Elia Kazan reconoció que el desarrollo del personaje de Terry era obra exclusiva de Marlon Brando. La base existía, por supuesto, entre las docenas de vidas de aspirantes a estrellas del boxeo que Marlon había estudiado en los gimnasios de Manhattan. Pero la personalidad de Terry Malloy fue aportación de Brando. «Entonces era un joven desdichado y lleno de ansiedad y dudas sobre sí mismo», dijo Kazan de él. «Era solitario, orgulloso y supersensible. No era fácil congeniar con él y, no obstante, era un hombre encantador y adorable porque uno presentía que nada había para protegerle de la vida y que se encontraba en medio de la vorágine».
Marlon Brando fue nominado al Oscar al mejor actor por cuarto año consecutivo. No parecía posible negarle la estatuilla una vez más. La gran pregunta era: ¿acudiría a la ceremonia, y si lo hacía, vestiría esmoquin? Acudió, y vistió esmoquin. Y ganó. Su discurso de aceptación fue característico: deshilvanado y divagante.