Buckley, p. 129. <<

[190] Como en el caso de las JONS, el principal intermediario fue José Félix de Lequerica. Véase Manuel Aznar en Dolor y memoria, p. 190-192. <<

[191] Observaciones de Giménez Caballero y Hughes, p. 32-33; testimonios indirectos de Ximénez, p. 264-265; Gannes y Repard, p. 59. <<

[192] Bravo, José Antonio, p. 69; Ansaldo, p. 80-81. <<

[193] Hughes, loc. cit. <<

[194] Las copias de ambos documentos se hallan en posesión del autor. Su autenticidad está fuera de duda. La descripción que de este acuerdo hace Ansaldo (p. 89 n). Parece inexacta. <<

[195] Conversación con Pedro Sainz Rodríguez en Lisboa el 1 de mayo de 1959. La Falange debía encontrarse con una grave penuria de fondos porque en una segunda fase de las negociaciones José Antonio se vio obligado a ofrecer a Ansaldo el puesto del cual había sido destituido; sin embargo, Ansaldo lo rechazó (Ansaldo, p. 89). <<

[196] Estas octavillas se encontraban en los archivos de José Andino, en Madrid. <<

[197] El Sol, 4-5 de setiembre de 1934. <<

[198] Véase Zayas, p. 51-56, y Meleiro, p. 114-120. <<

[199] Cf. Castrillo, p. 188. José Antonio propuso la creación de una Confederación de Empresarios Nacional Sindicalista (La Nación). Los empresarios no mostraban el menor interés en ello y el proyecto tuvo que ser abandonado. <<

[200] En una entrevista publicada en Luz, el 10 de abril de 1934. <<

[201] Ledesma, ¿Fascismo en España?, p. 168. <<

[202] Prólogo a la obra de Ruiz de Alda, p. 36. <<

[203] Ledesma, ¿Fascismo en España?, p. 188. <<

[204] También estaban preocupados ante las numerosas pruebas de la existencia de espías y de agentes izquierdistas infiltrados en la Falange. En el órgano comunista Mundo Obrero apareció una serie de artículos titulados «Falange Española de las JONS, una organización criminal al servicio del capitalismo». Aunque la mayoría de los materiales publicados eran falsos, también contenían ciertas informaciones confidenciales. El informador, un secretario de la CONS, desapareció antes de ser descubierto. (Ledesma. ¿Fascismo en España?, págs. 194-97). <<

[205] Bravo, José Antonio, p. 183-185. <<

[206] Conversaciones con Felipe Sanz Paracuellos en Bilbao, el 10 de diciembre de 1958, y con Jesús Suevos en Madrid, el 8 de febrero de 1959. Ambos votaron en favor del mando único. Suevos, que era el jefe de distrito (Galicia) más joven, actuó de secretario y votó el último, siendo su voto el decisivo. <<

[207] Arrarás, II, p. 282; Zayas, p. 38; Mauger, p. 79. <<

[208] Obras, p. 293-296. <<

[209] Bravo, Historia de la Falange, p. 77-79; Núñez, I, p. 128. <<

[210] Carta a Francisco Bravo del 3 de noviembre de 1934, en José Antonio, p. 81. <<

[211] Obras, p. 326. <<

[212] Vegas, p. 104-111. <<

[213] Al parecer, Ruiz de Alda era partidario de admitir a Calvo, pero Ledesma apoyó lógicamente a José Antonio en su oposición a la derecha (¿Fascismo en España?, p. 166-167). <<

[214] Según Ansaldo, p. 56. <<

[215] Mauger, p. 122. <<

[216] Según Ledesma, el proyecto fue modificado luego por Primo de Rivera en el triple sentido de mejorar la forma, hacer más abstractas las expresiones y de dulcificar, desradicalizar algunos puntos (¿Fascismo en España?, pág. 213). <<

[217] El 19 de diciembre de 1934. Citado por Jato, p. 67. <<

[218] Los dos sacerdotes más conocidos eran don Manuel Gutiérrez, de Oviedo (Jato, p. 65), y Fermín Yzurdiaga, de Pamplona, que fue luego jefe de Prensa y Propaganda de Falange. <<

[219] Eliseda expuso más tarde sus ideas en su libro Autoridad y libertad, Madrid, 1945. <<

[220] Las circunstancias de la salida de Eliseda se relatan en Bravo, Historia de la Falange, p. 76-77; Ximénez, p. 361-362, y Jato, p. 123. <<

[221] Citado por Galindo, p. 142. Calvo había hablado con Mussolini y era un gran admirador del sistema fascista. Sus ideas políticas han sido expuestas en la obra de Vegas, en la de Aunós, Calvo Sotelo, y en las del propio Calvo Mis servicios al Estado, La voz de un perseguido y El capitalismo contemporáneo y su evolución. <<

[222] En el articulo de Harold McCoy «Gil Robles: Scourge of Liberal Spain» publicado en el n.º 40, p. 682-688, de Current History (septiembre de 1934) se recogen interesantes observaciones del secretario general de aquel partido. Gil Robles había pasado parte de sus vacaciones de verano en la Europa central y quedó muy impresionado por el régimen fascista católico de Dollfuss en Austria. Pero fue principalmente la revolución de octubre en Asturias, que aceleró la polarización de los grupos políticos, la que reforzó la posición de los elementos autoritarios y corporativistas en el seno de la CEDA. <<

[223] Ruiz de Alda, Obras completas, prologo, p. 36-31. <<

[224] Bravo, Historia de la Falange, p. 85. Marcotte, p. 74-75. <<

[225] Eloy Vaquero, quiera entonces ministro de la Gobernación, insiste en que recibió informes previniéndole de que los falangistas estaban tratando de obtener el apoyo del Ejército. Las advertencias se fundaban, probablemente, en rumores (Conversación en Nueva York, el 17 de mayo de 1958. Tales informes se mencionan también en la revista de Vaquero, Mensaje, vol. II, n.º 6, pág. 4). <<

[226] Ledesma, ¿Fascismo en España?, p. 216-217; Ansaldo, p. 101. <<

[227] Ledesma ha relatado sus últimos tiempos en el partido en ¿Fascismo en España?, p. 218-221. Ver también Ximénez, p. 372-376. <<

[228] Después de un infructuoso intento de organizar un nuevo grupo disidente, Ledesma retornó a su puesto en la administración de Correos. Cuatro años de agitación política sólo habían servido para acabar volviendo a su oscuro puesto. Su torturada búsqueda personal llegó a su fin durante los primeros meses de la guerra civil: fue muerto por el gobierno republicano, como fascista, en octubre de 1936. <<

[229] «Muchos de los que se alistaron hubiesen preferido seguir, sin prisas ni arrebatos, la vocación intelectual… Nuestro tiempo no da cuartel. Nos ha correspondido un destino de guerra en el que hay que dejarse sin regateo la piel y las entrañas. Por fidelidad a nuestro destino andamos de lugar en lugar soportando el rubor de las exhibiciones; teniendo que proferir a gritos lo que laboramos en la más silenciosa austeridad; padeciendo la deformidad de los que no nos entienden y de los que no nos quieren entender; derrengándonos en este absurdo simulacro consuetudinario de conquistar la opinión pública». Haz, revista del SEU, n.º 12, del 5 de diciembre de 1935, en Textos, p. 745. <<

[230] Bravo, José Antonio, p. 114. <<

[231] El embajador norteamericano trazó esta semblanza de José Antonio, quien le fue presentado por amigos comunes, en aquellos meses: «José (Antonio) Primo de Rivera era joven y poseía cierto encanto. Tenía un cabello negro y brillante y un rostro fino y moreno de andaluz. Era en el trato cortés, modesto y deferente. La gran pasión de su vida parecía ser la defensa de la memoria de su padre. Buen orador, sus discursos bien construidos y de sólido contenido pecaban de cierto preciosismo andaluz… (En las Cortes) se convirtió en una verdadera pesadilla para muchos hipócritas que se contaban entre sus aliados. Incapaz de disimular, su facilidad para lanzar frases mordaces le granjeo numerosos enemigos y su gusto por vivir peligrosamente, sin tomar ninguna precaución, constituía la desesperación de sus amigos. Le gustaba mezclarse con la multitud en vez de procurar evitarla. Una noche, en Madrid dispararon desde la oscuridad sobre su coche. Se detuvo y salió en persecución de sus agresores, solo, sin arma, sin pensar en que constituía un fácil blanco para sus enemigos. Poco después aparecía radiante de júbilo en el “Bakanik”, lugar de moda a la hora del aperitivo madrileño, donde contó su aventura más contento que un niño. Tenía pasta de mosquetero de Dumas. Le recordaré siempre como le vi la primera vez, joven, cortés, sonriente, bailando en una villa de San Sebastián». Bowers, p. 28-29. <<

[232] Los ejemplos más conocidos son los de Prieto y de Azaña, pero el socialista José Antonio Balbontin escribió más tarde: «No hay duda de que José Antonio Primo de Rivera llevaba un sueño en la cabeza, un sueño peligroso para él y para nuestro pueblo… pero un sueño al cabo, que no sería licito confundir con la codicia bastarda de esos falangistas “nuevos” que vemos hoy en la España de Franco». La España de mi experiencia, p. 306-307. <<

[233] Ante sus amigos personales se lamentaba de que «durante mucho tiempo, para las masas seguiré siendo un señorito, el hijo del Dictador»(Serrano Súñer, Semblanza de José Antonio joven, pág. 54). <<

[234] Jato, pág. 129. <<

[235] Citado en El Día Gráfico, Barcelona, 28 de enero de 1934, de una entrevista publicada en Luz. <<

[236] Obras, p. 420. <<

[237] José Antonio Primo de Rivera, Epistolario, p. 145-161. <<

[238] Discurso pronunciado en el Ateneo de Zaragoza el 17 de febrero de 1935. <<

[239] Ibíd, p. 283. <<

[240] Como por ejemplo Bravo, en una carta del 12 de octubre de 1934 (José Antonio, p. 218). <<

[241] Ibíd, p. 104. <<

[242] Interviú publicada en La Voz, Madrid, 14 de febrero de 1936. <<

[243] «Mas no olvides que la responsabilidad máxima es la tuya y que a estas alturas y por nuestros mártires nadie puede retroceder». Carta de Bravo a José Antonio, el 18 de enero de 193S (Bravo, José Antonio, p. 255). <<

[244] El Sol, 22 de mayo de 1935. <<

[245] Buckley, p. 128. <<

[246] ¿Fascismo en España?, p. 186-188. <<

[247] Guariglia, Ricordi, p. 203-204. <<

[248] Exactamente el día 9 de octubre de 1933. Solmi, p. 69; Mauger, p. 51; Foltz, p. 68. <<

[249] Según una entrevista publicada en Blanco y Negro, el 11 de noviembre de 1934. <<

[250] Esto es lo que dijo a Dionisio Ridruejo y a otros en el invierno de 1935-36, Conversación con Ridruejo en Madrid el 17 de noviembre de 1938. (Ridruejo fue jefe de la Propaganda de Falange desde 1938 a 1941). Onésimo Redondo fue todavía más explícito: «Ni nos place aceptar la dialéctica, que mejor debe llamarse dialéctica que doctrina de Mussolini sobre las relaciones entre el Estado y los individuos: lo que se llama en esto doctrina fascista son, a nuestro juicio, supuestas tácticas pasajeras, incongruentes como cosa fija, que d talento combativo y constructivo de Mussolini ha ido adoptando a medida de sus inspiraciones concretas y personalísimas para gobernar a Italia en los últimos años… Lo que no hay propiamente es una doctrina de derecho publico, por mucho que se aparente: d fascismo cambia su trayectoria, como cambia el calendario en el curso del año; no estamos seguros de que ni siquiera la “doctrina” que parece ser característica y fundamental, la de la supremacía semi-partidista del Estado sobre todo lo demás, sea mantenida por Mussolini hasta su muerte» (El Estado Nacional, 15 de mayo de 1933). <<

[251] Foltz, p. 71; Ximénez, p. 288-291; Pavón, p. 192. <<

[252] Así se lo confesó a Ansaldo (Ansaldo, p. 78). <<

[253] Obras, p. 165. <<

[254] Cesare Gullino, periodista italiano, fue encargado de convencer a José Antonio para que acudiese a Suiza. El líder falangista asistió a la segunda conferencia de Montreux (1935), pero sólo uno o dos días, como observador particular y aprovechando unas vacaciones. (Conversación con Gullino, en Madrid, el 6 de enero de 1959). <<

[255] La última vez que José Antonio aceptó públicamente semejante calificativo fue en unas declaraciones a ABC, el 11 de abril de 1934. <<

[256] Obras, p. 266. <<

[257] En Callosa del Segura (Alicante) el 22 de julio de 1934. Obras, p. 386-387. <<

[258] El Sol, 6 de febrero de 1934. <<

[259] Hughes, p. 30. <<

[260] Discurso pronunciado en Madrid, el 19 de mayo de 1935. Obras, p. 558. <<

[261] Como el ilustre economista agrario Florensa (Pla, IV, p. 140). <<

[262]Obras, p. 409-412, 483-508. <<

[263] Buckley, p. 127. <<

[264]Obras, p. 555-556. <<

[265] José Antonio estaba enteramente de acuerdo con la definición del mito del Imperio formulada por Onésimo Redondo en 1931:

«Nosotros creemos en el poder imperial de nuestra gran cultura. Y para que los que se atemorizan o sonríen ante este gran concepto imperial alejen la creencia de que decir “imperio” es decir conquista de tierras y naciones por medio de la guerra física, aprovechemos esta ocasión para fijar algo el valor vigente y macizo de esa palabra».

