Kirk Douglas encargó a Dalton Trumbo, uno de los “diez de Hollywood”, una de las víctimas más conocidas de la “Caza de brujas”, la escritura de un nuevo guión. Como su nombre seguía resultando conflictivo, el guionista fue contratado con el seudónimo de Sam Jackson. Pero la intervención de Trumbo acabó saliendo a la luz y los miembros de la American Legion enfurecieron al saber que el guión estaba escrito por un autor comunista.