XVII

Parad ya, por favor. Decidle a las voces que se callen. Dile a las voces que se callen, mamá, o por lo menos que digan mi nombre para ver si alguien me encuentra. Que no digan sólo niña. Si las voces dicen sólo niña, nadie me va a encontrar. Dile a las voces cómo me llamo, díselo, y tráeme mis braguitas antes de que me encuentren, que no sé dónde he perdido las mías, y me da mucha vergüenza. Me da muchísima vergüenza y no soy capaz de taparme la rajita con las manos. Date prisa, mamá. Y no le digas al Avivo que me he metido yo solita en esta agua oscura y quizá mágica, que te juro por Eres niño como yo que no sé cómo ha pasado.