SUCEDERÁ

Cuando alma y espíritu

y cuerpo sepan,

y la luna sea bella porque la amé

y el mundo esté parado al filo

de la memoria y

sangre la luz detrás

del baño de su gracia,

obligaremos al futuro

a volver otra vez. Allí

todos los ojos serán uno

y la palabra volverá a palabrear

contra sus criaturas.

Se acabará la eternidad y el poema

buscará todavía su

tripulación y lo

que no pudo nombrar, tan lejos.