«Imperio es, desde luego, dominación o, al menos, superioridad ejercida en un conjunto de pueblos».

«Pero la importancia —y hasta la utilidad— del imperio es positiva y múltiple; Significa, desde luego, una grata hegemonía, una gloriosa sensación de poder que beneficia y encumbra ante los demás a la raza que lo ejerce. Es también —y aquí está, sin duda, su mayor y verdadera utilidad política— un vivero de generosas apetencias nacionales y el supremo motor de las grandes energías latentes en cada raza: es el ideal máximo para un pueblo y, por lo mismo, el más grande estimulante para las individualidades destacadas, acicate y plataforma al mismo tiempo para que los grandes hombres surjan y ejerzan su influjo benéfico (…)».

«Y el imperio, así entendido, no supone, no es una empresa exterior, que necesite la consagración de energías harto precisas para vivir en paz y prosperidad dentro de casa. Éste es el tosco engaño de los temperamentos caseros, y además de caseros primitivos y por lo mismo torpes e indigentes». (Libertad, n.º 2, 31 de agosto de 1931). <<

[266] Esta cifra aproximada nos fue facilitada por Mariano García, que había sido secretario administrativo del partido. (Conversación en Madrid el 8 de enero de 1959). Las cifras exactas se extraviaron, pero José Luis de Arrese (que fue jefe provincial de Granada a principios de 1936) declaró en cierta ocasión que antes del Frente Popular el número de miembros con carnet del partido era de 8000 aproximadamente. (Conversaciones con el profesor Juan J, Linz en Madrid en diciembre de 1960). Raimundo Fernández Cuesta, que entonces era el secretario general del partido, considera que esta cifra es excesiva, calculando que en febrero de 1936 la primera línea no contaba con más de 5000 miembros. (Conversación en Madrid, el 13 de febrero de 1959). El cálculo más razonable de los efectivos de la Falange por provincias en 1936 es el siguiente:

Las fuentes de información de estas cifras son las siguientes:

  1. Valladolid. Los archivos de la JONS local de Valladolid se hallan en poder de Anselmo de la iglesia.
  2. Extremadura. Extraído de las cifras facilitadas posteriormente por González Ortín, p. 208. (Conversación con Eduardo Ezquer, Madrid 18 de marzo de 1963.)
  3. Sevilla-Cádiz. Los archivos de la JONS de Sevilla están en poder de Patricio González de Canales en Madrid. Véase también Beltrán.
  4. Santander. Conversación con Manuel Hedilla, en Madrid, el 4 de enero de 1959. Hedilla insiste en una cifra más elevada, pero el autor mantiene la expuesta como más ajustada a la verdad.
  5. Burgos. Florentino Martínez Mata, jefe provincial de Burgos de 1938 a 1942, afirma: «en febrero de 1936 no éramos casi nadie en Burgos». (Conversación en Madrid el 22 de enero de 1959). Sin embargo, José Antonio considera que la cifra debía ser más elevada. (Conversación en Madrid el 4 de diciembre de 1958.)
  6. Galicia. Conversación con Enrique Tajuelo (que habla sido responsable de la organización del partido en aquella región) en Madrid el 7 de mayo de 1959. Sobre Orense, véase Meleiro, p. 33. Jesús Suevos, jefe territorial en 1935, da una cifra más elevada. (Conversación en Madrid el 22 de enero de 195?). Pero Suevos exagera. Cf. Moure-Mariño, p. 99-128.
  7. Valencia. Conversaciones con Ricardo Palmí Sancho (exjefe provincial) en Valencia el 4 de marzo de 1959, y con Juan Ferrar de Diego en Valencia el 5 de marzo de 1959. Véase también Pérez e Higón.
  8. Málaga. Cf. Gollonet y Morales, Sangre y fuego - Málaga.
  9. Cataluña. Conversaciones con Luis Santa Marina en Barcelona el 21 de diciembre de 1958, y Luis Fontes de Albornoz (triunviro de las JONS de Cataluña) el 22 de diciembre de 1958. Granada. Gollonet y Morales, Rojo y azul en Granada, p. 99. Conversación con Santiago Cardell (jefe provincial de 1934 a 1936) en Granada el 20 de marzo de 1959.
  10. Vizcaya. Conversaciones con Felipe Sanz el 10 de diciembre de 1958, y con José Mª Valdés el 12 de diciembre de 1958, en Bilbao. Ambos habían sido jefes provinciales de Vizcaya.
  11. Mallorca. Bernanos, p. 104; Zayas. <<

[267] Jato, p. 95; carta de José Antonio en Bravo, José Antonio, p. 73; Schempp, Das Autoritdre Spanien, p. 12. <<

[268] En junio de 1934 fue organizada por la hermana menor de José Antonio, Pilar, y algunas de sus amigas una Sección Femenina. Esta organización careció de importancia antes de la guerra civil. <<

[269] Como ya hemos indicado, los estudiantes representaban por sí solos un número mayor de efectivos que el resto de los afiliados, pero no podían ser considerados oficialmente como miembros del partido debido a su edad. Sin embargo, algunos de ellos, tal vez por ser mayores de edad, figuraban como afiliados. <<

[270] Bravo, Historia de la Falange, p. 87. José Antonio hubiese podido replicarle que no habían hecho otra cosa que seguir las enseñanzas de Unamuno quien habla aconsejado «Disparad primero y apuntad después»(Citado por Jato, p. 196). <<

[271] Dionisio Ridruejo, jefe de propaganda de Falange desde 1938 a 1940, consideraba que menos de un 10 por 100 de los miembros tenían alguna noción de la ideología del partido. (Conversación en Madrid, el 4 de noviembre de 1958.).El primer libro teórico escrito por un falangista fue el de J. Pérez de Cabo ¡Arriba España! (Madrid, 1935). En el prólogo declaraba José Antonio que esta exposición de carácter general no era, ni mucho menos, un tratado perfecto de la ideología falangista. <<

[272] Obras, p. 566,102. <<

[273] José Antonio Girón y Luis González Vicén, que eran los dos dirigentes estudiantiles del «cisma» de Valladolid, desempeñaron un importante papel en la Falange después de 1936. Nuestra versión de la querella se basa, en gran parte, en las conversaciones con Luis González Vicén en Madrid el 27 de febrero de 1959, y con Anselmo de la Iglesia el 29 de mayo de 1959, también en Madrid. De la Iglesia fue un ferviente partidario de Onésimo Redondo. <<

[274] Cuando José Antonio se trasladó a Santander para excluir del partido a los derechistas estuvo a punto de producirse una situación de violencia. Montes, p. 134-139; Jato, p. 140; Diario de Florentino Torre Bolado (que fue jefe provincial de prensa y propaganda de Santander durante 1937). <<

[275] Frank Jellinek, que conoció bien a la CNT, afirma: «Es cierto que se estableció cierta colaboración bastante estrecha entre un grupo de irresponsables y la Falange Española… Pero también es cierto que estos elementos aislados fueron totalmente desautorizados por los comités responsables»(Jellinek, p. 259-260). <<

[276] Un titular de Solidaridad Obrera (el diario de la CNT en Barcelona) del 25 de junio de 1936 decía: «A la concepción puramente materialista, que convierte a los pueblos en rebaños preocupados sólo en satisfacer sus necesidades fisiológicas, debemos oponer la fuerza del espíritu, la potencia dinámica del ideal». <<

[277] Castillo y Álvarez, p. 132-134; conversación con Luis Santa Marina en Barcelona el 20 de diciembre de 1958. <<

[278] La única excepción tal vez fuese Informaciones, de Juan March, donde colaboraba Giménez Caballero. Hasta el periódico «upetista» La Nación había vuelto la espalda a Falange. <<

[279] En El Heraldo de Madrid, citado por Bravo, Historia de la Falange, p. 23. <<

[280] En una carta a Dávila, reproducida en el libro de Dávila y Pemartín, p. 80-81. <<

[281] Del prólogo al libro de Pérez de Cabo. <<

[282] Arriba, n.º 11, del 30 de mayo de 1935. <<

[283] Ximénez, p. 635-636. José Antonio continuaba rogando a los jefes locales que exigieran de sus afiliados. <<

[284] Hughes, p. 31-32; Pavón, p. 77. <<

[285] Cacho, p. 13. <<

[286] Ansaldo, p. 81. <<

[287] Obras, p. 313-321. <<

[288] Bravo, «Early Days of the Spanish Phalanx», Spain, 1: 10 (octubre de 1938), p. 6-7; Aznar, página 20. <<

[289] Gonzalo Torrente Ballester, que publicó una antología de textos de José Antonio, alude a este plan que un escritor falangista llamó «la locura de José Antonio». (Torrente, José Antonio, p. 32). <<

[290] Comandante B. Gómez Oliveros: General Moscardó, Barcelona, 1956, p. 104. <<

[291] Cacho, p. 23-25. <<

[292] Andino, p. 21-22. José Antonio sometió luego oficialmente la proposición a la Junta Política y se aprobó la participación en el Frente Nacional mediante un plebiscito de los jefes provinciales, que fue organizado a través de una circular del 6 de enero de 1936. <<

[293] José María Carretero, uno de los más destacados oráculos de la reacción, escribió aquel mismo año una gacetilla titulada «Don Juan de España», en la que acusaba a José Antonio de «Socialista» y manifestaba su desilusión por la Falange. <<

[294] Obras, p. 618-619; ABC, 31 de julio de 1935. <<

[295] Véase Pía, IV, p. 180-195 y 228-234. <<

[296] Bowers, p. 169. <<

[297] Jato, p. 134-135 y 209-210. <<

[298] Guillen, Sindicalismo español, p. 63. <<

[299] Conversación con José María Gil Robles, Madrid, 14 de mayo de 1959. <<

[300] Meleiro, p. 141-161; Gutiérrez, p. 93. <<

[301] Bravo, Historia de Falange, p. 150. <<

[302] Meleiro, p. 161-165. <<

[303] Andino, p. 31-32. <<

[304] Obras, p. 854-858. <<

[305] Bernanos, p. 185. <<

[306] Obras, p. 420. <<

[307] Ibíd., p. 831-832. <<

[308] Ibíd., p. 840. <<

[309] Se ha dicho que Pórtela pidió a la Falange que se uniese a una tercera fuerza nacional, si, como afirmaba, era cierto que estaba por encima de la derecha y de la izquierda. Según esta versión, Pórtela le ofreció a José Antonio la cartera de Agricultura en el nuevo gobierno que pudiera salir victorioso, pero a José Antonio no le interesó la oferta. (Ximénez de Sandoval, pág. 622.). <<

[310] ABC, 14 de febrero de 1936. Opiniones semejantes fueron expresadas el mismo día por Informaciones y La Nación, dos periódicos que hasta entonces habían manifestado cierta simpatía por la Falange. <<

[311] Dávila y Pemartín, p. 116-118. <<

[312] Textos, p. 872. <<

[313] Conversación con José María Gil Robles, Madrid, 14 de mayo de 1959. <<

[314] Venegas, Las elecciones, p. 28. <<

[315] Blanco y Negro, 25 de diciembre de 1935. <<

[316] El Bloque Nacional también creía lo mismo, pero no era más que un conglomerado de grupos escindidos de la extrema derecha, que representaba principalmente a cinco grandes bancos y a unas docenas de latifundistas. El Bloque Nacional, que era algo mayor que la Falange, tenía mucho menos empuje; su única ventaja estribaba en que tenía mucho más dinero. <<

[317] Patricio González de Canales, en la página 5 de un cuestionario que me devolvió el 24 de enero de 1959. <<

[318] Arriba, n.º 17, 31 de octubre de 1935 <<

[319] Obras, p. 886. <<

[320] Arriba, n.º 33, 23 de febrero de 1936. <<

[321] Obras, p. 886. <<

[322] Habló por primera vez con el general Franco en casa de Serrano Súñer el 8 de marzo. (Serrano, Entre Hendaya y Gibraltar, p. 18; Arrarás, Franco, p. 186-187). Por otra parte, la Falange seguía manteniendo contactos con la UME en varias partes de la península. <<

[323] Canales, p. 5. <<

[324] Todas las informaciones relativas a estas gestiones proceden de los socialistas. Zugazagoitia, p. 7-8; Rodolfo Llopis, «España espera su hora», III,Ibérica, vol. 5, n.º 7 (1957), p. 4-6. <<

[325] Pía, IV, p. 282.<<

[326] Ansaldo lo reconoce así (pág. 78), pero muchos falangistas lo niegan rotundamente. El corresponsal de la Reuter conoció a uno de esos pistoleros, un mecánico, que llevaba dos años sin trabajo hasta que fue contratado por la Falange. (Buckley, pág. 129.).

