____ 29 ____

—Dios mío… —Lento cierra el librillo y sigue murmurando—: Vete a la guerra, vuelve hecho un héroe, la niña se habrá casado con un villano… vamos Jim, tú también tienes que haberlo leído antes. —Se ríe, coge un par de folletos más y revuelve cartas y papeles—. Señor William, ¿llegó a vender algo de esta basura?

Un ruido.

Las noches allí siempre están llenas de ruidos. Este es diferente. Tanto que con cierta agitación al respirar, Lento apila las cajas contra la puerta de la alcoba, como hiciera Alto. Muchas cajas. Todas.

Una vez emparedado tras las pilas de papeles, sin resuello, escucha.

Nada.

La noche y los insectos.

—Mierda…

Mira los capítulos del libro arrojados al suelo, desparramados en el esfuerzo de bloquear el acceso a cualquier peligro. Papeles, cartas que conoce bien… curiosea…

—Dios mío… —susurra. Hay piezas únicas que se tenía por extraviadas. Coge alguna, la acaricia, la lee con veneración… la primera carta, la del veintiocho:

Sep 24 1888

Estimado Señor:

No quiero resignarme al hecho de que vivo en la miseria con una pesadilla yo soy el hombre que ha cometido todos esos asesinatos de los últimos seis meses y mi nombre es…

—Increíble… —Toma el bastón de Abberline. Se levanta sin soltar la carta, apoyándose con suavidad en la elegante vara de madera, disfrutando de su solidez—. Sí… ¿Por qué? Con todo esto… —Sigue leyendo:

He encontrado a la mujer que quería que es chapman y le he hecho lo que yo llamo desplazarla pero si cualquiera viene a buscarme me rendiré aunque no voy a ir andando a la comisaría yo mismo así que quedo vuestro servidor…

Deja la carta. Coge otra más… y otra que ha quedado entre las hojas de un capítulo de la novela. Lo abre. Lee.