1945
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DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA

HO CHI MIN
(1890-1969)

Cuando Ho Chi Minh nació, Vietnam formaba parte de la Indochina francesa, que comprendía también Camboya y Laos. Los franceses se negaban a conceder al pueblo vietnamita el autogobierno. Ho Chi Minh, que tenía formación como cocinero, abandonó Vietnam con poco más de veinte años, como ayudante de cocina en un barco. Vivió y trabajó en varios paí ses, entre ellos los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, la Unión Soviética y China. Mientras estuvo en el extranjero, Ho Chi Minh participó en actividades políticas organizadas por grupos comunistas.

En 1940, los japoneses invadieron Vietnam y lo ocuparon. Ho Chi Minh regresó a su tierra en 1941 y, junto con otros comunistas, formó el Vietminh, organización formada para lograr la liberación de su país. El Vietminh emprendió una guerra de guerrillas (con el apoyo de la American Office of Strategic Services, organismo estadounidense antecedente de lo que más tarde sería la CIA) contra los ocupantes japoneses. En agosto de 1945, las fuerzas japonesas presentes en Vietnam cayeron derrotadas. El 2 de septiembre, Ho Chi Minh formuló la declaración de independencia vietnamita en la plaza Ba Dinh, en Hanoi.

— EL DISCURSO —

«Todos los hombres son creados iguales. Son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad». Esta imperecedera afirmación fue realizada en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776. En un sentido más amplio, significa que todos los pueblos de la Tierra son iguales desde el nacimiento, todos los pueblos tienen derecho a vivir, a ser felices y libres. La Declaración de la Revolución Francesa realizada en 1791 y que recogía los principios de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, publicada poco antes, también establece que: «Todos los hombres nacen libres y con los mismos derechos y deben permanecer siempre libres y con los mismos derechos». Son verdades innegables. Sin embargo, durante más de ochenta años los imperialistas franceses, haciendo mal uso de los valores de libertad, igualdad y fraternidad, han violado nuestra patria y oprimido a nuestros conciudadanos. Han actuado contrariamente a los ideales de humanidad y justicia. En el ámbito de la política, han privado a nuestro pueblo de toda libertad democrática.

[…]

Han construido más prisiones que escuelas. Han masacrado sin piedad a nuestros patriotas; han ahogado nuestros alzamientos en ríos de sangre. […] En el campo de la economía, han esquilmado nuestros recursos hasta agotarlos, empobreciendo a nuestro pueblo y devastando nuestra tierra. […] Todo el pueblo vietnamita, animado por un propósito común, está decidido a luchar hasta el final contra todo intento por parte de los colonialistas franceses de reconquistar sus posesiones.

[…]

Un pueblo que se ha opuesto con valentía a la dominación francesa durante más de ochenta años, un pueblo que ha luchado codo con codo con los aliados frente a los fascistas durante estos últimos años, ese mismo pueblo debe ser libre e independiente. Por tales razones, nosotros, miembros del Gobierno Provisional de la República Democrática de Vietnam, declaramos solemnemente al mundo que Vietnam tiene el derecho a ser una nación libre e independiente y que, de hecho, lo es ya. Todo el pueblo vietnamita está decidido a movilizar sus fuerzas físicas y mentales, a sacrificar sus vidas y sus propiedades para salvaguardar su independencia y su libertad.

— LAS CONSECUENCIAS —

La declaración de Ho Chi Minh no recibió reconocimiento alguno. Después de la Segunda Guerra Mundial, Francia tomó la decisión de restablecer su dominio colonial en Vietnam y envió fuerzas armadas para recuperar el control. Tras cuatro años de conflicto con los japoneses, Ho tenía ante sí otra guerra que librar. El Vietminh, respaldado por los soviéticos, fue expandiéndose y pasó de ser un grupo guerrillero a constituir un ejército moderno y organizado. En 1954, en la batalla de Dien Bien Phu, el Vietminh derrotó definitivamente a los franceses, que se vieron forzados a abandonar Vietnam.

Como parte de las conversaciones de paz al final de la guerra, Vietnam fue dividido en dos partes. Ho Chi Minh dirigiría el Vietnam del Norte, estableciendo un estado comunista y reprimiendo con violencia todo grupo de la oposición. Vietnam del Sur se convirtió en una dictadura militar represiva, apoyada por los Estados Unidos. En oposición a este régimen operaba en el sur el Vietcong, que contaba con el apoyo y la guía de Ho Chi Minh. Temiendo que los comunistas se hicieran también con el Vietnam del Sur, el gobierno estadounidense envió tropas de infantería a Vietnam en 1965. A pesar de su aparente superioridad militar, los estadounidense no fueron capaces de derrotar a las fuerzas comunistas. A finales de los años sesenta empezó a verse de forma cada vez más clara que Ho Chi Minh saldría victorioso del conflicto.

Ho Chi Minh no vivió para ser testigo de la victoria definitiva ni de la unificación de Vietnam. Murió de un ataque al corazón en 1969 y sus restos fueron expuestos en la plaza principal de Hanoi, donde el dirigente comunista pronunciara años atrás la declaración de independencia de Vietnam.

LA GRAN MAYORÍA SILENCIOSA

Richard Nixon (1913-1994), que había sido vicepresidente de los Estados Unidos durante los mandatos de Eisenhower, ganó las elecciones presidenciales en 1968, durante la Guerra de Vietnam. Cuando asumió el cargo en 1969, se encontraban en Vietnam más de medio millón de soldados estadounidenses. Un total de 31.000 habían perdido ya la vida en el conflicto. Nixon inició las conversaciones de paz con Vietnam del Norte en París. Era partidario de una política de «vietnamización» de la guerra, retirando gradualmente las tropas estadounidenses y sustituyéndolas por fuerzas sudvietnamitas. Se llevaron a cabo intensas campañas de bombardeo.

El 3 de septiembre de 1969, Nixon se dirigió a los estadounidenses y les pidió su apoyo. Apeló a la «gran mayoría silenciosa» de estadounidenses, afirmando «cuanto más divididos estemos en casa, menos probable será que el enemigo negocie en París». Nixon instó al pueblo estadounidense a permanecer «unido por la paz […] unido contra la derrota».

Dado que las negociaciones en París no llegaban a conclusión alguna, la guerra continuó. Nixon fue reelegido presidente en 1972. Al año siguiente, se firmaron los Acuerdos de Paz de París, en los que se decretaba la retirada de las tropas estadounidenses. Los sudvietnamitas fueron superados y derrotados en 1975. Los comunistas habían ganado la guerra y, en 1976, unieron el norte y sur de su país. En 1974, Nixon, inculpado por su participación en el escándalo de Watergate, se vio obligado a renunciar a la presidencia.