Esta saga está dedicada:
A mis padres y hermanos, por creer en mi. Mi pequeño tributo a una vida de sacrificio y amor.
A Iria Gil Parente, mi pequeña Lis. Nadie ha sido más determinante para esta historia. Para que siga creyendo en los cuentos de hadas y en las historias de amor imposible como una vez me los hizo creer a mí.