Roman Polanksi se negó a tolerar los aires de grandeza de Faye Dunaway (imagen anterior) y le hizo la vida imposible durante el rodaje de Chinatown. La insultó, le arrancó pelos de la cabeza… El hecho de que la actriz no abandonara el rodaje es un mérito a reconocer. Sin duda sabía que aquél era el papel de su vida, el camino más corto hacia el Oscar.
Robert Towne escribió el guión de Chinatown expresamente para su amigo Jack Nicholson y ganó el único Oscar que la Academia concedió a la película en el año de El padrino II. La cinta es una maravillosa revisitación del mundo del film noir, llena de melancolía y suspense.
Gracias al genio de Roman Polanski, la película trasciende su calidad de inteligente rompecabezas narrativo para convertirse en creación inquietante y genial. Polanski buceó en su trágica experiencia directa del mal para endurecer el guión, sobre todo en la decisión de cambiar el final de Robert Towne por un desenlace amargo e inolvidable.