Raro el que se muestra
a sí mismo a sí mismo, los
espejos mienten, se sabe, y la madera
del cajón a la vista
no arregla nada.
El ojo de la eternidad ajado
vuelve bella a la luna
y la sangre aquí abajo
parece placa. De placa
es el sueño invencible» el deseo
que las balas no pueden matar.
Mañana es otro día dice
el día que pasó.
No estoy en hora dice
el día que vendrá.