REFLEXIONES

Con miedo de lo que iba a venir,

con miedo de lo que iba a pasar

hoy, mañana, una aguja clavada

en la mitad, ahí,

¿la esfinge de uno mismo?

No músicas angélicas,

no la gracia de la flauta con

una luna en la lengua, no

silabas de la Frente que deja

caer cantares de la esposa/

abierta/su candor

que vive en codas las cucharas.

Los lindes de la tierra cocida

en los lugares donde el otro

cada noche estaciona y sufre.

¿Últimos tratos con espejos

donde me vi posterior? ¿Luz

sin cielo/sangre que

no sirve para nada? ¿El otro

sin mí? ¿Morí por él sin mí?

Las llaves de la casas

nunca tuvieron casa.

A Lucila Pagliai