TARDES

La tarde está suave de

nacer en su morir y tu amor

la cruza como nave

en el estar donde encallamos

con sacos de la unión. ¿A dónde

se fue la paz que nunca hubo? Eso

absorbió agujureros. Tanta

pasión absorta en su pasión y los

registros del ciego de la época.

Cambió el hijo de rostro. Ahora

tiene una larga vida en el pesado

vuelo de mí hacia él, donde palabras

y pensamientos caen

en el hilo más corto.