«Pero ¿por qué debo traer tres hebras del cabello de la Reina de las Hadas? —preguntó el príncipe a la bruja—. ¿Por qué no otro número, por qué no dos, o cuatro?».
La bruja se inclinó hacia delante sin dejar de hilar. «No hay otro número, mi niño. Tres es el número del tiempo, ¿acaso no hablamos de pasado, presente y futuro? Tres es el número de la familia, ¿acaso no hablamos de madre, padre e hijo? Tres es el número de las hadas, ¿acaso no buscamos entre el roble, la ceniza y la espina?».
El joven príncipe asintió, porque la sabia bruja había hablado con verdad.
«Por ello debo poseer tres hebras, para tejer mi trenza mágica».
La trenza del hada, Eliza Makepeace.