La Mayoría de estos pistoleros profesionales eran antiguos legionarios de Marruecos. Cuando en abril de 1936 la policía detuvo a varios de ellos, Mundo Obrero publicó sus supuestas fichas de antecedentes. Por su parte, Narciso Perales, joven militante de Sevilla, que obtuvo la más elevada condecoración del partido por su valiente actuación en aquella ciudad, insiste en que fueron jóvenes sevillanos quienes llevaron a cabo tan viles menesteres. (Conversaciones en Madrid el 9 y el 13 de enero de 1959.). <<

[327] Canales, p. 3 <<

[328]Ibíd., p. 9. Diversos escritores falangistas se han referido a varias ocasiones en que las instrucciones de José Antonio contra las represalias tropezaron con la resistencia de los jefes locales. <<

[329] Bowers, p. 210; Pavón, p. 113-114. <<

[330] El Sol, 12 de marzo de 1936. <<

[331] Ibíd., 15 de marzo de 1936; Pía, IV, p. 332. <<

[332] Cf. Gil Robles, declaraciones a Paris-Soir el 30 de julio de 1936; conversación con el autor en Madrid el 14 de mayo de 1959. <<

[333] Véase particularmente Beltrán, Preparación y desarrollo; Lizarza, Memorias de la conspiración; Maíz, Alzamiento en España.<<

[334] Epistolario, p. 358 <<

[335] Andino, p. 42 <<

[336] Bravo, Historia de Falange, p. 189; Díaz, p 33-37. <<

[337] The Times, Londres, 15 de abril de 1936. <<

[338] El número de víctimas falangistas figura en Bravo, Historia de Falange, p 164-165. <<

[339] Mundo Obrero, 13 de marzo de 1936. <<

[340] Ruiz de Alda, p. 40, 261-263. <<

[341] Constancia de la Mora, joven perteneciente a un influyente clan monárquico conservador, escribió: «Mi padre y sus amigos daban dinero (a los activistas de Falange) y se quedaban atrás en espera de los resultados». (Tiempos de esplendor: autobiografía de una mujer española, pág. 215).

José Antonio tenía sus dudas sobre si las nuevas aportaciones económicas a la Falange estaban siendo adecuadamente empleadas con fines constructivos. (Carta a Onésimo Redondo del 17 de junio de 1936, en Epistolario, pág. 502-503.). <<

[342] Mundo Obrero, 11 de mayo de 1936, citando El Defensor de Cuenca. <<

[343] El Sol, 17 de abril de 1936. <<

[344] Claridad, 7 de mayo de 1936; El Sol, 15 de mayo de 1936. <<

[345] Según Mariano García, que llevaba los ficheros. Conversación en Madrid el 8 de enero de 1959. <<

[346] Puede seguirse a través de El Sol y también de la prensa izquierdista, especialmente Claridad (el nuevo órgano del grupo de Largo Caballero en el seno del Partido Socialista) de los días 8, 16 y 28 de mayo; 20, 17 y 27 de junio, y de Mundo Obrero del 9, 10, 18, 21 y 31 de enero; 1, 14 y 24 de febrero; 10, 11 y 13 de marzo y 8 de mayo, todos ellos del año 1936.

El número de victimas de atentados a menudo se ha exagerado. El Sol tenía tendencia a disminuir la gravedad de los incidentes, mientras la prensa de la extrema izquierda procuraba exagerarlos para mantener a los obreros en tensión. Los comunistas acusaban diariamente a los periódicos conservadores de Madrid (como ABC, El Debate e Informaciones) de ignorar la verdadera esencia del problema. Dichos periódicos conservadores publicaban las listas de falangistas detenidos en las provincias, acompañándolas siempre del comentario «se ignoran los motivos de dichas detenciones», mientras denunciaban ruidosamente los desórdenes producidos por las izquierdas.

José Peirats, cronista de la CNT, declara que en cinco meses, del 17 de febrero al 17 de julio de 1936, se produjeron 213 atentados, 113 huelgas generales y 228 huelgas parciales. Estos disturbios costaron la vida a 269 personas, elevándose el número de los heridos a 1287 (La CNT en la revolución española, I, p. 121). <<

[347] Véase Beltrán, Preparación y desarrollo, p, 126-128. Existen otras versiones de este proyecto. Cf. p. 755-757. Ansaldo también había planeado la liberación de su antiguo amigo Ruiz de Alda, pero este último se negó a escaparse (Ansaldo, p. 116-117). <<

[348] La Falange no hizo ningún esfuerzo por presentarse a las elecciones de abril. José Antonio estaba convencido del triunfo inevitable de las izquierdas, pero creía que un número elevado de abstenciones les quitaría el pretendido carácter plebiscitario. Carta a Onésimo Redondo el 23 de marzo de 1936, en Epistolario, p. 476-477. <<

[349] José Antonio llegó a autorizar a Goicoechea a que fuese su representante ante la extrema derecha. Carta de José Antonio a Goicoechea del 16 de junio de 1936, cuya copia obra en poder del autor. <<

[350] Según Eugenio Vegas Latapié, quien afirma que se lo dijo el propio Gil Robles. (Conversación en Madrid el 25 de noviembre de 1938.). <<

[351] Maiz, p. 82 <<

[352] Pattee, p. 179 <<

[353] El Sol, 12 de mayo de 1936 <<

[354] No importa, n.º 2 (sin fecha); Montes, p. 289; Alcázar, p. 81; Arrarás, tomo II, p. 494-495. <<

[355] Bravo, Historia de Falange, p. 180. <<

[356] El Sol, 5 de mayo de 1936. <<

[357] El Sol, 5 de abril de 1936; Claridad, 8 de mayo de 1936; Obras, p. 911-918; Ximénez. p. 747-748. <<

[358] El Sol, 29 de mayo de 1936; The Times, Londres, 29 de mayo de 1936. José Antonio se arrepintió luego de su comportamiento, diciendo que con ello había dado un pésimo ejemplo a los jóvenes, que necesitaban más disciplina y no estímulos a la violencia. (Jato, pág. 226-227). <<

[359] Ximénez, p. 759-762. <<

[360] Ansaldo, p. 121 <<

[361] Ibíd.<<

[362] El Pensamiento Alavés, Vitoria, 17 de mayo de 1936 <<

[363] Ansaldo, pág. 122. Ésta fue la última palabra en la rivalidad entre José Antonio y Calvo Sotelo, que terminó poco después con el asesinato del último por las izquierdas. En esta época se produjo también una tentativa para copiar el SEU. Cierto «Haz de Estudiantes Españoles» publicó en mayo un manifiesto en el que se utilizaba el emblema de Falange. (Jato, pág. 227). <<

[364] La Unión, Sevilla, 18 de julio de 1937. El conde de Rodezno, uno de los jefes carlistas de su reducto de Navarra visitó «repetidamente» a José Antonio en la Modelo (Beltrán, Preparación y desarrollo, p. 130). Los dirigentes carlistas estaban divididos entre el mando nacional, con el príncipe-regente en San Juan de Luz y los jefes locales de Navarra, encabezados por Rodezno y José Martínez Berasáin, banquero de Pamplona. La participación activa de los carlistas en el alzamiento militar fue decidida por el grupo de Rodezno contra la oposición hasta el último momento, de Fal Conde, que se encontraba en Francia. Rodezno y Berasáin no intervinieron en el acuerdo entre Fal y José Antonio, que ignoraban. Conversación con José Martínez Berasáin y Desiderio Jiménez en Pamplona el 16 de diciembre de 1958. <<

[365] Canales, p. 9. José Antonio se lamentaba de ello: véase Zugazagoitia, p. 7-8. <<

[366] Pavón, p. 165-166. <<

[367] Maíz, p. 129. <<

[368] Andino, p. 49, 52. Mariano García, quien pasó largas horas trabajando en el cuartel general clandestino manifestó que las relaciones entre la Falange y los militares eran en Madrid «muy malas». (Conversación en Madrid el 8 de enero de 1959.). <<

[369] Según Dionisio Ridruejo quien vio la carta. (Conversación en Madrid el 2 de diciembre de 1958). <<

[370] Obras, p. 935-936. <<

[371] Según el propio Maura. (Conversación en Barcelona el 23 de diciembre de 1958.). <<

[372] Copiado del original, conservado por Maura en su archivo. <<

[373] Andino, p. 63. <<

[374] Durante sus contactos con la UME en 1935, José Antonio había preparado una lista del gobierno que habría que constituir después del golpe contra la República. He aquí los nombres:

Defensa Nacional: general Franco.

Justicia: Ramón Serrano Súñer.

Educación: Eduardo Aunós (antiguo ministro de Trabajo de Primo de Rivera). Subsecretario; Manuel Valdés (jefe nacional del SEU).

Economía: Demetrio Carceller (hombre capaz, de ideas corporativistas, pero vinculado estrechamente al mundo financiero).

Interior: general Mola.

Marina y Colonias: general Goded.

Comunicaciones: Julio Ruiz de Alda. Subsecretario: José Moreno (jefe provincial de Falange de Navarra). Corporaciones: Manuel Mateo (Jefe de la CONS). Subsecretario: Rafael Garcerán (pasante de José Antonio).

