En la tarde de al lado vive
una vieja que pide para el pan.
Así se calla el universo
con esa piedra encima y
lo que hiere
del dulce amor. La
canción de las raices es
atravesada parte a parte
por una piedra que tiró
la tarde de al lado con
la lejanía de los grillos
calcinada
en una boca grande abierta.