Jake se rascó la oreja y esbozó una sonrisa tímida.
—Bueno, el hecho de que yo hubiera actuado igual que tú no significa que eso sea lo correcto.
—Pues yo creo que Rachel se comportó como una verdadera heroína —declaró Cassie.
<Rachel fue valiente y eso es una gran virtud>, corroboró Ax.
—Gracias, Obi-Wan Kenobi —dijo Marco mirando a Ax al tiempo que ponía los ojos en blanco—, por tu sabiduría. Por supuesto que se comportó como una heroína. Es así, no puede evitarlo, es como un tic nervioso. ¿Qué pasaría si alguien con una cámara de vídeo hubiese grabado precisamente el momento en el que ella se transforma?
De repente se me borró la sonrisa de los labios. Por mucha rabia que me diera, Marco tenía razón. Si alguien me hubiera grabado… Los yeerks están por todas partes y si vieran la metamorfosis sabrían enseguida quién y, sobre todo, qué era yo.
Los yeerks están convencidos de que somos un grupo de guerreros andalitas de élite. Si descubrieran que somos un grupo de niños humanos… acabarían con nosotros en menos que canta un gallo.
—En fin, Rachel, fuiste muy valiente, y también hasta tenido mucha suerte. Los periódicos dicen que te caíste en el foso por querer ver al niño. Menos mal que todos hablan de la asombrosa habilidad del chaval para subirse a lomos del caimán… cocodrilo. Ya tiene entrevistas en cinco programas de la tele.
—Fantástico. Yo soy la niñata estúpida que se cae al foso y el niño se convierte en un héroe.
—Ya puedes estar contenta de que haya sido así —replicó Jake.
En ese momento estuve a punto de mencionar lo mal que me encontré al adquirir el ADN del cocodrilo, pero no quería que Jake se preocupara aún más.
—¿Hemos acabado con la regañina? —preguntó Cassie levantando la mano—. Tengo muchas cosas que hacer.
—Yo no la he regañado —protestó Jake riéndose—. No soy el padre de nadie.
—Tú lo has dicho, papá —se burló Marco.
Estallamos en carcajadas y la tensión se diluyó hasta que Jake sacó a colación otro tema.
—Por cierto, Tom me ha comentado que La Alianza va a fichar como portavoz a ese chico de Power House.
—¿El programa de la tele? —añadió Marco—. Qué extraño. En fin, tengo un montón de deberes esperándome en casa, y además voy a probar el último juego de Nintendo. Es genial, en éste resulta que…
Dejó de hablar y se nos quedó mirando fijamente. Imagino que porque Cassie y yo nos habíamos quedado con la boca abierta.
—¿Qué mosca les ha picado a éstas? —le preguntó a Jake.
—¿Qué os pasa? —preguntó Jake intrigado.
—¿Jeremy Jason McCole? —repitió Cassie ensimismada.
—Sí —contestó Jake encogiéndose de hombros—, mala suerte, pero en realidad tampoco es tan importante. Es un simple actor del montón. No se trata de Michael Jordan…
—… o Brett Favre —añadió Marco.
<… o Waine Gretzky>, dijo Tobías.
<¿Qué es un actor?>, preguntó Ax.
—… o alguien más importante —continuó Jake—. Sólo es un actor de poca monda, un don nadie.
<¿Qué es un don nadie?>, preguntó Ax.
<¿Y el pelo que lleva?>, añadió Tobías burlón.
—¡Me encanta su pelo! —exclamó Cassie.
—Además es incluso más bajo que yo —insistía Marco.
—Pero es guapo —repliqué.
—Más que guapo —continuó Cassie—. Es el chico más guapo del mundo.
—Sale en todas las revistas —informé—, en Teen, YM, Seventeen.
—Y en Semanario para tontos, Revista para renacuajos, El rey de la casa… —añadió Marco y a continuación chocó los cinco con Jake, como hacen los deportistas.
Ignoré a Marco, que es lo que hago casi siempre y, tras asegurarme de que Jake estaba escuchándome, dije:
—Jake, no lo entiendes. La mitad de las chicas del colegio tienen un póster de Jeremy Jason McCole en la habitación, en la taquella o en ambos sitios. Es el chico más guapo del país y en Internet puedes encontrar hasta veinte páginas web sobre él. Si ahora se convierte en la imagen de La Alianza, el resultado… —miré a Cassie en busca de ayuda.
—Sería como si todo el reparto femenino de Los vigilantes de la playa hiciera algo por el estilo —dijo Cassie.
—Eso es, exactamente igual.
—¿Quieres decir que ese actor tiene tanta influencia? —la sonrisa de Jake se evaporó.
—¿Tanto vale? —añadió Marco—. ¿Tanto como para estar a la altura de Los vigilantes de la playa?
<¿Tanto como Yasmine Bleeth?>, fantaseó Tobías.
<¿Bleeth? —repitió Ax—. ¿Es eso una palabra?>
—Si Jeremy Jason McCole empieza a promocionar La Alianza, os aseguro que habrá cientos de suscripciones nuevas.
—Entonces es muy serio —concluyó Jake.
—Sí, Jake, desde luego que lo es. Debemos impedirlo.
—Claro que… —añadió Cassie mirándome de reojo— para conseguirlo tal vez sea necesario conocerlo.
—Debemos cumplir con nuestro deber —insistí—. Lo primero será averiguar si se trata en realidad de un controlador.
—Y para eso habrá que conocerle.
—Acercarse…
—Mucho.
—Desde luego.
—Mmmm-mmm.
—¡Me estáis poniendo enfermo! —protestó Jake.