Eran las cinco de la tarde en Londres. Henry se estaba preparando para salir de la oficina. Había retomado el horario «normal», como lo llamaba su esposa. En unos minutos se uniría a la marabunta de gente que saldría de la estación de metro de Westminster.
Entonces sonó un aviso en su ordenador. Era el aviso de que había entrado un e-mail prioritario. Lo abrió.
SOLICITUD: 3487686/TRTT
ESTADO: CERRADA/EXCEPTO: NIVEL 7
CASO: 87687658765-65436
No se puede proporcionar más información sobre el manuscrito que ha solicitado.
Leyó el correo dos veces. No le resolvía nada. Sabía por experiencia que no recibiría más respuesta a ninguna otra solicitud adicional que pudiese realizar sobre aquel asunto. Una información que solamente estaba disponible para personal de nivel 7 no iba a estar accesible para él. Era afortunado ya solo por haber recibido aquella respuesta.
Lo que más lo intrigaba de todo era por qué un antiguo manuscrito, el que Sean Ryan e Isabel Sharp habían descubierto en Estambul, estaba ahora sujeto a tal nivel de restricción.
Mientras avanzaba por el andén del metro en dirección norte, pensaba en qué podría contener aquel documento que fuese tan importante.