La Malena que sale de la voz
oscura, dura, seca,
deja espectros en medio de la calle.
Odia como hay que odiar, con grande amor
hace cuerpo en la boca.
Lo que le come le es devuelto,
cambia sus alhajas heladas
en piedra que arde.
Vuelve a Malena
la luz que en soledad vivía.