Véase el Epistolario de José Antonio, p. 199; en el libro de Alcázar, p. 169, figura una copia fotostática de dicha lista. Como puede apreciarse, en 1935 las ambiciones de la Falange se reducían a ocupar dos puestos en el gabinete y nada hace suponer que más tarde tuviera que mostrarse más exigente. <<

[375] Andino, p. 67-69. <<

[376] El Socialista, 12 de Julio de 1936 <<

[377] Pavón, p. 167-168. <<

[378] Andino, p. 64-65. <<

[379] Iribarren, Con el general Mola, p. 42. <<

[380] Beltrán, Preparación y desarrollo, p. 135-136. <<

[381] El relato más detallado es el que figura en Fernández de Castro, Hacia las rutas de una nueva España, p. 101 y s. <<

[382] Alessí, p. 97-103, muestra la creciente alarma de que daban muestra los comunicados oficiales. <<

[383] En vista de los numerosos rumores sobre la inminente rebelión, el periódico de Largo Caballero, Claridad, pedía armas para los trabajadores desde el 16 de julio. <<

[384] Cf. Iribarren, Con el general Mora, p. 107-108. <<

[385] Sobre este hecho existen dos versiones muy personales: por la derecha, Cuadrado Alonso, p. 38-39; por la izquierda, Barea, III, p. 117-121. <<

[386] Véase Liado i Figueres; también Lacruz, p. 1-178. <<

[387] Sobre la situación de conjunto de la rebelión en diversos lugares de España, véase Orizana y Liébana, p. 124-275. <<

[388] Muchos oficiales de Marina se mostraron favorables a la rebelión, pero sus marineros tenían más conciencia política que los reclutas del Ejército. En numerosos casos pasaron a cuchillo a los oficiales, lanzando sus cadáveres al mar. Después de una dura lucha, la división de la escuadra con base en El Ferrol fue dominada por los rebeldes, aunque no constituía más que una parte del total. Los apologistas de los rebeldes Víctor María de Sola y Carlos Martel cifran en 85 000 toneladas el total de buques leales y en 52 000 el tonelaje en favor de los rebeldes. (Estelas gloriosas de la escuadra azul, pág. 127). <<

[389] Aznar, p. 81. <<

[390] Iribarren, Con el general Mola, p. 69 y 135-136. <<

[391] Documents on Germán Foreign Policy, Series D. Vol. III, Germany and the Spanish Civil War (Washington D. C, 1950), nota Del editor, p. 1-2. <<

[392] Conversación con el marqués de Valdeiglesias en Madrid el 20 de febrero de J959 <<

[393] Véase Lizarza, Apéndice; How Mussolini Proveked the Spanish Civil War: Documentary Evidences (Londres, 1937). <<

[394] O por lo menos así se lo dijo Ciano al primer embajador italiano cerca de la España rebelde. Cantalupo, p. 63. <<

[395] Tres de dichos bombarderos se vieron obligados a aterrizar en Argelia por falta de combustible, lo que suscitó un primer escándalo internacional. The Times, Londres, 1 de agosto de 1936. <<

[396] Al parecer, una de las personas que gestionaron la intervención alemana en España fue el jefe del servicio de espionaje alemán almirante Canaris. Éste había llevado a cabo varias misiones en España al principio de su carrera y conoció a Franco. Sobre Canaris, véase Abshagen, p. 30-32, 58-59 y 111-114; Colvin, p. 30-37, y Bartz, p. 20. <<

[397] Véase Beumelburg; Hoyos. <<

[398] The Times, Londres, 6 de agosto de 1936; Solmi, p. 143. <<

[399] El embajador alemán Schwendemann, en su despacho del 25 de julio se mostraba muy pesimista respecto al triunfo de los rebeldes. Germany and the Spanish Civil War, Doc. n.º 1, p. 11-13. <<

[400] Cattell, en su obra Communism and the Spanish Civil War, demuestra que la ayuda rusa a la República empezó a llegar en octubre. <<

[401] La campaña de Guadalajara está muy bien estudiada en la obra de R. G. Colodny, The Struggle for Madrid. <<

[402] El Heraldo de Aragón, Zaragoza, 27 de agosto de 1936. <<

[403] Por lo menos ésta era la opinión corriente en Burgos entonces. Ruiz Vilaplana, p. 58-59. <<

[404] Como lo hacían observar los italianos aliados de los rebeldes. Volta, p. 57-58. <<

[405] Se dijo que en las primeras 24 horas se reclinaron en Zaragoza dos mil milicianos falangistas ara prestar servicios voluntarios al partido. (El Heraldo de Aragón, 25 de julio de 1936.). <<

[406] Según consta en los archivos de José Andino, los banqueros de Bilbao ofrecieron al principio de la guerra un crédito de 100 000 pesetas a la Falange de Burgos, que fue rechazado. <<

[407] Conversación con Ricardo Nieto en Madrid el 17 de enero de 1959. Nieto era el jefe provincial de Zamora y tuvo que enfrentarse con la difícil tarea de dar una apariencia de organización a los miles de voluntarios recién llegados.

Un corresponsal, favorable a los rebeldes, escribió: «En realidad he podido observar que son muy pocos los que se han tomado la molestia de informarse sobre la doctrina del partido. Muchos jóvenes se han inscrito en sus filas porque les parece que el uniforme azul les favorece más ante las chicas que el de las juventudes rojas. La gran mayoría se han encuadrado en él porque sin duda consideraban que era el modo más sencillo de servir a su país. He podido interrogar a docenas de ellos, encontrados al azar de guardia en las carreteras o en oficinas de correos, bancos, etc., y todo lo que he logrado sacar en claro es que todos eran “anti-rojos”. Uno de ellos me dijo sencillamente que “creía que era una especie de comunismo, sólo que mejor”». Gerahty, p. 17-18. <<

[408] Canales, p. 6. Figura una declaración bastante semejante en El Adelanto, Salamanca, 7 de agosto de 1936 <<

[409] Canales, pág. 5, El 11 de septiembre uno de los representantes alemanes informaba: «Por ahora uno tiene la impresión de que los propios miembros de las milicias falangistas carecen de objetivos o de ideas precisas; más bien parecen jóvenes para muchos de los cuales eso de jugar con armas y cazar comunistas o socialistas constituye un excelente deporte». (Germany and the Spanish Civil War, Doc. n.º 80, págs. 84-89.). <<

[410] Hoy, Badajoz, 30 de agosto de 1936; La Unión, Sevilla, 30 de agosto de 1936. <<

[411] El precedente relato se basa en mis conversaciones con Joaquín Miranda (Sevilla, 9 de marzo de 1959), Pedro Gamero del Castillo (Madrid, 6 de diciembre de 1958) y Luis González Vicén (Madrid, 18 de mayo de 1959); también he utilizado el material reunido por Maximiano García Venero, que prepara un estudio sobre Hedilla y tuvo la generosidad de permitirme consultarlo. <<

[412] Volta, p. 87-88. <<

[413] Por ejemplo, Vicente Cadenas, jefe nacional de Prensa y Propaganda; Roberto Reyes, delegado nacional de Justicia y Derecho, y Vicente Gaceo, secretario nacional de la desaparecida Junta Política. Hedilla reconoció, sin embargo, que ya desde las primeras semanas de la guerra hubo «bastante desorden y mucha ambición personal» a pesar de la aureola de pureza y de moralidad febrilmente cultivada en aquella época. (Conversación en Madrid, el 20 de enero de 1959.). <<

[414] Arriba España, Pamplona, 1 de enero de 1937 <<

[415] Citado por Beltrán, Preparación y desarrollo, p. 221. Más tarde, las últimas declaraciones que hizo Manuel Hedilla antes de su encarcelamiento se publicaron bajo el título «España será un gigantesco sindicato de productores». Arriba España, Pamplona, 16 de abril de 1937. <<

[416] Bergamo, p. 40-41. <<

[417]FE, Sevilla, enero de 1937; Arriba España, 28 de enero y 2 de febrero de 1937 <<

[418] Como el propio Hedilla. Arriba España, 16 de abril de 1937 <<

[419] Reproducida en Arriba España, 6 de enero de 1937. <<

[420] Sobre actitud de la Iglesia, véase Cardenal Goma y Tomás, Pastorales de la guerra de España. <<

[421] Arriba España, 6 de enero de 1937. <<

[422] Además, los falangistas hacían todo lo posible por contrariar a los derechistas que se encontraban a la fuerza a su lado, oponiéndose firmemente a la utilización de los símbolos de la monarquía borbónica, empezando por la bandera roja y gualda. <<

[423] Conversación con Patricio Canales en Madrid el 6 de enero de 1959. <<

[424] Gollonet y Morales, Málaga, pág. 165.El corresponsal de la United Press Charles Foltz afirma haber visto a comunistas y anarquistas que rompían en pedazos sus carnets al cruzar el umbral de la oficina de reclutamiento de la Falange, Ibíd pág. 77. <<

[425] Según Ignacio González de Migoya, de la Falange asturiana. Conversación en Oviedo el 25 de enero de 1959. Dionisio Ridruejo considera que un veinte por ciento de los nuevos miembros procedían de la izquierda. (Conversación en Madrid el 17 de noviembre de 1958). En Sevilla, un editor rico y conservador recibió el siguiente consejo de un militar amigo: «No te metas en la Falange. Por ahí va la riada. Como no piden garantías hay un gran porcentaje de marxistas». Bahamonde, p. 5-6. <<

[426] Según Bahamonde, p. 15. <<

[427] La Gacela Regional, Salamanca, 9 de agosto de 1936. <<

[428] Arriba España, 6 de enero de 1937 <<

[429] Clark, I, p. 653 <<

[430] La Falange de Burgos creó una escolta especial para Cabanellas, pero, según su jefe José Antonio, tenía instrucciones secretas de vigilar al general. (Conversación en Madrid, el 6 de febrero de 1959.). <<

[431] Así lo afirman Eugenio Vegas Latapié y José María Gil Robles. (Conversaciones en Madrid el 19 de febrero y el 14 de mayo de 1959.). <<

[432] Sobre los antecedentes políticos de Yagüe, véase 1. García Escalera, «El General Yagüe», Temas Españoles, Madrid, 1953, p. 1-26. <<

[433] El secretario de Mola afirma que fue éste quien insistió para que se le quitara a Yagüe el mando del ataque a Madrid y que hasta amenazó con matarle. (Conversación con José María Iribarren, Pamplona, 16 de diciembre de 1958.). <<

[434] Según José María Iribarren, que fue secretario de Mola. <<

[435] Kindelán, p. 51-59. Las fechas aparecen revisadas en Vigón, p. 353 <<

[436] Según sus sucesor en Valladolid Dionisio Ridruejo. (Conversación en Madrid el 17 de noviembre de 1958). <<

[437] Canales, p. 13. <<

[438] Obras. 945-46.<<

[439] Algunos no creen que José Antonio hubiese escrito dicho manifiesto. Entre ellos figura el autor de la historia militar de la guerra civil —que ha servido de pauta a todas las demás—, Manuel Aznar (Historia Militar de la Guerra de España, Pág. 40). <<

[440] Jato, p. 182. <<

[441] Según el texto taquigráfico del juicio oral de José Antonio, p. 62, 74. En Alicante había pocos falangistas y cinco de ellos murieron en el intento de rescate (Gutiérrez, p. 245.). <<

[442] Éste y otros papeles de José Antonio se publicaron en un folleto del Partido Socialista, titulado El Testamento de Primo de Rivera preparado por Indalecio Prieto en México (sin fecha). Primero fueron reproducidos en un artículo de Prieto en el periódico mexicano Mañana del 24 de mayo de 1947. Posteriormente, Rodolfo Llopis se refirió a ellos en su folleto Los puntales del Régimen de Franco se quiebran. <<

[443] Texto taquigráfico del juicio, p. 87. Esta afirmación aparece confirmada por su nota enviada a Echevarría con fecha 9 de agosto de 1936 y que figuraba en los archivos de Martínez Barrio en Paris. <<

[444] En los archivos del gobierno republicano conservados por Martínez Barrio figuraban varias cartas sobre esta cuestión y sobre las condiciones de su encarcelamiento. <<

[445] Jato, p. 246-247. <<

[446] Telegrama del Encargado de Negocios Woelcher del 17 de octubre de 1936. Germany and the Spanish Civil War, Doc. n.º 102, p. 114-116. <<

[447] Ernst von Weizsácker, secretario político del ministerio de Asuntos Exteriores germano escribió el 26 de octubre: «No es cuestión de que el partido conceda la menor autorización a Knobloch para que actúe en favor de una revolución nacionalsocialista en España». (Germany and the Spanish Civil War. Doc. n.º 108, pág. 120.). <<

[448] Canales, p. 12 <<

[449] Ibíd.<<

[450] Conversaciones con Hedilla (20 de enero de 1959), Anselmo de la Iglesia (26 de mayo de 1959), Luis González Vicén (23 de febrero de 1959), Narciso Perales (12 de febrero de I9S9) y Carlos Juan Ruiz de la Fuente (30 de noviembre de 19S8). «A mi juicio fueron tardíos e ineficaces». (Canales, p. 12). <<

[451] Según Hedilla; Ximénez, p. 784-785; Schempp, p. 10; conde de Romanones en Dolor y menoría, p. 307-308; Bray, p- 78. Pese a las acusaciones de algunos falangistas, no existen pruebas que justifiquen las sospechas sobre la conducta de Franco en esta cuestión. Ni siquiera los alemanes, que desconfiaban de muchos rebeldes por considerarlos como reaccionarios, parecen haberlo puesto en duda. <<

[452]News Chronicle de Londres, 24 de octubre de 1936, citado por Bravo, José Antonio, p. 138-142. José Antonio dio su propia versión de esta entrevista tres semanas después en el juicio. Texto taquigráfico, p. 20-21. Sólo refuta algunos aspectos secundarios. <<

[453] Cómo y por qué salí del Ministerio de Defensa Nacional (México, 1940), p. 61. <<

