Trilogía compuesta por tres novelas: Pasenow o el romanticismo; Esch o la anarquía; Huguenau o el realismo. La historia de cada novela tiene lugar quince años después de la precedente: 1888; 1903; 1918. Ninguna de las novelas está relacionada con la otra por un nexo causal: cada una tiene su propio círculo de personajes y está construida a su manera, que no se parece a la de las otras dos.
Es cierto que Pasenow (protagonista de la primera novela) y Esch (protagonista de la segunda) vuelven a encontrarse en el escenario de la tercera novela, y que Bertrand (personaje de la primera novela) tiene un papel en la segunda. Sin embargo, la historia que Bertrand vivió en la primera novela (con Pasenow, Ruzena y Elisabeth) no tiene relación alguna con la segunda novela, y el Pasenow de la tercera novela no recuerda para nada su juventud (tratada en la primera novela).
Hay pues una diferencia radical entre Los sonámbulos y los otros grandes «frescos» del siglo XX (los de Proust, Musil, Thomas Mann, etc.): no es ni la continuidad de la acción ni de la biografía (de un personaje de una familia) la que, en Broch, logra la unidad del conjunto. Es otra cosa, menos visible, menos alcanzable, secreta: la continuidad del mismo tema (el del hombre confrontado al proceso de degradación de los valores).