Marilyn Monroe, poco popular en el plató, no fue invitada a la fiesta de fin de rodaje. Pero ella rio la última cuando recibió el diez por ciento de la recaudación; la película hizo ocho millones de dólares en su estreno inicial y aún ingresaría varios millones más durante los siguientes años. Con faldas y a lo loco expande la premisa de un chiste con resultados históricos, debido en gran parte a las contribuciones del casi perfecto reparto, con cada uno de los protagonistas brillando como una joya. Jack Lemmon y Tony Curtis están maravillosos como los hombres convertidos en mujeres, creando personajes creíbles.