En primer lugar a la profesora Alice Dautry, directora general del Instituto Pasteur, quien ha tenido a bien darme acceso a los archivos de la calle Émile-Roux; a Agnès Raymond Denise, conservadora, y a Daniel Demeiller por el apoyo que me dieron en esta búsqueda y por sus inestimables consejos. También en París, a Hoa Tran Huy, Hoan Tran Huy y Minh Tran Huy. En Morges, a Guillaume Dollmann por su investigación sobre los polvorines y también por nuestro viaje a Ecuador, de Quito a Mitad del Mundo, tras las huellas de La Condamine. En Saigón, a mis amigos Philippe Pasquet y Trần Thị Mộng Hồng. En Dalat, a Nguyễn Ðình Bổng, director del Instituto Pasteur, y a Ðào Thị Vi Hoa, subdirectora. En Nha Trang, a Trương Thị Thúy Nga, conservadora del museo Yersin del Instituto Pasteur, así como al profesor Trần Ðình Thọ Khôi, antiguo alumno del instituto Yersin de Dalat, que fue mi primer intérprete en estos lugares junto con los guardias de Hon Ba, a los que agradezco también su acogida, su té y nuestra caminata por el bosque bajo la lluvia, en busca de los vestigios de Yersin.
Para escribir este libro, el autor ha contado con el apoyo de una residencia de escritura de la Región Île-de-France, en el marco de una colaboración con el Instituto Pasteur y la librería La Cédille. El autor agradece a Damien Besançon, Sylvie Gouttebaron y Xavier Person el apoyo que han brindado a la elaboración de este proyecto.