Thomas alzó la vista cuando el capiscol Malcolm entró en su despacho.

—¿Tiene algo para mí?

—He recibido noticias de Tharkad de que la duquesa Katrina ha oído su mensaje —contestó el oficial de la Palabra de Blake con las manos extendidas—. Todavía no hemos recibido su respuesta, pero tampoco nos han informado de que haya enviado su mensaje a su hermano.

—Ya es algo —dijo Thomas con aire pensativo y un gesto de satisfacción—. Mientras más tarde en contestar, mejor para nosotros. ¿Todavía faltan dos semanas para que Sun-Tzu llegue a Sian?

—Sí. Se espera que llegue el siete de septiembre.

—¿Todavía dispone de la codificación y el mensaje que envió antes a sus agentes?

—Sí, capitán general —contestó Malcolm con una sonrisa en los labios—, incluso hemos identificado el vector de apoyo donde los agentes reciben las órdenes. Si lo utilizamos disiparemos las sospechas en caso de que se produzca alguna irregularidad en el mensaje.

—Se ha superado, Malcolm. Envíe el mensaje a Nueva Avalon a través de Sian. Me bastaría con que los agentes entraran en acción sobre el quince.

—Delo por hecho, capitán general.

—No, capiscol —dijo Thomas—, con esta acción lo doy por empezado.