Quien se inclina a
recoger un papel del suelo ve
que los árboles hablan. Esto
no va a ninguna parte. Preguntar
qué dijeron anees
de que los derribaran no
va a ninguna parte. Los árboles
tocan la mañana para que sea feliz y eso
es un destino y no
va a ninguna parte. Una sierra
les saca pájaros del día,
la tarde no se acuesta cantada.
Mi mesa es un silencio
que no se puede abrir.