La neblina de la palabra en
la neblina del mundo.
La piedra ahí,
el corazón de la piedra ahí,
en la cárcel de donde no saldrá.
La voz de la pancera
no deja dormir, salea
para agarrar la carne del sueño.
¿La escalenta al futuro tiene
los escalones rotos?
¿El tiempo la trepará llevándome?
¿No a mí, sino al sabor
del fracaso de la aventura donde
nace otra aventura?