EL NIÑO

El niño duerme

al pie de un árbol y el aire

que lo relata brilla

como vida en la vida, se vuelca

con claro alivio sobre

la piel llena de caminos, sube

en el fulgor del día

para darle fulgor y el otoño

quiere al niño que duerme

al pie del aire y el

espanto se va, corrido

por una voz

que nadie escucha todavía

en la marea de las huellas.