ESCONDRIJOS

E1 envión de la palabra la

lleva al borde que no

puede cruzar. Gime ahí

como una grulla loca,

un desperdicio del destino.

La saludo, la amo cuando

se instala como cuerpo en

mi cuerpo contra

la piel del día, las

sombras que se agitan

en escondrijos de la juventud

como si fueran de verdad.

A Carlos Monsiváis