[454] Texto taquigráfico del juicio, p. 23. <<

[455] Citado en Ximénez, p. 800-802. Otros relatos figuran en Solidaridad Obrera (Barcelona), 17 y 18 de noviembre de 1936 y Pavón, p. 185-201. <<

[456] Largo, p. 208-209. Otros relatos en una conversación con Julio Just (ministro de Obras Públicas de la República en noviembre de 1936), París, 2 de octubre de 1958; Zugazagoitia, p. 246-249; Schulz-Wilmersdorf, p. 104. <<

[457] Prieto, que después de la muerte de José Antonio recogió los papeles privados del líder de la Falange, se sintió impresionado por ellos. Más tarde escribió: «Data de muchísimo tiempo la afirmación filosófica de que en todas las ideas hay algo de verdad. Me viene esto a la memoria a cuenta de los documentos que José Antonio Primo de Rivera dejó en la cárcel de Alicante. Acaso en España no hemos confrontado con serenidad las respectivas ideologías para descubrir las coincidencias, que quizás fueran fundamentales, y medir las divergencias, probablemente secundarias, a fin de apreciar si éstas valían la pena de ventilarlas en el campo de batalla». (Prólogo a Palabras de ayer y de hoy, página 17.). <<

[458] Epistolario, p. 517-530.<<

[459] Miguel fue canjeado más tarde, junto con su mujer, y trasladado a Mallorca en un buque de guerra británico. Shulz-Wilmersdorf, p. 104. <<

[460] Véase Ximénez, p. 809-825; Pavón, p. 217-218; Mauger, p. 163-168; Manuel Serrante Esplá en Dolor y memoria, p. 311-315. <<

[461] Mauger. p. 111. <<

[462] Iribarren, Con el general Mola, p. 344. <<

[463] Conversación con Luis González Vicén, Madrid, 21 de mayo de 1959. <<

[464] En un informe de 10 de diciembre de 1936 el embajador alemán Faupel manifestaba su preocupación ante la falta de entrenamiento militar de las milicias falangistas. (Germany and the Spanish Civil War. Doc. n.º 148, págs. 159-62.). <<

[465] Al propio tiempo, un plan similar, pero mucho más ambicioso, que habían concebido los requetés, fue brutalmente desbaratado por los militares. El jefe carlista Fal Conde fue expulsado del territorio rebelde. <<

[466] Canales, p. 13-14. <<

[467] Boletín Oficial del Estado, n.º 64,22 de diciembre de 1936. (Citado en lo sucesivo como BOE). <<

[468] BOE n.º 96, 24 de enero de 1937. No se nombró a ningún jefe, aunque se designó al general de Caballería Monasterio como lugarteniente, confiriéndosele provisionalmente el mando. <<

[469] Ibíd, n.º 100 y 104 de 28 de enero y 1 de febrero de 1937. <<

[470] En el siguiente capítulo se relata dicha crisis. <<

[471] Conversaciones con Luis González Vicén en Madrid el 6 de mayo de 1959 y con José María Valdés en Bilbao el 13 de diciembre de 1958 <<

[472] Kemp, p. 21. Se trata de las memorias de un oficial británico que sirvió como voluntario en la Legión española. <<

[473] Jato, p. 243 <<

[474] Como la Centuria Canepa y la Segunda Centuria, ambas de Sevilla, que fueron prácticamente aniquiladas en los combates de la Ciudad Universitaria. Patricio Canales, del guión de una interviú en la televisión de Madrid el 23 de noviembre de 1958. <<

[475] García Mercadal, p. 336 <<

[476] Conill, Codo. <<

[477] Alonso Bea, Ecos de la gesta de Teruel (Zaragoza, 1940); García Mercadal, II, p. 201; Cirilo Martín Retortillo, Huesca vencedora (Huesca, 1938); Antonio Algarra Ráfegas, El asedio de Huesca (Zaragoza, 1941), p. 196. <<

[478] BOE n.º 139, 8 de marzo de 1937; Julia, p. 100-101. <<

[479] García Mercadal, I, 322; Esperabé, p. 32-33, 95-96. <<

[480] Arriba España, 6 de enero de 1937 <<

[481] The Times, Londres, 9 de diciembre de 1936; G. M, Godden, Conflict in Spain (Londres, 1937), p. 104. <<

[482] Según Dionisio Ridruejo, a quien protegió Monasterio durante la crisis de abril de 1937. <<

[483] La primera Bandera procedente de las lejanas Canarias embarcó el 5 de setiembre de 1936. El Ejército se encontraba tan falto de soldados que trescientos de los hombres más capaces fueron empleados como tropas de choque. Hoy (Las Palmas), 6 de setiembre de 1936; Doreste, Ocho meses.<<

[484] Según Ricardo Nieto, jefe provincial de Zamora. <<

[485] Según Canales, que entonces dirigía el periódico de Falange en Oviedo. Otros camisas viejas coinciden con dichas cifras. <<

[486] Cuando el jefe territorial de Salamanca, Francisco Bravo, se trasladó a Galicia, a fines del año, para reclutar nuevos soldados, le fue concedida la graduación de comandante del Ejército. (Boletín Oficial del Estado, n.º 54, 12 de diciembre de 1936.). <<

[487] Según Ricardo Nieto, en el invierno de 1937 la Falange trató de movilizar a dos mil hombres con destino a la unidad italiana «Fleccie Nere». El mismo Hedilla ayudó al general del Estado Mayor italiano Gambara a reclutar voluntarios en Badajoz. <<

[488] El segundo embajador alemán Von Stohrer consideraba que en los frentes de combate se experimentaban ciertas simpatías por el nacional sindicalismo, Germany and the Spanish Civil War n.º 529, p. 590-599. <<

[489] Ortiz, p. 21 <<

[490] Véase Zugazagoitia, pág. 241. Los donemos «ortodoxos» de la CEDA intentaron reagrupar en Salamanca a los diputados de derechas del Parlamento, pero el Ejército se opuso a ello. <<

[491] Cf. Menéndez-Reigada, La guerra nacional española ante la Moral y el Derecho. <<

[492] Según Patricio Canales. <<

[493] Informe del 14 de abril de 1937. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 243, p. 267-270. <<

[494] Véase el capitulo 6 <<

[495] Al principio de la guerra civil se crearon dentro del partido varios servicios técnicos encargados de los problemas económicos y administrativos. Muchos de los dirigentes de estos servicios nacionales establecidos en Salamanca eran abogados o ingenieros que habían pertenecido al grupo formado en torno de la revista monárquica Acción Española.<<

[496] Gamero fue primeramente secretario de la JONS de Sevilla y luego asesor técnico. <<

[497] Según sus propias declaraciones, citadas en el Diario de Burgos, el 24 de mayo de 1937. <<

[498] Todos los documentos relativos a estas negociaciones se encuentran en los archivos del historiador carlista Melchor Ferrer, en Sevilla. <<

[499] Según Pedro Gamero. <<

[500] Así se lo manifestó Franco a Faupel el 11 de abril de 1937. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 243, p. 267-270. <<

[501] Según Andino (conversación en Madrid el 6 de febrero de 1959). <<

[502] ABC, 9 de marzo de 1937 <<

[503] Dionisio Ridruejo, que era entonces el nuevo jefe provincial de Valladolid, afirma que apoyaban a Yagüe porque, a falta de otras cualidades, poseía un temperamento enérgico y dominador, con capacidad de organizador. <<

[504] Entre Hendaya y Gibraltar, p, 19; Schulz-Wilmersdorf, p. 222-223. <<

[505] O así se lo dijo Serrano a Dionisio Ridruejo, con quien trabó una amistad bastante estrecha. <<

[506] Aunque en esta ocasión iba a tener un carácter definitivo, no era la primera vez que la influencia de su mujer intervenía en el destino personal de Serrano. La amistad de aquélla con el líder socialista asturiano Belarmino Tomás contribuyó a que Serrano lograra abandonar Madrid. (Antonio de Lizarra. Los vascos y la República española, págs. 124-127). <<

[507] «(Yo) había mantenido amistosa relación con falangistas, tradicionalistas y monárquicos, Sainz Rodríguez, Amado, Rodezno, Hedilla;… el Cardenal Goma… y con el general Mola…», Entre Hendaya y Gibraltar, p. 26. <<

[508] Serrano estaba muy impresionado por el fascismo italiano, aunque le repugnaban la tosquedad e insolencia de los nazis. Cf. Sencourt, p. 340. <<

[509] Entre Hendaya y Gibraltar, p. 32. <<

[510] Ibíd., p. 25-26. <<

[511] Ibíd., p. 63-54. <<

[512] Las actitudes y aspiraciones de Serrano esbozadas en estos párrafos se basan, en parte, en observaciones de Dionisio Ridruejo recogidas por el autor a lo largo de una serie de conversaciones. <<

[513] Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 248, p. 277-279. <<

[514] Cantalupo, p. 221. <<

[515] Chicago Daily Tribune, 27 de julio de 1936 <<

[516] The Times, Londres, 18 de abril de 1937. <<

[517] Ibíd., 8 de marzo de 1937. <<

[518] Le acompañaba en sus visitas el doctor Orbaneja, primo de José Antonio, extraño personaje que tenía fama de excelente pediatra y se distinguió asimismo en la acción terrorista de la Falange en Mallorca. <<

[519] Según lo relatado por Hedilla. <<

[520] Según el material reunido por García Venero. <<

[521] Cantalupo, p. 118. <<

[522] Según Hedilla. <<

[523] Girado en Alcázar. D. 64.66. <<

[524] Ibíd., p. 68-70. Naturalmente, esto era absurdo. <<

[525] Este relato de los incidentes de la noche del 14 al 15 del mes de abril se basa en conversaciones con Daniel López Puertas en Madrid el 5 de enero de 1959 y en las cartas de Luis Ortiz de Hazas del 9 de junio de 1947, de Víctor de la Serna del 10 de junio de 1947 y de Tomás Rodríguez López de 13 de junio de 1947, todas ellas dirigidas a Manuel Hedilla y publicadas en el folleto clandestino, Cartas cruzadas entre D. Manuel Hedilla Larrey y D. Ramón Serrano Súñer, con motivo de la publicación del libro Entre Hendaya y Gibraltar, del señor Serrano Súñer(Madrid, 1948).La versión que da Zugazagoitia en su historia se basa en un panfleto de Pagés Guix y es errónea. <<

[526] Se ha dicho que se incitó a Hedilla a convertir la reunión del Consejo Nacional en una «encerrona», pero no existe confirmación de ello. Se invitaron a seis nuevos consejeros, además de los que figuraban en la lista de 1936, pero no todos eran hedillistas. <<

[527] Ejemplares originales de la circular se encuentran en poder de Hedilla y de José Andino. <<

[528] Andino refiere que José Sainz trató de convencer a José Moreno —el único miembro del nuevo triunvirato que se encontraba en libertad— de que entregara su pistola. Moreno temía por su vida y costó mucho convencerle. <<

[529] Este relato de las reuniones del Consejo Nacional celebradas el 18 y 19 de abril se basa en las notas personales que José Andino tomó durante las mismas. Hedilla considera dichas notas como de gran exactitud. <<

[530] Merino era jefe territorial del Bajo Aragón, y Ruiz Arenado jefe provincial de Sevilla. <<

[531] Por ejemplo, Ricardo Nieto, de Zamora, ha explicado que él votó en blanco porque creía que resultaba menos provocador enviar a un representante oficial a entrevistarse con Franco que al nuevo Jefe Nacional. Él y otros consejeros consideraban que la jefatura de Franco sería inevitable y que lo único que la Falange podía hacer era negociar unas condiciones razonables. <<

[532] Hedilla afirma que ignora quien organizó la manifestación. <<

[533] «Fue, en rigor, un acto unilateral de Franco, aun cuando no faltaron algunas negociaciones previas con elementos de los partidos interesados, cuyos representantes más destacados quedaron notificados de las intenciones del Cuartel General; éste, sin embargo, no se decidió a dar el paso de la unificación que laboriosamente iba gestando sino en virtud de los sucesos que se produjeron en Salamanca en los primeros días de abril» (así, de un tirón, lo afirma Ramón Serrano Súñer en Entre Hendaya y Gibraltar, págs. 30 y 31). <<

[534] Hedilla ha afirmado que fue él mismo quien sugirió el título, cuando se le pidió su opinión. Carta a Luis Carrero Blanco de 24 de marzo de 1947, en Cartas cruzadas<<

[535] Franco, Palabras del Caudillo, p. 10-11, 14. <<

[536] A los tres días se publicaron ya los primeros nombramientos. BOE, 22 de abril de 1937 <<

[537] Joaquín Miranda, que fue nombrado vicesecretario, reconoce que él era el único más o menos falangista de aquel órgano. <<

[538] Hedilla afirma que Aznar, la hermana de José Antonio, Pilar, y todos los «legitimistas» de Madrid insistieron ceca de el para que no aceptase ningún compromiso con Franco. <<

[539] De una carta dirigida por José Sainz a Hedilla el 17 de mayo de 1947. Mariano García, que fue jefe de la secretaría del partido, lo confirma en una carta del 20 de mayo de 1947. Diez años más tarde Ramón Serrano Súñer reconocía que la acusación contra Hedilla tal vez fuera falsa. Carta de 31 de mayo de 1947. (Dichas cartas se reproducen en el folleto Cartas cruzadas…). <<

[540] La gestión alemana quizás influyó algo en la conmutación de la pena de muerte de Hedilla. Faupel había sugerido en cierta ocasión a Franco que era preferible nombrar jefe nacional a una personalidad civil.

