Sendai, cinco años después de la batalla de Sekigahara.

Periodo Edo.

Me llamo Aki Monogatari, del clan Date de la región de Tohoku, y tengo catorce años. Desde que nací estoy al cuidado de mi maestro, Miyamoto Tsunetomo, Investigador de Asuntos Especiales de nuestro clan. Tras la muerte de mi padre, fui adoptado por él; nunca he sabido cuál fue su misión, tan solo que ofreció a cambio su vida, como correspondía a su honor y a su condición de samurái. Se llamaba Oishi Munetomo y murió sin saber que yo iba a llegar a este mundo. El único recuerdo que conservo es su catana rota, la última Muramasa, forjada por el legendario clan de espaderos antes de su definitiva prohibición.

Lo que os voy a relatar es fruto de las diversas pesquisas y viajes que mi maestro y yo realizamos para el clan a lo largo y ancho de sus dominios. Todo, absolutamente todo, es cierto.