LA HISTORIA HASTA AQUÍ…
Mientras se propaga la Guerra de los Espíritus, el general Hotak toma el poder en el imperio de los minotauros con un sangriento golpe de estado. Asesina al corrupto Chot y ordena dar muerte a todos los que estaban relacionados con él por juramento o linaje.
La cólera de Hotak, sin embargo, no consigue exterminarlos. A pesar de que Nephera, esposa de Hotak y suma sacerdotisa de la secta de los Predecesores, reúne todo el poder de sus hechizos y sus fantasmas para capturar a los enemigos del usurpador, alguien se les escapa. Rahm, un general de la Guardia Imperial, jura vengar a Chot. Faros, sobrino de Chot, es confundido con un criado, detenido y condenado a trabajos forzados en las minas de Vyrox bajo el látigo del cruel capataz Paug.
Con sus enemigos ya muertos o dispersos, Hotak proyecta una gran invasión de Ansalon. Suscribe un pacto con los aliados más indignos, los ogros —enemigos históricos de la raza de los minotauros—, que sella con el Gran Señor Golgren, un ambicioso caudillo ogro.
En Vyrox se rebelan los oprimidos. Tras secuestrar a Maritia, hija de Hotak, mientras visita el campo minero, los trabajadores saborean la victoria hasta la llegada de los legionarios comandados por Bastion, hermano de la joven. Faros consigue matar a Paug, pero pierde a la mayoría de sus amigos y él mismo es capturado de nuevo.
Rahm regresa para asesinar a Hotak, pero Nephera descubre la conjura. Ardnor, hijo mayor de la suma sacerdotisa y señor de los Predecesores del yelmo negro, le da alcance. Rahm huye. Surgen discrepancias entre los Defensores y las legiones, y cuando Rahm ataca a Ardnor, Kolot muere por defender a su hermano.
A Faros lo trasladan en la galera de Golgren. Para sellar el pacto con los ogros, Hotak ha vendido como esclavos a los de su estirpe.
Ahora, con la Guerra de los Espíritus aproximándose a su momento culminante y la invasión de Ansalon en puertas, Hotak reina a su antojo.
Pero en Kern, el país de los ogros, un esclavo anónimo huye a la desesperada…