Después de la detención de Hedilla, Faupel hizo todo cuanto pudo en favor del que consideraba cómo «el único representante auténtico de los trabajadores». Sin embargo no consiguió que la Wilhelmstrasse le autorizara a formular una protesta oficial. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 243, págs. 267-70; doc. n.º 286, págs. 312-13, y doc. n.º 296, pág. 319.<<

[541] O por lo menos eso es lo que le dijo Franco a Faupel el 1 de mayo. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 248, p. 277-279. <<

[542] Sobre la suerte inmediata de estos falangistas, véanse más detalles en el folleto de Luis Pagés Guix, La Traición de los Franco.<<

[543] Conversación con Vicente Cadenas, Madrid, 23 de febrero de 1959. Víctima, con efectos diferidos, del apoderamiento de la Falange por Franco fue Eduardo Ezquer, Consejero Nacional y antiguo jefe provincial de Badajoz, quien fue expulsado oficialmente de FET en noviembre de 1937. Ezquer había desempeñado un importante papel en la Falange durante los años 1934-1935, creando importantes núcleos de activistas en la región de Badajoz. Los socialistas eran bastante fuertes en esa zona y los militantes de Ezquer habían empleado desde el principio la violencia para disputarles el terreno. Ello habla motivado ciertas diferencias entre Ezquer y José Antonio, que obligaron al primero a resignar el mando de Badajoz en la primavera de 1936.

Ezquer era un auténtico revolucionario nacionalsindicalista; pero desde el comienzo de la guerra civil la Falange extremeña había caído bajo el control de Arcadio Carrasco y José Luna, ambos oportunistas de origen burgués. A principios de 1934 Carrasco había tratado de disolver totalmente su organización falangista local (Hoy, 13 de diciembre de 1934) mientras Luna había dimitido oficialmente de su mando falangista durante las turbulentas semanas de la primavera de 1936 (Extremadura, Cáceres, 24 de abril de 1936). Sin embargo, el triunfo de los militares en el sudoeste de España les permitió volver a ocupar posiciones dirigentes, desde las que cometieron toda clase de abusos, para resolver a su favor el antiguo pleito, Carrasco maniobró hasta conseguir la expulsión de Ezquer del partido, con lo cual su poder sobre la Falange de Badajoz se hizo indiscutible. Pese a todo, Ezquer nunca llegó a abandonar la lucha, sino que durante un cuarto de siglo siguió trabajando para tratar de hacer triunfar los fines originales de la Falange. <<

[544] Por lo menos, así lo afirma en una carta a Serrano Súñer del 18 de junio de 1947 <<

[545]BOE n.º 199 del 18 de julio de 1941. <<

[546] El 30 de abril de 1937 los recursos económicos de los dos grupos que constituían el partido estatal eran los siguientes:

Falangistas: en caja, 5157,40 pesetas; en el Banco de España, 4064,30 pesetas; en el Banco de Bilbao, 50 000 pesetas. Total, 59 221, 70 pesetas.

Requetés: en caja, 1439,70 pesetas; en el Banco Español de Crédito, 30 500 pesetas; fondos varios, 520,19 pesetas. Total, 32 459, 89 pesetas. (Según un recibo firmado por el tesorero de Falange, Pablo de Legarreta, que figura en los archivos de José Andino.). <<

[547] BOE, 22 de abril de 1937 <<

[548] Entre Hendaya y Gibraltar, p. 60. <<

[549] Palabras del Caudillo, p. 167 <<

[550] Según Dionisio Ridruejo. <<

[551] Dice éste: «Algunos falangistas rebeldes que habían quedado en libertad se unieron en un pequeño grupo hostil al Secretariado oficial para seguir influyendo sobre sus propias masas. Comprendí que el Secretariado no era bastante representativo aunque, en cambio, el trato con estos disidentes sería útil para lograr la entrada cordial de los más auténticos en la nueva organización. Procuré que tuviesen la sensación de que se deseaba diálogo y la comprensión. Mis ejercicios de paciencia fueron infinitos, pero aquél era el único medio seguro de conocer los puntos de vista de los falangistas y tener una idea de cuáles eran las personas en las que ellos tenían más fe, o que realmente tenían más valor. En Salamanca ese grupo estableció su cuartel general en Una pequeña casa de la plazuela de San Julián, donde residía Pilar Primo de Rivera, sacerdotisa que ofrecía todo sacrificio al recuerdo, al pensamiento y al gran propósito de su hermano ausente. A mí aquella pura y rigurosa —casi sublime— lealtad me emocionaba. Allí, en torno a una camilla, se sostenía el fuego sagrado. Pasaban por aquella casa falangistas de casi todas las provincias a recibir consignas o transmitir inquietudes, y todo ello se lanzaba luego sobre el Cuartel General con bastante impertinencia». Serrano, p. 42. <<

[552]BOE, n.º 205, 13 de mayo de 1937. <<

[553] Clark, 11, p. 622. <<

[554] Ibíd. 11, p. 639. <<

[555] Cadenas niega su intervención en estas actividades, manifestando no haber tenido siquiera conocimiento de la existencia de una «Falange Española Auténtica». A su juicio, se trataría de una maniobra dirigida contra Franco por elementos políticos no identificados. <<

[556] Serrano, p. 75 <<

[557] Unidad (Santander), 30 de noviembre de 1937. <<

[558] Incluso antes de ser nombrado jefe de Prensa y Propaganda, Yzurdiaga había publicado en la primera página de su periódico el lema: «La sana doctrina: ¡Con el Ejército Español!» (30 de mayo de 1937). <<

[559] Unidad (Santander), 23 de mayo de 1937; Sur (Málaga), 12 de diciembre de 1937; FE (Sevilla), 1 de enero de 1938; Hierro (Bilbao), 7 de marzo de 1938. <<

[560] Incluso de un escritor tan liberal como Pío Baroja. FE, 8 de enero de 1938 <<

[561] Amanecer (Zaragoza), 14 de diciembre de 1937. <<

[562] En un discurso pronunciado el 18 de julio de 1937 recogido en Palabras del Caudillo, p. 28 y en una interviú a la United Press del mismo mes, que figura en Ibíd., p. 149 <<

[563] Ibíd., p. 196 <<

[564] Según Serrano, «en los primeros meses no había en rigor un candidato viable (para la Secretaría General) en la Falange; ya fuera por su excesiva juventud, por su escaso relieve en la historia del partido o por los recelos que suscitaban en el mando». Cuando se entrevió la posibilidad del regreso de Fernández Cuesta, «su candidatura se presentó inmediatamente para aquel cargo no sólo por los falangistas, sino también, con gran empeño, por otros grupos y sectores que mantenían la más apasionada oposición frente a mí». Entre Hendaya y Gibraltar, p. 59. <<

[565] Prieto incitó a Fernández Cuesta para que se uniera a la misteriosa Falange Española Auténtica. Fernández Cuesta afirma que nunca dudó de la buena fe de los promotores de la FEA, pero que después de sus amargas experiencias de 1936 no tenía ningún deseo de oponerse a Franco. (Conversación con Raimundo Fernández Cuesta, en Madrid, el 13 de febrero de 1959.). <<

[566] Fernández Cuesta, p. 51-57. <<

[567] Cita tomada de La Voz de Galicia (La Coruña) y reproducida por FE, 4 de enero de 1938. <<

[568] Informe de Von Stohrer del 19 de mayo de 1938. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 586, p. 657-663. <<

[569] Palabras del Caudillo, p. 168-169. <<

[570] Entre Hendaya y Gibraltar, p. 31. <<

[571] Cf. El Alcázar, p. 145. Se dijo entonces que el hermano de Serrano, Fernando, había sido secretario provincial de Falange en Baleares antes de la guerra, Zayas, p. 29-31. <<

[572] El único representante del partido en el gobierno fue Fernández Cuesta, nombrado ministro de Agricultura, puesto que resultaba totalmente inadecuado para este señor. <<

[573] Ridruejo era un buen poeta, muy superior a José Antonio. Cuando en 1941 cesó en su cargo oficial, obtuvo justa fama literaria como uno de los mejores poetas neoclásicos españoles. <<

[574] En su informe de 19 de mayo Von Stohrer escribió: «Cuando se producen reveses militares las diferencias políticas salen a superficie… Este fenómeno está apareciendo ahora ante la reducción de las operaciones militares». Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 586, p. 657-663. <<

[575]El Pueblo Gallego (Vigo), 23 de abril de 1938, citado por Venegas en Verdad y mentira de Franco, p. 367. <<

[576] Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 586, p. 657-663. <<

[577] Palabras del Caudillo, p. 46, 52-53. <<

[578] Durante los primeros tiempos de la guerra civil, los falangistas participaron despreocupadamente en la represión derechista. El Ejército, principal responsable de la iniciativa y de la ejecución de esta política de asesinatos en masa, prefirió, en lo posible, utilizar a falangistas para esos menesteres. La complicidad de la Falange en la horrenda matanza es, pues, enorme. Sin embargo, la Falange fue el único movimiento, dentro del grupo de las derechas, que trató de impedir que sus miembros se entregasen a crímenes arbitrarios, incluso en casos excepcionales, como lo atestigua el notario liberal Antonio Ruiz Vilaplana. (Véase Doy fe: un año de actuación en la España nacionalista, págs. 168-169). <<

[579] Ante la persistencia de los roces entre falangistas y militares, el embajador alemán en Moscú tenía la impresión, a través de la prensa rusa, de que los comunistas creían en la posibilidad de llegar a un entendimiento con elementos de la Falange. Informe del conde Von der Schulenburg, 20 de junio de 1938. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 615, p. 698-699. <<

[580] Según la comunicación de Von Stohrer del 1 de julio. Ibíd., doc. n.º 626, p. 709-711. <<

[581] Arriba España, 22 de octubre de 1937 <<

[582] Serrano observa maliciosamente «su vida no fue precisamente intensa». Entre Hendaya y Gibraltar, p. 65. <<

[583] Ibíd, p. 66 <<

[584] El relato de este incidente está basado en la exposición verbal que del mismo hizo el propio Ridruejo al autor. <<

[585] En esta época González Vélez ya había sido relevado de su cargo en la Junta Política. <<

[586] Boletín del Movimiento de Falange Española Tradicionalista, n.º 23,1 de julio de 1938 (citado en lo sucesivo como BMFET). <<

[587] González Vélez estaba bastante enfermo y murió al cabo de pocos meses. Aznar reapareció en noviembre de 1939, pero ya nunca volvió a intervenir en la política. <<

[588] Ya antes de que terminara la guerra, Franco se preocupó de aplastar el menor intento de oposición interna. Eugenio Vegas Latapié, intelectual inquieto, fundador del grupo de Acción Española, fue excluido del Consejo Nacional el 4 de marzo de 1938, y Fal Conde siguió la misma suerte a las cuarenta y ocho horas. (Boletín del Movimiento de Falange Española Tradicionalista y de las JONS n.º 16,15 de marzo de 1938.). <<

[589] Según Ridruejo, González Bueno le tenía mucha envidia a Garrigues, catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid. A finales de aquel año contribuyó a exagerar una inocente observación de Garrigues sobre la posibilidad de concluir la guerra por una mediación, convirtiéndola en una acusación de traición que le costó a este último varios meses de prisión. <<

