Te adelantaste mucho, furia,
con tu collar de hielo. Espérame,
voy a entrar en tu casa.
Comés traiciones,
el amargo sabor de los arrepentidos.
Nadie sabe qué hicieron con
su pasado, allí iban tristes
de mundo, pensaban
que eran el otro con dolor.
Ahora su culpa es odio.
Dejan caer pedazos de
un veneno sin gracia.