A Pablo.
A todos los que, como él, soñaron el mundo
como un lugar más justo, más solidario, mejor,
y que a día de hoy, y a pesar de todo, siguen
creyendo que ese lugar es posible.
Con mi admiración y mi agradecimiento.
A Carlos,
que a día de hoy, y a pesar de todo,
sigue construyendo mundos
y sueños, y me incluye en ellos.