[590] Es decir, las posiciones se dividieron entre Sainz Rodríguez, Aunós, Arellano, Esteban Bilbao, José Yanguas Messía, José María Valiente y otros, por un lado, y Fernández Cuesta, Aznar, Ridruejo y los demás (secundados por Queipo de Llano), por otro. <<

[591] Este relato de la redacción del Fuero del Trabajo se basa en conversaciones con Dionisio Ridruejo en Madrid el 10 y 19 de enero de 1959. <<

[592] BMFET, n.º 16, 15 de Marzo de 1938 <<

[593] Clark, 11. p. 731-732. <<

[594] BMFET, n.º 19, mayo de 1938. <<

[595] Clark, 11, p. 749-750. <<

[596] Intemperie, victoria y servicio: Escritos y discursos, p. 91. <<

[597] Ibíd., p. 101-102. <<

[598] BMFET, n.º 11, 1 de enero de 1938 <<

[599] Según Andino. Éste había sido desposeído de su jefatura provincial después de la unificación porque se había reservado Burgos a los carlistas. Andino se negó a aceptar el cargo de secretario provincial y quedó sin empleo hasta que se le destinó a los Sindicatos. <<

[600] Clark; 11, p. 726 <<

[601] BMFET, n.º 3, 1 de septiembre de 1937; Actividad (Palma de Mallorca), 21 de agosto de 1937 <<

[602] Clark; 11, p. 752-753. <<

[603] Ibíd., 11, p. 727 <<

[604] Cf. El Pensamiento Navarro, 11 de enero de 1938 <<

[605] McCullagh, p. 61-62; Sur, 11 de septiembre de 1937; Alerta (Santander), 12 de septiembre de 1937; Arriba España, 1 de diciembre de 1937; El Heraldo de Aragón, 1 y 3 de diciembre de 1937; El ideal Gallego (La Coruña), 14 y 18 de diciembre de 1937; El Pueblo Gallego (Vigo), 7 de enero de 1938; La Rioja (Logroño), 26 de febrero de 1938. <<

[606] Arriba España, 9 de enero de 1938; Amanecer (Jerez), 27 de septiembre de 1937; FE, 21 de diciembre de 1937; El Pueblo Gallego, 11 y 16 de enero de 1938; Arriba España, 9 de abril de 1938. <<

[607] Por lo menos en dos ocasiones los censores demasiado rigurosos suprimieron hasta la misma palabra «Falange». Hierro, 13 de enero de 1938; El Ideal Gallego, 4 de febrero de 1938 <<

[608] La Rioja, 14 de enero de 1938. <<

[609] Aunque a los falangistas se les mantenía al margen de toda actividad política, no dejaron por ello de tomar alguna iniciativa de interés. Una de las actividades más importantes en el terreno civil, aunque sin carácter político, consistió en la movilización de los jóvenes para la repoblación forestal. Esta actividad, iniciada el 4 de octubre de 1938, contribuyó a modificar el aspecto de algunas zonas de España (Boletín del Movimiento dé Falange Española Tradicionalista, n.º 33,10 de octubre de 1938). <<

[610] Cantalupo, p. 117. <<

[611] BOE, 17 de noviembre de 1938 <<

[612] Palabras del Caudillo, p. 77-79. <<

[613] Ibíd, p. 132, 139 <<

[614] Véase Ros y Boulhelier. <<

[615]BMFET, n.º 2, 15 de agosto de 1937 <<

[616] Ibíd.<<

[617] Circular n.º 1 de la Secretaría Política, 5 de julio de 1937 <<

[618] Cf. Colmegna, p. 53 <<

[619] Oudard, p. 251. <<

[620] BMFET, n.º 7, 1 de noviembre de 1937. Existía incluso una fuerte animosidad entre los «curas falangistas» como Fermín Yzurdiaga, que fue jefe de Prensa y Propaganda de FET, y el clero regular carlista. A ello se refiere el sacerdote vasco Iñaki de Aberrigoyen en Sieben Monaíe und sieben Tage in Franco-Spanien, p. 114-115. <<

[621] Carta al general Franco de 28 de noviembre de 1937 que figura en la colección de documentos de Melchor Ferrer, El General Franco y la Comunión Tradicionalista, p. 38-41. <<

[622] Véase el capítulo siguiente. <<

[623] BMFET, n.º 16, 15 de marzo de 1938 <<

[624] Lo mismo les ocurrió a otros grupos derechistas. Los miembros de Acción Española, que fueron los principales promotores de la fusión de los partidos, vieron cómo se reducía prácticamente a la nada su propaganda durante el breve período en que Ridruejo impuso su política. Según Eugenio Vegas Latapié ni siquiera se les permitió publicar una antología de textos impresos varios años antes bajo la República y contra la misma. <<

[625] Por ejemplo, en la biografía del general Mola, publicada en 1939 por José María Iribarren, todos los pasajes elogiosos para los carlistas fueron censurados. Se eliminó incluso una cita de Shakespeare afirmando que Navarra sería un día «el asombro del universo». Y donde Iribarren escribía que 14 000 requetés y 4000 falangistas respondieron al llamamiento inicial de Mola, el censor invirtió tranquilamente las proporciones. (Del manuscrito de José María Iribarren «Notas sobre la gestación y peripecias desdichadas de mi libro Con el general Mola», 15 de mayo de 1944.). <<

[626] Según Arellano. <<

[627] Informe del embajador alemán Von Stohrer del 17 de noviembre de 1938. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 699, p. 796-801. <<

[628] Circular n.º 12 de la Secretaría Política, 19 de julio de 1937. <<

[629] Así se relata en una carta de Fal Conde a Franco del 19 de agosto de 1945, que figura en el archivo de Ferrer. <<

[630] Cantalupo, p. 62-65 y 83-86. <<

[631] Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 142, p. 152-153. <<

[632] Sin embargo, cuando el primer embajador alemán Von Faupel llegó a Salamanca en noviembre de 1936 iba acompañado de un consejero de propaganda y de un experto «para cuestiones de organización de la Falange», Ibíd., doc. n.º 125, p. 134. <<

[633] Ibíd., doc. n.º 157, p. 170-173. <<

[634] El marqués de Valdeiglesias cuenta que durante la primera semana de la guerra civil el embajador de Italia le declaró en Biarritz que en su último informe a Roma descartaba toda posibilidad de un triunfo de la rebelión de las derechas. (Conversación en Madrid, 17 de febrero de 1959.). <<

[635] Ibíd, doc. n.º 207, p. 229.<<

[636] Ibíd., doc. n.º 243, p. 267-270. <<

[637] Serrano, p. 47-51; Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 254, p. 284-286.<<

[638] Según Yzurdiaga. <<

[639] En un informe de febrero de 1938. Germany and the Spanish Civil War. doc n º 529 p 590-599. <<

[640] Ibíd, doc. n.º 529, p. 590-599. <<

[641] Cf. Marcel Sauvage, La corrida (París, 1938), p. 203-204. <<

[642] Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 455, p. 480-484. <<

[643] Ibíd., doc. n.º 565, p. 640 <<

[644] Interviú con el general Emilio Canevari, Roma, 6 de abril de 1959 <<

[645] Mira y Salvatorelli, p. 805-806. <<

[646] Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 248 p. 277-279.<<

[647] Notas de su conversación con Franco el 19 de julio de 1939 en Malcom Muggeridge, editor de Ciano’s Diplomatic Papers, p. 290-295.

Además los italianos aprobaron explícitamente la oposición de la Falange a ciertos ministros y diplomáticos relativamente anglófilos como Jordana y Sangróniz. Ciano’s Hydden Diary, 1937-1938, p. 48. <<

[648] No existe ninguna biografía del Caudillo que pueda considerarse como satisfactoria. Puede ser útil para algunos detalles del comienzo de su carrera el libro de Coles, Franco of Spain. <<

[649] BMFET, n.º 33, 10 de octubre de 1938 <<

[650] El artículo 42 de los Estatutos del partido establece que el Caudillo designará secretamente a su sucesor, el cual será proclamado por el Consejo Nacional en caso de muerte o incapacidad física de aquél. Por endeble que parezca, ésta fue la única disposición tomada inicialmente; para asegurar la continuidad del régimen de Franco. <<

[651] Clark, II, p. 635,653. Las teorías y la inculcación de un espíritu académico entre los estudiantes nunca habían sido el fuerte del SEU. No obstante, en sus primitivos estatutos de 1933 se abogaba por una educación dirigida por el Estado. Bajo las leyes de educación del Estado de Franco inspiradas por Sainz Rodríguez, toda la enseñanza media fue sometida a las normas estrechas de la Iglesia y a la supervisión clerical. Pero hubo muy pocas protestas, salvo en el ambiente relativamente más libre de ciertas tabernas frecuentadas por veteranos del partido. <<

[652] En aquellos tiempos, la mayoría de las muchachas tenía que vencer la oposición familiar para afiliarse. Dora Maqueda, una de las Fundadoras más activas, afirma: «La Sección Femenina era nuestro veneno y nuestra gloria» (Conversación en Madrid el 10 de enero de 1959). <<

[653] La Sección Femenina: Historia y organización, p. 20. <<

[654] BMFET, n.º 6, 15 de octubre de 1937 <<

[655] Clark, II, p. 652. <<

[656] La Sección Femenina, p. 32. Una versión hecha con simpatía figura en Corthis, p. 84-108. <<

[657] El punto veintisiete, que prohibía toda alianza con otros grupos políticos, fue eliminado muy comprensiblemente. <<

[658] La única purga en las filas de la Falange se produjo a finales de 1938, con el fin de excluir del partido a los culpables de crímenes de guerra. La depuración fue muy limitada y sólo fueron dados de baja unos cuantos miembros. (B. M. FET, núms. 22 y 23, del 15 de junio y 10 de octubre de 1938, respectivamente.). <<

[659] BOE, 10 de agosto de 1939 <<

[660] En realidad Miguel Primo de Rivera carecía de peso propio; no había desempeñado ningún papel en la Falange antes de la guerra. Sobre el provecho que sacó Franco de esa operación véase Serrano, p. 122. <<

[661]Palabras del Caudillo, p. 299. <<

[662] Clark, II, p. 659. <<

[663] Telegramas del 2 y 15 de agosto de 1939, de Sotomayor a Carlos Juan Ruiz de la Fuente, que figuraban en los archivos de este último. Ruiz de la Fuente fue el principal colaborador de Sotomayor en estos proyectos. <<

[664] Había sido nombrado para dicho cargo unos meses antes. BMFET, 10 de mayo de 1939 <<

[665] Ibíd., 20 de agosto de 1939 <<

[666] De un guión programático, sin fecha, preparado por Ruiz de la Fuente. <<

[667] De un discurso ante la Falange de Madrid, a principios de noviembre de 1939, publicado en forma de folleto. <<

[668] BMFET, 20 de noviembre de 1939. Sotomayor murió dos años más tarde luchando en Rusia con la División Azul. La principal fuente sobre estas maniobras en torno al Frente de Juventudes fue Carlos Juan Ruiz de la Fuente. Conversaciones en Madrid el 30 de noviembre de 1958 y 8 de febrero de 1959. <<

[669] Informe de Von Stohrer, 19 de febrero de 1939. Germany and the Spanish Civil War, doc. n.º 740, p. 843-851. <<

[670] Véase capitulo 4 <<

[671] Caralt afirma que los conspiradores podían contar con unos 900 excombatientes de Cataluña, en 1940. Conversación en Barcelona, 31 de marzo de 1959. <<

[672] Fue necesario expulsar a Buhigas y Cazañas, implicados en un asunto de malversación de fondos públicos. <<

[673] La principal fuente para este relato de la conspiración de 1939-1941 son la conversación y las notas de Patricio Canales. El lector debe tener en cuenta que los recuerdos personales fácilmente se encuentran sujetos a exageración. <<

[674] Bajo la dirección de Eduardo Ezquer continuó subsistiendo un grupo clandestino denominado ORNS (Ofensiva de Recobro Nacional Sindicalista) que desarrolló una acción de agitación y propaganda entre los jóvenes hasta bastante tiempo después de terminada la segunda guerra mundial. Su propósito era el de sustituir la Falange franquista por un movimiento fascista revolucionario y sindicalista. A lo largo de quince años, Ezquer fue detenido seis veces y compareció ante los tribunales de justicia en cinco ocasiones, sin que ello le hiciera desistir de sus propósitos. <<

