ESTABA

Cuando todos los miembros del cuerpo

son vos, puerta nocturna

que abre ciega a la dicha,

el tamaño del tiempo es una luna

que alumbra lo que fuimos.

El pensamiento, un dedo libre

que hojea páginas pasadas.

Los años no obedecen, suena

un violín mudo. La piel quema

lo que hubo, tan lejos.

Te picotean los gorriones

que comieron mi pan.

A Mara