[675] Véase Capítulo 6. <<

[676] La actitud del general Várela ha sido descrita así por Arrese. Conversación en Madrid en diciembre de 1960 <<

[677] Según el propio Merino. Conversación en Barcelona, 2 de abril de 1959. <<

[678] Ocasionalmente realizó un viaje a Alemania en la primavera de 1941 para inspeccionar la organización del trabajo. Arriba, 3 de abril de 1941. <<

[679] Clark. II. p. 764, 775 <<

[680] Arriba, 1 de abril de 1940. <<

[681] Todo esto según manifestaciones de Gerardo Salvador Merino. <<

[682] Bilbao era un ejemplar típico de la más grotesca política, que recurría constantemente a citas grandilocuentes para adornar sus discursos. No obstante, a algunos españoles les gusta este estilo relumbrante y Serrano tenía cierta debilidad por este personaje. Bilbao es el autor de la frase que figura en todas las monedas españolas: «Francisco Franco, Caudillo de España por la Gracia de Dios». (Los bromistas españoles pronto cambiaron la expresión por ésta: «Francisco Franco, Caudillo de España por una gracia de Dios».). <<

[683] Carceller era uno de los más avisados financieros de España y uno de los más afortunados oportunistas vinculados en el régimen. Como tal merece consideración aparte. Carceller procedía de una familia humilde de Tarrasa y en su juventud fue protegido por el conde de Egara. Recibió una formación de técnico industrial y dirigió algunas empresas modestas antes de entrar en el mundo de las finanzas. Después de convertirse en el jefe de una importante compañía de petróleos de las islas Canarias, Carceller empezó a interesarse en política. Durante la República fue uno de los miembros del grupo financiero que proporcionó cierta ayuda económica a Calvo-Sotelo y a José Antonio (véase Capítulo 2), convirtiéndose en uno de los dirigentes falangistas de Barcelona.

Carceller era un inteligente hombre de negocios y un hábil político. Al terminar la guerra civil formó parte del Consejo Nacional. Formó parte de la misión que acompañó a Serrano Súñer a Berlín en 1940, y en 1941 fue nombrado ministro de Industria y Comercio. Su política consistió en explotar a fondo las necesidades económicas tanto del Eje como de los aliados durante la guerra. (Cf. Herbert Feis, The Spanish Story, Nueva York, 1950). En general se le atribuye el haber iniciado la corrupción en gran escala dentro del régimen, a partir de 1941. En 1944 contribuyó a la revisión de la política española, iniciando un acercamiento hacia los anglosajones con el argumento de que los capitalistas de todo el mundo podían entenderse entre sí. Existe bastante desacuerdo en relación con su actitud respecto a la Falange. Después de la destitución de Merino colaboró en ciertos aspectos con los Sindicatos. Carceller fue relevado de su cargo de ministro en 1945. <<

[684] Véase el capítulo siguiente. <<

[685] Según Arrese, enero de 1961 <<

[686] Clark, II, p. 646. <<

[687] BMFET, 1 de octubre de 1939. <<

[688] Véanse los comentarios de Pettinato, p. 84-96. <<

[689] Gutiérrez, p. 62. <<

[690] Beneyto y Costa Serrano, p. 150, 156 y 169. <<

[691] Particularmente en El nuevo Estado español (Madrid, 1939), p. 39, 59-68. <<

[692] Alfonso García Valdecasas: «Los Estados Totalitarios y el Estado Español», Revista de Estudios Políticos. Vol. II, n.º 5 (enero 1942), p. 5-32. <<

[693] Javier Martínez de Bedoya: «El sentido de la Libertad en la Doctrina Falangista», Revista de Estudios Políticos, Vol. III, n.º 10 (julio-agosto 1943), p. 313-334. <<

[694] Arrese, Escritos y discursos, p. 211-231. <<

[695] José Antonio se había mostrado bastante ambiguo en la utilización de los términos «fascista» y «totalitario». Ambos fueron empleados en los primeros meses de existencia de la Falange, pero más larde el Jefe desechó la palabra «fascista» y trató asimismo de apartar a su partido de lo que representaban los conceptos de «panestatismo» y «totalitarismo». <<

[696] Clark, 1, p. 78. <<

[697] La interpretación de la gestión de Gamero que se contenía en la primera edición inglesa de esta obra era parcialmente incorrecta. El actual texto ha sido revisado por el autor. <<

[698] Arriba, 19 de enero de 1941. <<

[699] En realidad, Ridruejo había dimitido de su cargo dos meses antes. (N. del T.). <<

[700] El nombramiento de Galarza y la destitución de Tovar y Ridruejo se publicaron en menos de quince días. BOE núms. 126 y 138, del 6 y 18 de mayo de 1941, respectivamente. <<

[701] Arrese se refiere, en parte, a esa labor en su folleto, Málaga desde el punto de vista urbanístico (Málaga, 1941).<<

[702] BOE núms. 140 y 142 del 20 y 22 de mayo de 1941. El relato de la crisis política de mayo de 1941 se basa en gran parte en una serie de entrevistas con Dionisio Ridruejo en 1958-1959 y con José Luis de Arrese en enero de 1961. <<

[703] Esta versión de la disputa entre Serrano y Arrese se basa en los recuerdos personales de este último. <<

[704] Palabras citadas por Ridruejo en una entrevista recogida por Luis Ortega Sierra y reproducida en Preuves (n.º 76, junio de 1957, pág. 14).En sus memorias, Serrano no oculta el hecho de que el nuevo partido, a cuya creación tanto contribuyó, no era más que una fachada ideológica y un mero instrumento de un régimen cuyo único fundamento institucional residía en el Ejército. «Ni la legislación ni las medidas de gobierno llegarían a ser jamás resueltamente unitarias. En último término, el centro de gravedad, el sostén verdadero del régimen (pese a las apariencias que tontamente nos esforzamos por exagerar) fue y seguirá siendo el Ejército; el Ejército nacional… sería aún (acaso por fortuna) el suplente de un Estado que no acababa de ser, que no acababa de tomar cuerpo institucional y forma orgánica verdadera». (Entre Hendaya y Gibraltar, pág. 128.). <<

[705] Arrese, Escritos y discursos, p. 41-47,89-95, 137-139 y otras. 226 <<

[706] Arrese, La revolución social del Nacional-Sindicalismo, p. 36-41. <<

[707] Arrese, Escritos y discursos, p. 207-210. <<

[708] Entrevista con José Luis de Arrese, Madrid, 9 de febrero de 1959. (En este momento Arrese era ministro de la Vivienda.). <<

[709] Citado por Bray, p. 114. <<

[710] Del Anuario Español del Gran Mundo, de 1942. <<

[711] García Hinojosa, p. 80 <<

[712] Ambos manifiestos se encuentran en el archivo de Melchor Kerrer, en Sevilla. <<

[713] El relato de las consecuencias del incidente de Begoña se basa principalmente en los recuerdos personales de Arrese. Cf. Jato, p. 322-323. <<

[714] Unos años más tarde, Serrano Súñer escribía: «En realidad, la Falange fue un intento político que no alcanzó plena madurez. Fue un ideal, una corriente de pensamiento, de emoción y de acción, iniciada y difundida por José Antonio Primo de Rivera, y a la que unos miles de hombres pretendieron ser fieles… En algunos momentos esa corriente ha sido casi idéntica a un partido concreto. En algunos momentos pareció estar a punto de identificarse con el régimen vigente en España. Luego esa corriente fue cosa bien distinta y alejada de toda encarnación histórica y real» (Entre Hendaya y Gibraltar, página 366.). <<

[715] De una carta dirigida por Carmelo Paulo y Bondla al autor, el 2 de mano de 1959 <<

[716] Según relato de Arrese en enero de 1961. Cf. su prólogo a Capitalismo, comunismo, cristianismo. <<

[717] Los falangistas jóvenes más «duros» no quisieron renunciar a sus sueños de un nuevo orden fascista para Europa, aunque el Imperio nazi se estaba derrumbando, batido en tres frentes. En 1944 unos cuantos veteranos del partido organizaron el llamado «Círculo Nosotros», cuyos miembros proclamaban que no renunciarían nunca a los objetivos iniciales totalitarios de la Falange. La presión de las circunstancias obligó al grupo a disolverse en 1945, pero al abandonar el Círculo, sus miembros renunciaron asimismo a la mayor parte de sus actividades falangistas. Jato, p. 337-338. <<

[718] Clark, II, p. 719-721. <<

[719] Ibíd, 11, p. 569. <<

[720] Hierro, 25 de enero de 1938 (el subrayado es del autor). <<

[721] Foltz, p. 97. Esta cifra se refiere únicamente a las ejecuciones dictadas por la administración de la justicia desde abril de 1939 a junio de 1944 y no incluye las ejecuciones llevadas a cabo por el Ejército. <<

[722] Jato, p. 328 <<

[723] Ibíd., p. 339 <<

[724] En 1945 se rumoreaba que Arrese intentaba crear un bloque antiderechista en el seno del Movimiento. Cf. carta a Rodrigo Vivar, Luis González Vicén y Fermín Zelada, 20 de noviembre de 1945 en el Boletín de la Guardia de Franco, n.º 20, 25 de diciembre de 1945, reproducida en el libro de Arrese, Hacia una meta institucional (Madrid, 1957), p. 1-20. <<

[725] Arrese, Capitalismo, comunismo, cristianismo.<<

[726] Ibíd., p. 104. <<

[727] Clark, II, p. 573. <<

[728] «Tetrib Airumi», en, Domingo, 5 de septiembre de 1937, citado por Ruiz Vilaplana, p. 235. <<

[729] Cf. Francolie, p. 78-83. <<

[730] Vieja Guardia, enero-junio 1956. <<

[731] Carta de Vicén a Arrese, 8 de junio de 1956, p. 2. <<

[732] Ibíd., p. 3. <<

[733] «Tal vez es la única que le queda después de estos años de nuestro régimen durante los cuales, en nombre de la unidad se ha llevado a cabo un grave proceso de desunión a través de los privilegios de clase». Ibíd., p. 3. <<

[734] «Por otra parle, temo que el movimiento de retirada que la Iglesia ha iniciado claramente en los últimos meses, pueda verse acelerado por nuestra acción, provocándose una situación critica para el régimen, antes de lo deseable». Ibíd., p. 3. <<

[735] Ibíd., p. 4. <<

[736] Ibíd.<<

[737] Ibíd., p. 5. <<

[738] Ibíd., p. 6. <<

[739] Ibíd., p. 7. <<

[740] Ibíd., p. 10 <<

[741] Ibíd., p. 9 <<

[742] Ibíd., p. 9 <<

[743] Informe del Instituto de Estudios Políticos, en relación con los Anteproyectos de Leyes Fundamentales sometidos a la consideración del Consejo Nacional, p. 23. <<

[744] Ibíd., p. 12. <<

[745] De acuerdo con el Anteproyecto de Ley Orgánica del Movimiento Nacional propuesto, el Consejo Nacional se compondría de 150 miembros como mínimo, algunos de los cuales serían designados por el Jefe del Estado, pero por lo menos la mitad deberían ser elegidos por los miembros del partido. El Consejo deberla reunirse anualmente y tendría la misión de supervisar la aprobación de nuevas leyes para evitar toda desviación ideológica, así como la de dirigir el Movimiento. El Secretario General del Movimiento sería elegido por el Consejo Nacional y ratificado su nombramiento por el Jefe del Estado por un plazo de seis años. Un voto de censura del Consejo determinarla su dimisión en el plazo de veinticuatro horas. Una de las prerrogativas del Consejo sería la de poner el veto a cualquier proyecto de ley elaborado por las Comisiones de las Cortes que se considerase peligroso, antes de pasar a su votación por las Cortes. El Comité de Acción del Consejo podría hacer toda clase de recomendaciones a cualquier órgano de la Administración.

Como disposición final del Anteproyecto de Ley Orgánica del Movimiento Nacional se establece que tanto si este proyecto era sancionado y promulgado inmediatamente por el gobierno como si no, entraría en vigor en el caso de establecerse un nuevo sucesor al actual Jefe del Estado. <<

[746] Hacia una meta institucional, p. 191-192. <<

[747] Ibíd., p. 212. <<

[748] Ibíd., p. 215. <<

[749] Ibíd., p. 213 <<